Las mujeres estamos cansadas de reclamar el cese de la violencia machista, cansadas de contabilizar año a año asesinadas, lesionadas y amenazadas. Cansadas de las políticas capitalistas que ninguna eficacia práctica están teniendo en la erradicación de un problema que no sólo puede contar con medidas de carácter judicial o penal pues frente al machismo, causa fundamental de la violencia, nada se está haciendo por parte de aquellos cuya línea política es mantener y profundizarla rentable división sexual del trabajo en el marco de la crisis capitalista.
Estamos cansadas de intentar visibilizar, frente al feminismo institucional vendido al subvencionismo, que lo que sucede en la base material económica es determinante para el aumento de la violencia machista, que las penurias económicas y empobrecimiento de la clase obrera y capas populares conllevan ocultar situaciones de violencia, como se demuestra de la disminución del 5,1 % en las denuncias presentadas durante el primer trimestre del año 2013. La reforma laboral, la reforma de las pensiones, la rebaja de los salarios, el contrato a tiempo parcial y la gran tasa de paro femenina,junto con los problemas para acceder a una vivienda digna y los continuos desahucios, llevan a las mujeres trabajadoras a la miseria, a la falta de expectativas de una vida digna, a depender económicamente de maltratadores y por ende hace imposible su salida de esa situación agónica en el marco capitalista.
Cansadas de ser estigmatizadas por quienes se escudan en la existencia de denuncias falsas para negar la violenta realidad de millones de mujeres,denunciamos también el alarmante aumento de la violencia de género acometida por menores, un 33% con respecto al año anterior, relacionado directamente con los recortes y contrarreformas en la enseñanza. Los recortes en sanidad también están provocando mella en las mujeres, tanto desde el punto de vista de prevención de enfermedades de género como en la interferencia en nuestros derechos reproductivos como la futura Reforma del Aborto, donde el PP y la Iglesia Católica pretenden volver al más cruel y duro pasado, donde las ricas abortan y las trabajadoras se mueren en el intento.
Las mujeres víctimas de violencia están sufriendo en carnes propias los recortes, pues se están cerrando casas de acogida, se están limitando recursos destinados a su protección y se están limitando los servicios jurídicos sociales y económicos con los que antes se contaba. Cansadas del trato que las víctimas de violencia de género tienen en juzgados y comisarias, donde son continuas las interferencias en sus decisiones, cuestionando sus actuaciones, sus motivaciones y la idoneidad en sus denuncias, entrometiéndose cual “tutores” en la vida de las víctimas victimizándolas aún más sin ofrecer el apoyo necesario en esas situaciones.
El 25 de noviembre, día internacional contra la violencia de género, las mujeres trabajadoras saldremos a denunciar y a luchar frente a esta injusticia, señalando la inestimable unión entre capitalismo y los mecanismos de opresión de la mujer, cómo fuente del machismo y de su violencia estructural.La lucha es el único camino, una lucha que aglutine a cientos de miles de mujeres trabajadoras que, junto al resto de la clase obrera, logren socializar los medios de producción y, con ellos, el trabajo reproductivo, levantando un Estado Socialista que se convierta en instrumento de combate contra los residuos de la sociedad clasista y del machismo y su violencia.
Alejandra Gutiérrez