Un excelente novela gráfica: “Chapaev”, de Oleg Yudin e Ilia Voronin, ha sido editada por “Ediciones Unidad y Lucha”, con unas magníficas ilustraciones. El ejemplo del bolchevique Chapaev nos lleva a una gran reflexión ante el “dontancredismo” político del oportunismo.
En 1923 aparece la novela de Furmanov, al calor de las hazañas de Chapaev y su gran aportación para liquidar el Ejército Blanco armado por los imperialistas. En 1934 los hermanos Vasiliev rodaron la película sobre Chapaev que tuvo un gran impacto durante la República Española. Representa el heroísmo de un antihéroe, pues no hay más heroicidad que la colectiva. Este bolchevique, que había combatido en el frente durante la denominada I Guerra Mundial, se enroló en el Ejército Rojo en defensa de la clase obrera y el campesinado, secularmente oprimido por la aristocracia y la burguesía rusas . Él mismo provenía de una humilde familia campesina. Su tenacidad e inteligencia revolucionaria nos llevan a entender el preámbulo de la gloriosa gesta del pueblo soviético a la hora de aplastar el nazismo.
Chapaev tenía muy claro que el enemigo debía ser aniquilado como una cucaracha aplastada. Había que acabar con la aristocracia, los parásitos y los burgueses y su ejército de mercenarios. Como encontramos en la novela gráfica, deja muy claro que el capitalismo no desaparecerá por sí mismo y que se trata de una lucha entre el pasado y el futuro. Como dice Chapaev: “Todo será nuestro, y no mío o tuyo”. Hoy en día nos ha de llevar a un gran aprendizaje en el terreno de la lucha ideológica y política actuales. La táctica y la estrategia de Chapaev nos enseñarán a atenazar al enemigo opresor y explotador, primero rompiendo los cercos, como posteriormente en la batalla de Stalingrado, hasta acabar pulverizando a la clase capitalista.
Miguel Ángel Rojas