Estimados camaradas:
Agradecemos al Partido Comunista Portugués por la hospitalidad y saludamos a los representantes de los Partidos Comunistas que asisten el 15º Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros.
El KKE rinde homenaje al comunista Álvaro Cunhal, Secretario General del Partido Comunista Portugués, figura destacada del movimiento comunista con motivo del 100 aniversario de su nacimiento.
Álvaro Cunhal dedicó su vida a la lucha por los intereses de su clase, por la causa del socialismo; fue firme defensor del principio del internacionalismo proletario.
Las luchas de esta generación de comunistas son una inspiración para que continuemos nuestra lucha más decisivamente para llevar a cabo las tareas que tenemos, por el derrocamiento del sistema capitalista anticuado.
Estimados camaradas:
Los acontecimientos que estamos experimentando confirman la evaluación de que el capitalismo se pone continuamente más reaccionario y peligroso, da lugar a las crisis y las guerras. Condena a millones de trabajadores al desempleo, a la pobreza, no puede satisfacer las necesidades populares ampliadas.
Esta situación se manifiesta en todo el mundo y el Movimiento Comunista está obligado a hacer el mayor esfuerzo posible para su lucha ideológica, política y de masas independiente, para adquirir una estrategia revolucionaria unificada.
Consideramos que, precisamente, este asunto debe tener la debida posición en todas las discusiones de los Partidos Comunistas en combinación con la actividad coordinada sobre los problemas populares en conflicto con las fuerzas del capital.
Es necesario que el Movimiento Comunista responda a la cuestión básica, es decir con qué estrategia conseguirá una base sólida y podrá expresar lo mejor posible los intereses de la clase obrera, de los sectores populares en línea de conflicto con la barbarie capitalista; entendiendo el socialismo no como un objetivo del futuro lejano, sino como una cuestión de la actividad cotidiana ya que su actualidad se hace evidente en los problemas que sufren los pueblos.
Desde este punto de vista, queremos centrar nuestra atención en asuntos sobre los cuales se expresan diferentes opiniones, desacuerdos en el movimiento comunista, teniendo en cuenta que la posición que sostiene que podemos proceder “en base a lo acordado” lleva a una complacencia, no permite un estudio más profundo de las debilidades ni que se tomen medidas para tratar asuntos de importancia estratégica, necesarias para el reagrupamiento de los partidos comunistas, para que puedan cumplir con su papel como vanguardia de la clase obrera.
Primero, el problema de la crisis, que lo hemos tratado en encuentros internacionales anteriores pero lamentablemente observamos que todavía existen aproximaciones que hablan de “crisis del neoliberalismo”, de “crisis financiera”. Estas aproximaciones se limitan a culpabilizar una forma de gestión del capitalismo, absolviendo la gestión socialdemócrata, neokeynesiana, el propio sistema capitalista. Estas aproximaciones absolutizan el papel del capital bancario, subestiman el papel de los demás sectores del capital, ignorando la realidad de la fusión del capital industrial con el capital bancario, el papel del capital financiero que es un rasgo característico del capitalismo en su fase superior imperialista actual.
El problema es más profundo y tiene que ver con las leyes de funcionamiento del sistema. La crisis se manifiesta periódicamente en los Estados capitalistas cualquiera que sea la forma de la gestión burguesa.
Los pueblos se están enfrentando la crisis capitalista de sobreproducción, de sobreacumulación de capital cuyas precondiciones se crearon en condiciones de crecimiento de la economía capitalista.
La crisis capitalista que detiene la reproducción ampliada del capital social tiene su base en la contradicción fundamental del sistema, en el carácter social de la producción y la apropiación privada de sus resultados debido a que los medios de producción son propiedad capitalista. Precisamente esto es la fuente de la plusvalía y de la explotación, la fuente de l? anarquía y la desigualdad en el desarrollo que caracterizan al sistema.
El fortalecimiento de los monopolios, la internacionalización de la economía capitalista agudizan la anarquía en el desarrollo, intensifican las contradicciones y conducen a crisis más profundas, a una mayor competencia entre los grandes grupos empresariales y los Estados capitalistas, traen más cerca las guerras imperialistas.
Durante la crisis surgieron problemas que tienen que ver con la lucha de los Partidos Comunistas y del movimiento obrero y popular. Permítanos dar algunos ejemplos:
En Grecia, los gobiernos burgueses liberales y socialdemócratas, con la participación de la izquierda gobernante, han impuesto duras medidas antipopulares. Han firmado memorandos y convenios de préstamo con la UE, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional pero el ataque contra los derechos de los trabajadores y del pueblo no está exclusivamente relacionado con los memorandos, como sostiene el Partido de la Izquierda Europea y otras fuerzas del oportunismo, para apoyar la “línea antimemorándum” y exonerar en general la estrategia del capital.
La verdad es que las medidas adoptadas han sido incluidas en la estrategia de la Unión Europea, la estrategia de los monopolios, utilizando las reestructuraciones capitalistas desde principios de 1990. El objetivo de esta estrategia es el abaratamiento de la fuerza de trabajo, el fortalecimiento de la competitividad de los monopolios europeos contra sus competidores, sobre todo contra los grandes grupos económicos de las potencias capitalistas emergentes de China, de la India, de Brasil donde el precio de la fuerza de trabajo está a niveles muy bajos.
En este marco, las medidas antipopulares no se aplican solamente en Estados que han firmado un memorándum pero además en muchos otros Estados capitalistas, en Europa y en todo el mundo.
Durante la crisis se intensifica la confrontación sobre las diversas formas de gestión de la economía capitalista.
En Grecia se han formado dos bloques de fuerzas económicas y políticas. Un bloque tiene en su núcleo el gobierno de la ND y del PASOK junto con la UE, que está a favor de una política fiscal dura y el otro bloque tiene en su núcleo SYRIZA, el FMI y EE.UU., que apoyan una política fiscal más relajada con el fin de aumentar la financiación estatal de los monopolios. Estas propuestas de gestión responden a las necesidades de sectores particulares del capital y son parte de una competencia interimperialista más general.
En conclusión, podemos decir que cada forma de gestión burguesa sirve a la rentabilidad de los monopolios a través de la imposición de medidas antipopulares, la intensificación de la explotación de la clase obrera, el deterioro de la situación de los sectores populares.
En base de diferentes formas de gestión burguesa del sistema (liberal o keynesiana), se promueve la reforma del escenario político en Grecia para que la burguesía controle los desarrollos, impida la lucha de clases, interponga todo tipo de barreras en la lucha del KKE y del movimiento clasista. La reforma está expresada a través de la creación de un polo de la centroderecha que tiene como eje el partido liberal de la ND y un polo de la centroizquierda con SYRIZA.
Nuestro partido quiere informar a los partidos comunistas que el Partido de la Izquierda Europea y otras fuerzas oportunistas están tratando de manera planificada distorsionar la realidad y presentar SYRIZA como fuerza a favor del pueblo que lucha por los intereses de los trabajadores contra el capital. La verdad es que SYRIZA, una formación oportunista convertida en un pilar de la gestión socialdemócrata, cuenta con el apoyo de sectores de la burguesía, defiende el capitalismo y la Unión Europea. Es el partido que ha ensalzado la política de Obama como progresista y fomentó el mito de que tras la elección de Hollande en Francia soplaría un nuevo viento para los trabajadores en Europa.
Un elemento de la reforma del sistema político burgués en Grecia es además la organización fascista criminal del “Amanecer Dorado”.
El “Amanecer Dorado” es una creación del capitalismo y cuenta con el apoyo del Estado burgués y de sus mecanismos. Se ha desarrollado con la tolerancia de los partidos burgueses para funcionar como fuerza de represión del capital para atacar al movimiento obrero y popular, contra los comunistas.
Nuestro partido considera que el aislamiento, el aplastamiento del “Amanecer Dorado” es un asunto de la lucha organizada de la clase obrera, de la alianza popular. Esta lucha no se llevará a cabo por los llamados frentes antifascistas, según proponen algunas fuerzas burguesas y oportunistas, sino a través de la lucha que tiene como objetivo la eliminación de las causas que dan lugar al fascismo, el derrocamiento de la explotación capitalista, el conflicto con la UE que tiene como ideología oficial el anticomunismo y promueve la ecuación antihistórica del fascismo con el comunismo.
Segundo, la práctica demuestra que en condiciones de crisis capitalista se están agudizando las contradicciones interimperialistas, los antagonismos para la conquista de nuevos campos de inversión de capitales acumulados, el control de los recursos naturales. En este terreno se forman las causas de los conflictos militares, las intervenciones multiformes, lo que estamos experimentando en la región del Mediterráneo Oriental, del Medio Oriente, del Golfo Pérsico, del Mar Caspio, en muchas regiones del mundo.
El KKE se opone a las guerras imperialistas, lucha contra la implicación de Grecia y ha dejado claro que en todo caso, sea cual sea la forma que tome la participación de Grecia en una guerra imperialista, el KKE debe estar listo para dirigir la organización independiente de la resistencia obrera y popular, para conectarla con la lucha por la derrota de la burguesía nacional y extranjera como invasor.
El KKE debe tomar la iniciativa, en función de las condiciones particulares, para el establecimiento de un frente obrero y popular con la consigna: “El pueblo dará la libertad y la salida del sistema capitalista que, mientras predomina, trae la guerra y la “paz” con la pistola en la cabeza del pueblo”.
Esta posición tiene una importancia particular para el movimiento comunista internacional y protege a los pueblos del atrapamiento por uno u otro sector de la burguesía, por una u otra alianza imperialista. Esto es aun más importante, ya que durante los últimos años están intentando promover la percepción del llamado “mundo multipolar” y plantear dilemas falsos que apuntan a la manipulación de los pueblos y en su implicación en las competencias interimperialistas.
Tercero, la postura de los comunistas y de los pueblos ante el sistema imperialista y las uniones imperialistas es de gran importancia.
Al hablar del imperialismo como fase superior del capitalismo, Lenin hablaba en primer lugar de la base económica del sistema, el dominio de los monopolios. En su obra “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, mencionaba que:
“Sin haber comprendido las raíces económicas de ese fenómeno, sin haber alcanzado a ver su importancia política y social, es imposible dar el menor paso hacia la solución de las tareas prácticas del movimiento comunista”.
Esta posición es de suma importancia para nuestro análisis.
La Unión Europea no es peligrosa solamente debido al curso de “unificación” (integración), sino además por el hecho que es una unión interestatal imperialista de los monopolios. Tanto la Unión Europea así como las demás uniones que se formaron en Asia o América Latina, así como los BRICS, tienen una base económica determinada, se basan en la cooperación, en la unión de la fuerza de los grandes grupos económicos monopolistas y a pesar de las contradicciones que se manifiestan en sus filas, el criterio básico es su propio interés, el control de los mercados y como consecuencia están en contra de los pueblos y sus intereses.
El imperialismo no es solamente una política exterior agresiva, es el capitalismo en su última fase, en la fase superior; es el sistema en que se incorporan los Estados capitalistas y toman su posición según su fuerza económica, militar y política.
En estas condiciones es muy importante tratar los asuntos de “dependencia” y de “soberanía” sobre una base clasista. Hay que empezar a discutir este tema, debemos ocuparnos de esto porque tiene consecuencias políticas graves; si lo tratamos de manera equivocada eso puede conducir al apoyo de soluciones de gestión y a una política de alianzas con sectores de la burguesía, con fuerzas políticas que defienden el sistema de explotación.
El 19º Congreso del KKE considera que en el marco del desarrollo desigual “el capitalismo en Grecia está en su fase imperialista de desarrollo, en posición intermedia en el sistema imperialista internacional, con fuertes dependencias desiguales de los EE.UU. y la UE”.
El asunto básico es el desarrollo desigual del capitalismo que forma relaciones de dependencia e interdependencia desigual y por esta razón las posiciones que presentan Grecia, así como otros Estados con posición inferior en la pirámide imperialista como Estados ocupados, como colonias, son infundadas.
Por supuesto, mientras la burguesía tiene las riendas del poder, construye relaciones internacionales en función de sus propios intereses y en esta base cede derechos de soberanía. Los conceptos de la “independencia”, de la “soberanía” son conceptos con contenido clasista y deben ser tratados en una dirección que destaca que la clase obrera con su propio poder puede convertirse en el dueño de su país, elegir el camino de desarrollo que corresponde a sus propios intereses y construir relaciones internacionales correspondientes, retirándose de la UE, de la OTAN y de otras uniones imperialistas.
Además, queremos destacar que las colonias como elemento de la trayectoria histórica del capitalismo, han desaparecido. Esto es una realidad innegable. El colonialismo fue derrocado por la lucha de los pueblos y la gran contribución del socialismo. Esta página ha cambiado pero desafortunadamente hoy día se están reviviendo posiciones que presentan las relaciones desiguales de los Estados capitalistas en el sistema imperialista como fenómeno de neo-colonialismo. Los países con un capitalismo monopolista desarrollado, con una burguesía fuerte y un Estado burgués, se caracterizan como nuevas colonias; se adopta pues una etapa intermedia como una forma de gestión burguesa para la solución de estos problemas.
Cuarto, el carácter de nuestra época es una cuestión clave para la elaboración de la estrategia revolucionaria. Los hechos objetivos demuestran que, independientemente del derrocamiento contrarrevolucionario del socialismo en la Unión Soviética y en los demás países socialistas, nuestra época sigue siendo la época de transición del capitalismo al socialismo.
¿Por qué? Porque el capitalismo está podrido, padece de contradicciones insuperables, ha agotado sus límites históricos. La aparición y el desarrollo de los monopolios, de las grandes sociedades anónimas, la aparición y el desarrollo de la clase obrera, la entrada del capitalismo en su fase imperialista, subrayan que han madurado las condiciones materiales que permiten la construcción de una nueva sociedad socialista-comunista. Este es un elemento clave del análisis marxista-leninista de los acontecimientos porque muestra la dirección de la lucha de los Partidos Comunistas que tienen la obligación de prepararse de manera multifacética para responder a la lucha por el socialismo-comunismo. Para contribuir a la maduración del factor subjetivo, a la preparación de la clase obrera como la clase que está en la vanguardia de la sociedad capitalista, para desempeñar un papel principal en la alianza con los sectores populares y reclamar su poder.
La formación de una conciencia política de clase no se puede hacer con las viejas herramientas para administrar el sistema. En la época de transición del capitalismo al socialismo no hay lugar para posiciones políticas que atrapan a la clase obrera en la gestión burguesa a través de la forma de etapas intermedias entre el capitalismo y el socialismo, no hay lugar para posiciones políticas que apoyan la participación en uno u otro gobierno de gestión burguesa que aparece con la denominación de “izquierda” o “progresista”.
El poder será o burgués, es decir capitalista, u obrero. Los medios de producción serán propiedad capitalista o social. Las soluciones en el marco del sistema, a pesar de las intenciones, no sólo no constituyen una forma de acercamiento a la solución socialista sino que favorecen la perpetuación del capitalismo, ganan tiempo, fomentan ilusiones a los trabajadores.
Nuestro partido no subestima en absoluto la experiencia histórica. Toma seriamente en consideración la complejidad de los procesos políticos y sociales.
Estudia los acontecimientos en Chile, así como en Portugal de la década de 1970, estudia la experiencia reciente en Chipre y los acontecimientos en América Latina.
Según este estudio podemos decir, de modo documentado y en base al resultado que ninguna solución de gestión no ha sido confirmada como un camino de transición al socialismo, y no podría haber sido de otra manera. Porque este camino perpetúa la contradicción entre capital y trabajo; no puede impedir las crisis capitalistas, el desempleo, la explotación, porque se mantienen las causas que los generan, porque el criterio de desarrollo es la ganancia capitalista.
La opción de las etapas intermedias viola una posición comúnmente aceptada: la posición de que entre el capitalismo y el socialismo-comunismo no existe un sistema socioeconómico intermedio, un poder político intermedio.
Por supuesto, los comunistas luchan dentro de los parlamentos burgueses para la promoción y defensa de los derechos populares en combinación y con prioridad a la actividad extraparlamentaria, pero eso no tiene ninguna relación con la adopción de la percepción parlamentaria que siembra confusiones que podría surgir una solución a favor del pueblo a través de las instituciones burguesas.
El camino parlamentario, que ha sido ensalzado históricamente por las fuerzas oportunistas, es uno de los factores más significativos de la asimilación de los Partidos Comunistas fuertes, de disminución de las exigencias de los trabajadores.
La historia enseña.
La lógica de las reformas y el rechazo del camino revolucionario, el rechazo de la revolución socialista es un retroceso doloroso y negación del elemento más básico que caracteriza a un partido comunista
La lucha de clases tiene sus propias leyes que se basan en la contradicción entre capital y trabajo, que tiene un carácter universal y se refiere a todos los Estados capitalistas. La lucha de clases no se limita al desarrollo de luchas para determinar las condiciones de venta de la fuerza de trabajo; se determina por la cuestión de la abolición de la explotación capitalista, de la lucha por la conquista del poder.
El Partido Comunista en cada país tiene la obligación de estudiar la situación específica, el desarrollo del capitalismo, el desarrollo de las ramas y los sectores de la economía, los cambios en la superestructura, la estructura clasista y social para trazar su estrategia revolucionaria. Pero esto es distinto de las posiciones que en el nombre de las particularidades nacionales, cancelan la estrategia revolucionaria y sustituyen la lucha por el socialismo con soluciones gubernamentales y una política de alianzas que corresponden a la gestión burguesa.
Abordar el socialismo simplemente como una posición declarada causa un gran daño. Subestima el propio objetivo estratégico, el objetivo que determina la táctica, la postura general de los Partidos Comunistas, el trabajo en el movimiento obrero y popular, la política de alianzas.
El “Eurocomunismo” y las demás corrientes oportunistas en sus declaraciones programáticas se referían al socialismo pero su línea política negaba el camino revolucionario. En nombre de las particularidades nacionales luchaban contra las leyes de la revolución y la construcción socialista. En las obras de Carillo y Berlinguer aparece el término socialismo privado de su esencia: sin el poder obrero, la dictadura del proletariado, sin la socialización de los medios de producción y la planificación central. Hablaban de la reforma, de la democratización del Estado burgués, de la dictadura de los monopolios, fomentaban ilusiones acerca de soluciones a favor del pueblo a través del camino parlamentario, a través del gobierno burgués, la alianza con la socialdemocracia.
Hoy día, han aparecido plataformas oportunistas, igualmente peligrosas como el “Eurocomunismo”, que se oponen al socialismo científico como es el “socialismo de mercado”, el “socialismo del siglo 21”. Se habla de una “economía social”, se busca la utopía de un capitalismo humanizado. En algunos casos en el nombre de la “globalización” se pretende disminuir o rechazar la lucha de clases a nivel nacional que tiene importancia significativa.
En todo caso, el frente contra el oportunismo es un elemento de la confrontación con el sistema capitalista, con el imperialismo, y la tolerancia o el retroceso tienen un efecto corrosivo a expensas del movimiento comunista y de su perspectiva.
El llamado Partido de la Izquierda Europea está formando redes en todo el mundo con la financiación de la UE causando un gran daño al movimiento comunista; es un vehículo que promueve la estrategia de la UE en el movimiento obrero, que está indisolublemente ligado con la socialdemocracia y debe ser tratado de una manera ideológica y política estricta.
Sus fuerzas principales celebraron el derrocamiento del socialismo y en cuanto al anticomunismo se identifican con todo tipo de fuerzas reaccionarias y burguesas en el nombre del “anti-estalinismo”.
En conclusión, podemos decir que el contenido clasista, y por lo tanto, el contenido actual de la lucha ideológica, política y de masas en estos días está determinado por la ruptura y el conflicto con los monopolios y el sistema capitalista, con las organizaciones imperialistas. Está determinado por la organización de la clase obrera en los centros de trabajo, la formación de la alianza con los sectores populares, la preparación multifacética por el derrocamiento del capitalismo, por la sociedad socialista-comunista, por la abolición de la explotación del hombre por el hombre.
Debemos reflexionar sobre el hecho de que Marx y Engels en su época, en la época de las revoluciones burguesas, hablaban de la lucha ideológica y política independiente de la clase obrera. Debemos tomar en cuenta su estudio profundo de la experiencia de la Comuna de París de 1871 y que hablaban de la necesidad del poder obrero, la destrucción del Estado burgués.
Debemos reflexionar sobre la experiencia de la Gran Revolución Socialista de 1917 y contribuir para adaptar las direcciones programáticas de los Partidos Comunistas, su estrategia a los requisitos de nuestra época.
“El imperialismo es la antesala de la revolución social del proletariado”, destacaba Lenin.
La situación revolucionaria se estableció después de la Primera Guerra Mundial en Alemania, en Hungría, en Eslovaquia, en Italia. En 1944 la situación revolucionaria se estableció en Grecia, pero esta posibilidad no se transformó en realidad.
El factor crucial para librar una batalla decisiva es la pronta preparación de los Partidos Comunistas y de la clase obrera para las duras confrontaciones clasistas que corresponden a las necesidades de nuestra época.
El carácter democrático burgués de la revolución correspondía al período del derrocamiento del feudalismo, cuando la burguesía era una clase revolucionaria. Ahora, el capitalismo ha sustituido el feudalismo, la contradicción básica entre capital y trabajo se está agudizando.
En el programa del KKE, que fue aprobado por unanimidad en el recién 19º Congreso, se destaca que: “El pueblo griego se liberará de las cadenas de la explotación capitalista y de las uniones imperialistas cuando la clase obrera con sus aliados lleve a cabo la revolución socialista y avance a la construcción del socialismo-comunismo.
El objetivo estratégico del KKE es la conquista del poder obrero revolucionario, es decir, la dictadura del proletariado, para la construcción socialista como fase inmadura de la sociedad comunista.
El cambio revolucionario en Grecia será socialista.”
Las fuerzas motrices de la revolución socialista serán la clase obrera como fuerza dirigente, los semiproletarios, los sectores populares oprimidos de los trabajadores autónomos en la ciudad, el campesinado pobre que se ven negativamente afectados por los monopolios.
En el programa del KKE se analiza la cuestión de los factores objetivos que pueden llevar a una situación revolucionaria (los de abajo no quieren vivir como antes, los de arriba no pueden gobernar como antes). Se da un énfasis particular en la profundización de la crisis capitalista y la implicación de Grecia en una guerra imperialista; se traza el camino para la preparación del Partido y del movimiento obrero y popular.
El KKE y el PAME juegan un papel dirigente en la lucha de clases y tienen una contribución significativa al desarrollo de decenas de movilizaciones y huelgas y varias otras luchas. Sin embargo, cabe destacar que el movimiento obrero y popular no estaba bien preparado y organizado para hacer frente a la agresividad del capital en las condiciones de la crisis capitalista. La correlación de fuerzas negativa, la influencia del sindicalismo pactista y amarrillo, el papel del oportunismo, de la socialdemocracia, de la aristocracia obrera, que apoyan la estrategia del capital, son factores cruciales.
Hoy día, en condiciones de situación no revolucionaria nuestro partido da prioridad:
Al reagrupamiento del movimiento obrero para que sea capaz de satisfacer las necesidades de la lucha de clases, para que la clase obrera cumpla con su papel como la clase de vanguardia en la sociedad, como vehículo del cambio revolucionario.
El reagrupamiento del movimiento obrero significa sindicatos fuertes, masivos que luchen en dirección clasista, que se apoyen a los obreros, los trabajadores jóvenes, las mujeres, los inmigrantes, con procesos colectivos que aseguren la participación en la toma y la aplicación de las decisiones. El fortalecimiento del PAME, de la agrupación clasista en el movimiento obrero, el cambio de la correlación de fuerzas a expensas de las fuerzas del reformismo, del oportunismo, del sindicalismo pactista y amarrillo, que son vehículos del diálogo social.
Organizaciones partidistas fuertes en las fábricas, en las empresas de importancia estratégica.
El movimiento obrero debe luchar por cada problema de la clase obrera de modo combativo y organizado, teniendo como criterio las necesidades actuales, consiguiendo una orientación de enfrentamiento con las fuerzas del capital por el derrocamiento de la explotación capitalista, logrando un alto nivel de unidad de clase.
La clase obrera con su postura de vanguardia debe ser el protagonista en la construcción de la alianza social que responde a la cuestión cómo se organizará la lucha por la confrontación de las medidas antilaborales y antiobreras bárbaras, cómo se organizará el contraataque popular.
La Alianza Popular expresa los intereses de la clase obrera, de los semiproletarios, de los trabajadores autónomos y de los campesinos pobres, de los jóvenes y de las mujeres de sectores obreros y populares en la lucha contra los monopolios y la propiedad capitalista, contra la integración del país en las uniones imperialistas. La Alianza Popular es social y tiene características de movimiento, en una línea de ruptura y derrocamiento.
Hoy día, se está formando en la base de la lucha común del PAME, la agrupación clasista en el movimiento obrero, PASY en los campesinos, PASEVE en los trabajadores autónomos, MAS en los estudiantes, OGE en las mujeres.
Lucha por los salarios y las pensiones, por un sistema de salud, bienestar y educación exclusivamente público y gratuito, por todos los problemas obreros y populares.
Defiende la opinión de que la lucha por una salida de la crisis favorable al pueblo es inextricablemente ligada con la retirada de la UE, la cancelación unilateral de la deuda pública.
La lucha por la retirada de la UE está ligada a la lucha contra el poder de los monopolios y la lucha de la clase obrera y de sus aliados por el poder obrero y popular.
La Alianza Popular adopta la socialización de los medios de producción concentrados, la planificación central, el control obrero y social.
El proceso de agrupar a la mayoría de la clase obrera con el KKE y de atraer a sectores avanzados de las capas populares tendrá varias fases. El movimiento obrero, el movimiento de los trabajadores autónomos en las ciudades y de los campesinos y la forma de expresión de su alianza, de la alianza popular, con objetivos antimonopolistas-anticapitalistas, con la actividad avanzada de las fuerzas del KKE en condiciones no revolucionarias, son la primera forma para la creación del frente obrero revolucionario en condiciones revolucionarias.
En condiciones de situación revolucionaria, el frente obrero-popular revolucionario con todas las formas de actividad puede convertirse en el centro del levantamiento popular por el derrocamiento de la dictadura de la burguesía, para que prevalezcan las instituciones revolucionarias que toman en sus manos la nueva organización de la sociedad, el establecimiento del poder obrero revolucionario que tiene como base la unidad de producción, los servicios sociales, la unidad de administración, la cooperativa de producción.
Bajo la responsabilidad del poder obrero:
Se socializan los medios de producción en la industria, en la energía, en el abastecimiento de agua, en las telecomunicaciones, en las construcciones, en las reparaciones, en los medios de transporte público, en el comercio mayorista y minorista, en el comercio de importación y exportación, en la infraestructura de turismo y de restauración.
Se socializa la tierra, los cultivos agrícolas capitalistas.
Se elimina la propiedad privada y la actividad económica en la educación, en la sanidad, el bienestar, la cultura y los deportes, en los medios de comunicación masivos. Se organizan exclusivamente como servicios sociales.
Se desarrollan unidades de producción estatales para la producción y el procesamiento de productos agrícolas.
Se promueve la cooperativa de producción agrícola.
La planificación central incorpora la fuerza de trabajo, los medios de producción, las materias primas e industriales y otros materiales, en la organización de la producción, de los servicios sociales y administrativos. Es una relación de producción y distribución comunista que vincula a los trabajadores con los medios de producción, los organismos socialistas.
El derrocamiento del socialismo ha sido un golpe duro al movimiento comunista y las causas del derrocamiento nos enseñan que el respeto esencial a las leyes científicas de la construcción socialista, la observancia de los principios revolucionarios de creación y funcionamiento de los Partidos Comunistas, la vigilancia ideológica y política para la prevención de errores y desviaciones oportunistas. Este es un deber de gran importancia. Pero la contrarrevolución no puede ensombrecer la contribución histórica insustituible del socialismo que fue construido en el siglo 20, al progreso social. La postura de cada partido comunista se juzga sobre el asunto de la defensa del socialismo contra los ataques calumniosos de las fuerzas burguesas y oportunistas.
Estimados camaradas:
El KKE, que asumió la responsabilidad de la organización de los encuentros internacionales después de la contrarrevolución, continuará su esfuerzo por la acción conjunta y la formación de una estrategia revolucionaria unificada del movimiento comunista, a pesar de las dificultades.
Continuará contribuyendo a los Encuentros Internacionales de los Partidos Comunistas insistiendo en la preservación de su carácter comunista y en oposición con opiniones o planes que apoyan la transformación de los encuentros en un espacio de la “izquierda”.
Nuestro partido se opone decisivamente a la transformación del Grupo de Trabajo en “centro de dirección”, directa o indirectamente, y rechaza la adopción de posiciones que violan los principios comunistas probados, presentando posiciones que conducen al apoyo de la gestión burguesa.
El KKE, como siempre, dedica sus fuerzas para la coordinación de la lucha de los Partidos Comunistas en Europa y considera que la Iniciativa de Partidos Comunistas y Obreros por el estudio y la investigación de asuntos europeos, por el fortalecimiento de la lucha contra la UE imperialista es un gran logro.
En condiciones de crisis del movimiento comunista, nuestro partido apoya la idea de la creación de un polo Marxista-Leninista distintivo y apoya el esfuerzo de la “Revista Comunista Internacional” en que participan las revistas de 11 Partidos Comunistas.
8-9 de noviembre de 2013