Declaración del Polo de Renacimiento Comunista en Francia (PRCF) – 6 de diciembre de 2019

Por Georges Gastaud, secretario nacional, Fadi Kassem, secretario nacional adjunto, Jo Hernández, secretario de la comisión luchas del PRCF y Gilliatt de Staërck, responsable nacional de los Jóvenes para el Renacimiento Comunista en Francia (JRCF)

Después del movimiento pre-insurreccional de los Chalecos Amarillos y de las incesantes luchas del verano y del otoño de 2019 (hospitalarios, bomberos, correctores del bachillerato, trabajadores precarios, etc.),en Francia se desarrolla un movimiento muy combativo de lucha por la retirada del proyecto Macron de destrucción de las pensiones por reparto, con huelga mayoritaria en numerosos sectores (transportes ferroviarios y urbanos, profesores, química…)llamamientos intersindicales a la huelga nacional, huelgas renovables votadas en Asambleas Generales (AG) profesionales o interprofesionales, bloqueo de refinerías, múltiples iniciativas en las universidades. Ya un millón y medio de trabajadores han desfilado en todas las ciudades grandes y medianas del país exigiendo la retirada pura y simple del proyecto Macron-Delevoye y una mejora general de la situación de los trabajadores jubilados presentes y futuros.

No sólo el martillaje mediático para aislar a los trabajadores del ferrocarril no ha"tomado" mayoritariamente, no sólo Laurent Berger, el muy amarillo secretario de la CFDT y actual presidente de la Confederación Europea de Sindicatos no logró romper la huelga, no sólo muchos trabajadores comprendieron que la «Jubilación por puntos» está diseñada para retrasar indefinidamente la jubilación y amputar continuamente las pensiones, pero cada vez más personas entienden que esta contrareforma patrocinada por la Unión Europea (UE) y respaldada por el MEDEF es sólo un elemento del "paquete" de contrareformas destinadas a arañar los logros sociales de 1945 para sustituirlos por una sociedad totalmente desigual, alineada con las normas regresivas de la Europa alemana denominada «Ordo-liberal» y del contramodelo anglosajón. Por otra parte, es porque empiezan a comprenderlo que un número importante de jóvenes, incluidos los estudiantes de secundaria, es probable que se involucre en el movimiento a pesar del lavado de cerebro europeísta y del anticomunismo de Estado que les extienden los medios de comunicación dominantes y los programas escolares oficiales. Por ello, en su panfleto nacional difundido en las manifestaciones, el PRCF llama a los trabajadores a rechazar el anticomunismo y el antisoviético de retardo, estos venenos mortales para el movimiento obrero; un veneno que el Parlamento Europeo pretende ahora, de manera totalitaria, imponer desde Ucrania hasta Atlántico con su vergonzosa moción de septiembre pasado.

Los militantes del PRCF se han comprometido dinámicamente en este movimiento, no sólo como actores, asalariados, jubilados, estudiantes, desempleados, sindicalistas de clase, pero como militantes del Renacimiento comunista portadores de una perspectiva de vanguardia: la de la reconstrucción del partido comunista de combate en Francia, del apoyo resuelto al sindicalismo de clase y de una estrategia de ruptura que articula el Frexit progresista, la nacionalización de los sectores-claves de la economía, la multiplicación de las cooperaciones internacionales mutuamente provechosas y la marcha revolucionaria al socialismo para nuestro país.

En efecto, es vital denunciar – lo que rechazan la «izquierda», la «extrema izquierda» y las confederaciones euro-formateadas – el papel ultranegativo de la UE: ésta ha en efecto muy oficialmente «recomendado» la instauración en Francia de un régimen de jubilación único para "economizar miles de millones", con el fin de preservar la sujeción del euro al Marco fuerte y acelerar el «reembolso» de la supuesta deuda «adeudada» por Francia a los mercados financieros. Por tanto, es necesario romper las cadenas de la Unión Europea y de las demás instituciones del capitalismo globalizado (FMI, OMC, OTAN y futuro «ejército europeo») para restaurar la soberanía nacional; establecer una verdadera soberanía popular centrada en el mundo del trabajo, nacionalizar las grandes empresas del CAC-40, retomar el camino del progreso social y del «producir en Francia», hoy ampliamente destruido, pasar de verdad a la «transición ecológica», iniciar cooperaciones internacionales mutuamente beneficiosas, dinamizar Europa de las luchas y despejar el camino del socialismo-comunismo para nuestro pueblo.

En estas condiciones, el PRCF hace un llamamiento a sus organizaciones y activistas para que continúen comprometerse prioritariamente en el éxito de la mano de hierro en curso mostrando que dos coherencias sociopolíticas se enfrentan «bloque a bloque» en nuestro país. No se trata de las complementarias, antisindicales, anticomunistas y opresivas, del «neoliberalismo» de Macron (cada vez más policial, fascista y liberticida) y del «patriotismo» lepenista (cada vez más abiertamente «euro-compatible») pero las que componen, por una parte,

  • la marcha neoliberal hacia la “eurodisolución” atlántica y fascista de nuestro país y de las conquistas progresistas de nuestro pueblo,
  • y, por otra parte, una reconstrucción de nuestro país «poniendo el mundo del trabajo en el corazón de la nación» (como decía el programa del Consejo Nacional de la Resistencia) hasta la expropiación del gran capital y la construcción de una sociedad socialista.

En el plano de la táctica de las luchas, los militantes del PRCF llevan ante todo en las luchas un mensaje de democracia obrera y sindical: sin ceder en nada al antisindicalismo primario, es la tarea de los huelguistas y de las AG profesionales e interprofesionales de

  • coordinarse y gestionar el movimiento hasta la retirada del proyecto Macron,
  • exigir que las confederaciones sindicales dejen de avalar el «diálogo social» bidón de Macron y que dejen de buscar un ilusorio «sindicalismo reunido» con la dirección amarilla de la CFDT
  • promover por sí mismos, independientemente de la pseudo- «concertación» institucionalizada, reivindicaciones anticapitalistas y antimaastrichtianas portadoras de progreso, de empleo, de reducción de las desigualdades, la democracia y la protección social para todos.
  • desarrollar un máximo de contactos entre profesionales, entre trabajadores de los transportes (Mer, Air, Rail, Route, Juntos), entre trabajadores del sector público y privado, entre activos, desempleados, estudiantes y pensionistas, precarios y estatutarios, entre franceses y trabajadores inmigrantes, incluidos los trabajadores sin documentados.

Construir la convergencia de las luchas exige también, a través de las movilizaciones de la próxima semana, llamar a una gigantesca manifestación unitaria de combate en París, por qué no en los Campos Elíseos, para que juntos, sin renunciar a su legítima diversidad, los sindicatos de lucha, los Chalecos Amarillos, los militantes políticos de organizaciones progresistas piden con una sola voz que se bloquee el beneficio capitalista para volver a poner a Francia en la senda del progreso social, la soberanía popular y las libertades democráticas. ¿Están destrozando nuestro país y nuestros logros? ¡Todos juntos y al mismo tiempo, detengamos sus ganancias!

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