El gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado recientemente un Decreto Ley de urgencia para permitir el cierre y el bloqueo de páginas web y medios de comunicación digitales, por iniciativa propia del Gobierno, sin la necesidad de intervención judicial. Los supuestos en los que el gobierno será capaz de ejercer de censor: "Orden público, seguridad pública y seguridad nacional", son tan abstractos que permitirán al gobierno clausurar virtualmente cualquier cosa sin ningún tipo de garantía legal.

La aprobación de este decreto con carácter de urgencia responde particularmente a la necesidad del gobierno de luchar contra el proceso que hoy se vive en Cataluña. Amparándose en la "seguridad ciudadana" el gobierno ha diseñado una ley ad hoc para censurar y amordazar cualquier iniciativa de protesta contra la persecución política y por la libertad de expresión. Pero seríamos muy cándidos si pensáramos que esta ley se ha diseñado sólo contra el proceso en Cataluña.

El gobierno de Pedro Sánchez ha aprovechado la coyuntura de protesta para aprobar una ley que le va a venir muy bien (a su gobierno, o cualquier otro que venga detrás) para perfeccionar el control de la comunicación de masas y censurar cualquier cosa que denuncie el enorme grado de descomposición del Estado Español o que cuestione todo el sistema de dominación de clase. Hoy es Cataluña, pero mañana serán las luchas obreras fruto de las enormes crisis de sobreproducción que tienen que llegar.

No es tampoco la primera vez que un gobierno del Estado Español crea una ley ad hoc contra un movimiento político. La Ley de Partidos se creó exclusivamente para liquidar partidos, asociaciones y medios de expresión en Euskal Herria, justo en su momento más álgido. Si uno lee la ley con detenimiento, partidos fascistas como Vox deberían estar ya ilegalizados y sus miembros en prisión preventiva por iniciativa de la Audiencia Nacional, como muchos compañeros y compañeras de Euskal Herria sufrieron y que siguen sufriendo en la actualidad.

En nombre de la "seguridad", en abstracto, los gobiernos capitalistas cierran el cerco sobre las libertades y se perfecciona el control de medios. Como comunistas, debemos denunciar y rechazar todas las formas de leyes mordaza, no sólo las que se producen en la calle, sino también las que apuntan a los medios libres de Internet, pues las luchas de emancipación obrera y de los pueblos que conforman el Estado Español no van a ser transmitidas en televisión.

Edgar Rubio

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