Los y las pensionistas se concentraron este lunes en las capitales y otras localidades vascas entre medidas de distanciamiento social y con un recuerdo y reivindicaciones por los fallecimientos por coronavirus entre este segmento de la población. La semana pasada se evidenció la situación del colectivo y la manera dramática en la que ha sido diezmado, al hacerse públicos los datos sobre el descenso en el número de pensiones. Se constata que como consecuencia de la pandemia en Bizkaia hay en mayo 1.020 perceptores de pensiones menos, en Gipuzkoa 696 y en Araba 196. La tónica general ha sido esa en todos los lugares,
En las concentraciones han recordado a las personas mayores fallecidas y han pedido conocer el efecto real de la pandemia del covid-19 en las residencias. Además han asegurado que no permitirán que se recorte en materia pública, en salud y pensiones, porque consideran que existen recursos suficientes para no hacerlo.
La concentración de Alderdi Eder en Donostia ha tenido el lema «Mayores Dependientes en casa y en residencias vida y dignidad» y han pedido a la Diputación una revisión del modelo de cuidados en las residencias del territorio para que no se repitan «las tragedias que han dado lugar a tanto dolor y sufrimiento» y que han dejado al menos 167 fallecimientos en las residencias de Gipuzkoa.
El colectivo de pensionistas también se ha concentrado este lunes de nuevo ante el Ayuntamiento de Bilbo y una de sus representantes, Andrea Uña portavoz de los/as pensionistas vizcaínos, ha asegurado que han salido a defender sus demandas «exactamente igual que en las otras dos semanas», para acompañar a los familiares de las personas ingresadas en residencias de mayores y a sus amigos, y realizar un homenaje al personal sanitario y auxiliares que han realizado su labor durante la pandemia.
Se trata de concentraciones «simbólicas» todas ellas, en la medida en que «todavía no se puede hacer un llamamiento» a las concentraciones que se realizaban con anterioridad y se hacen «cumpliendo la normativa sanitaria», que incluye una separación de dos metros y el uso de mascarillas.
Oposición ante los recortes
Andrea Uña se ha referido también a la «crisis que se nos viene encima» y a los «vaticinios» que apuntan a que las pensiones «no son sostenibles». Ha señalado que «no vamos a permitir que seamos siempre los mismos los afectados y que se recorte en lo público, tanto en la salud como en las pensiones», porque consideran que existen recursos.
Según ha dicho, en todas las crisis se ha demostrado que «los ricos se hacen más ricos y los pobres, más pobres». Al mismo tiempo, ha criticado los «diez años de recortes» y ha asegurado que «ante esta pandemia y esta tragedia, van a seguir en la calle».
Ha asegurado también que sus reivindicaciones como pensionistas, entre las que se incluyen el sueldo de 1.080 euros, «no han cambiado», aunque en estas concentraciones simbólicas se están centrando en las residencias, porque existe «muchísimo dolor. No se puede pasar página y no se puede hacer como que no pasa nada. Ahora más que nunca se reivindica algo de urgencia para paliar todo esto que está pasando y que nunca más se repita».
Otro portavoz, Jon Fano, remata diciendo que « es necesario que de una vez por todas el problema de las residencias y de la atención a domicilio de los mayores sea resuelto», lo cual exige «invertir más» en medios e infraestructuras, así como en aumento de plantillas.
Fuente: redacción UyL. Naiz.eus