Camaradas, compañeros y compañeras, luchamos para vencer en la guerra general que la burguesía desata contra la clase obrera. Y esa clase obrera tiene una vanguardia organizada que es el Partido Comunista de los Pueblos de España.

Estamos luchando, compañeros y compañeras, en un momento histórico en que la oligarquía de este país tiene serias dificultades para mantener su sistema hegemónico de explotación sobre la clase obrera. Tiene una seria crisis económica, pero se le suma una seria crisis institucional que afecta a todos los aparatos del estado que no saben como contener. En esta situación de crisis general de la oligarquía, solo hay una preocupación que tienen estos oligarcas y esa preocupación central de la oligarquía de este país es la existencia del Partido Comunista de los Pueblos de España.

Hemos nacido hace 30 años para hacer la revolución socialista y después de 30 años de experiencia estamos en las mejores condiciones para dirigir ese proceso revolucionario. Sabemos cuales son las condiciones y las reglas del juego. Sabemos que la oligarquía no tiene piedad ninguna con la clase obrera. Sabemos que les arrebatan las viviendas a miles de personas a través de la sanguijuela bancaria. Sabemos que colocan cuchillas en las vallas de Melilla para que los inmigrantes africanos desesperados no puedan saltar las vallas. Sabemos que hacen terrorismo de estado y asesinan, cómplices del imperialismo internacional, en cualquier país del mundo, incluso en Mali con la socialdemocracia francesa que agredió a ese país recientemente. Sabemos que nos enfrentamos a un enemigo tremendamente poderoso, que condena hoy a seis millones de trabajadores y trabajadoras en este país a una situación de desempleo. Sabemos que nos enfrentamos a un enemigo que es capaz de arrebatarles 400 € de subsidio a una familia en paro de larga duración para conseguir que la banca declare que este año ha ganado un 80% más que el año pasado hasta el mes de septiembre. Sabemos que estos criminales, compañeros y compañeras, morirán matando. Pero nosotros estamos dispuestos a que mueran, más pronto que tarde.

Estamos viviendo con unas clases parásitas, incapaces de mantener ningún proceso de acumulación de capitales que no sea a través de un brutal ejercicio de la dictadura del capital, arrasando con todos los derechos individuales y colectivos de los pueblos y naciones de este país. Sabemos que lo que ellos llaman cuerpos de seguridad y del estado no son otra cosa que armas de represión contra las luchas de la clase obrera, asesorados por la CIA, asesorados por el MOSAD y por toda la red terrorista internacional que el capitalismo tiene organizada como una sola organización represiva de la lucha de la clase obrera.

Cuando estos días estalla el escándalo, dicen ellos, de las escuchas de la NSA, resulta que los otros contestan que la información se la dio el CNI y que les pasaban millones de escuchas de los ciudadanos y ciudadanas de este país. Lo que se está poniendo de manifiesto es que la palabra libertad en la boca de un capitalista es un auténtico insulto a ese derecho elemental de la clase obrera. Que no pueden utilizar ni la palabra libertad ni la palabra democracia esos asesinos terroristas.

Esos que dicen que la empresa privada la que funciona bien y que la empresa pública, que la propiedad colectiva, esa no funciona. Esos que dicen y hacen esa propaganda y hacen sus foros, la propaganda mediática y sus medios de comunicación todo el día hablando de lo magnífico que es la competencia y la propiedad privada. Pues resulta que sus principales empresas privadas, que es el sistema bancario español, estaba absolutamente en quiebra y tuvieron que llevarse todo el dinero de este país y arruinar a la clase obrera para mantener sus empresas privadas.

Ellos decían que el mercado lo resolvía todo y que lo que había que dejar es que funcionara el mercado. Y si hubo algo en los 13 años anteriores al verano del 2007 fue mercado y más mercado y producto del funcionamiento del mercado tenemos la más brutal crisis capitalista que vive el sistema capitalista español. No fue un mal funcionamiento del capitalismo lo que llevó a la crisis. No fueron banqueros corruptos o políticos parásitos los que llevaron a la crisis al capitalismo. Fue el natural funcionamiento del capitalismo, como dijo Marx hace 150 años, el que llevó otra vez a un paso más en la profundización de la crisis general del sistema capitalista.

Claro, necesitan impunidad. No hablemos de memoria histórica, no abramos viejas heridas. Pero nuestras cunetas siguen llenas de los cadáveres de los hijos de la clase obrera que defendieron la lucha por la república socialista en este país.

Ellos no quieren hablar de lo que no les interesa y dedican un esfuerzo mediático de 24h, 365 días de año a mentir, a engañar, a hacer propaganda anticomunista para que la clase obrera no se de cuenta de que tiene en sus propias manos la solución construyendo el socialismo, el poder obrero y la dictadura del proletariado. Pero en esta guerra general que la burguesía desata contra la clase obrera, va arrebatando uno tras otro los derechos que la clase obrera había conquistado en 150 años de lucha. Ahora nos quitan la negociación colectiva, se rebajan los salarios, en Panrico quieren despedir a miles de trabajadoras y trabajadores y reducir los salarios. En Panrico quieren despedir a miles de trabajadores y trabajadoras y rebajar los sueldos el 45%, pero ahí está la organización comunista y los Comités de Unidad Obrera luchando con los heróicos trabajadores de Panrico.

Y qué les preocupa a los capitalistas en esta situación. Qué les hace perder el sueño a los capitalistas en esta situación . Hay una cuestión esencial que es común a todos los capitalistas. El miedo de los capitalistas es que la clase obrera se vuelva revolucionaria. Que la clase obrera se incorpore al partido comunista y que en sus empresas haya miles de células del partido comunista organizando la lucha general de los trabajadores por el poder obrero y por la construcción del socialismo. Y nosotros estamos aquí, camaradas, para quitarle el sueño a la burguesía porque organizamos las luchas revolucionarias de la clase obrera y cuando, en medio de esa vigilia, la burguesía tenga un pequeño sueño que sea una pesadilla en la que sueñe que la clase obrera avanza en masa hacia su emancipación y la destrucción de las bases materiales del sistema capitalista.

Hoy la situación de la clase obrera, es una expresión que se oye con frecuencia, se usa inclusive a veces por camaradas que lo expresan así: es que estamos volviendo al siglo XIX. Es una imagen, yo lo se, pero no es cierta. Estamos volviendo al capitalismo del siglo XXI, al único capitalismo posible al final de su ciclo histórico, que es el del empobrecimiento masivo de la clase obrera, producto del alto desarrollo de las fuerzas productivas, en contradicción irresoluble con las relaciones de producción con la propiedad privada, eso es lo que está ocurriendo camaradas. No estamos yendo para atrás: estamos yendo para delante hacia un proceso de agotamiento del sistema capitalista donde se sentarán las bases para que la clase obrera organizada, con su partido comunista al frente, arrase, destruya y liquide históricamente al sistema capitalista y conquiste el poder obrero y empiece la etapa histórica de la civilización, de la construcción de la sociedad socialista y el comunismo.

Este es un sistema bárbaro, que cada día va a ser más bárbaro y más violento, que su explotación no tiene límites, que puede dejar que miles de inmigrantes desesperados y desesperadas naufraguen en las barcazas a las puertas del sistema capitalista o se mueran de sed en el desierto del Níger tratando de llegar a Argelia. No le hemos escuchado a los déspotas de este país ni una mínima palabra de condolencia por la muerte de estos hermanos y de estas hermanas. Es su negocio, compañeros y compañeras. Es su negocio contra nuestras vidas, contra nuestros derechos y contra nuestros trabajos. El capitalismo español está condenando a una generación de jóvenes al fracaso absoluto, a la perdida de toda esperanza y de toda posibilidad de desarrollar un proyecto de vida. Se ha dicho muchas veces: tenemos la generación joven mejor preparada que nunca tuvimos. Pero el capitalismo no puede usar esa fuerza de trabajo, porque si la emplea su crisis se agudiza más todavía.

Tenemos el más fantástico desarrollo tecnológico que nunca tuvo la humanidad, con los sistemas informáticos, con la electrónica, los sistemas de telecomunicaciones... que podrían servir para sentar las bases de una sociedad en la cual el conocimiento, las ideas, las propuestas del desarrollo futuro tuvieran un desarrollo impresionante. Tenemos un sistema productivo, creado en el capitalismo, con el cual seríamos capaces de producir agua potable para toda la humanidad entera o medicamentos para resolver enfermedades que, con una pastilla, salvarían la vida diariamente de miles y miles de personas y no es posible eso porque simple y llanamente el sistema capitalista es el propietario privado de todos esos medios desarrollados. No es posible porque el capitalismo quiebra si eso se utiliza a favor de la clase obrera y de la humanidad. Entonces qué sentido tiene la existencia del sistema capitalista. Qué justificación histórica tiene la existencia del sistema capitalista. Ya se acabó, compañeros y compañeras. Ese sistema ya se acabó. No ficción, no mentira. No hay ya democracia burguesa. No hay democracia de los capitalista. No hay libertad en el capitalismo. No hay posibilidades de desarrollo social y cultural en el capitalismo. No hay emancipación de la mujer, doblemente oprimida en el capitalismo. Se utiliza la fuerza de trabajo femenina para hacer dumping social y abaratar todavía más el precio de la fuerza de trabajo.

La lucha ideológica es un elemento central de la lucha revolucionaria hoy. La lucha ideológica, compañeros y compañeras, camaradas, significa rescatar al conjunto de la clase obrera y los sectores populares del pensamiento sumiso, del pensamiento conformista, del pensamiento resignado que hoy millones de trabajadores y trabajadoras tienen porque todavía no han alcanzado a comprender en su conciencia la posibilidad real, que se han creado ya las bases materiales, para empezar el tránsito del capitalismo al socialismo. La lucha ideológica tiene como objetivo central que la clase obrera cambie su subjetividad. Y si la clase obrera cambia su subjetividad se une, se pone en marcha y arrasa con ese enemigo inútil y estéril que condena a toda la humanidad a la pobreza, a la miseria, a la explotación y a la incultura.

Ellos han construido tremendos castillos de naipes. Tremendas estructuras que creen inexpugnables. Su Unión Europea, su OTAN, sus alianzas internacionales, su Fondo Monetario Internacional, su banco Mundial, que se permiten, altivos, decir a la clase obrera de este país que hay que hacer más esfuerzos, que hay que trabajar más y que hay que cobrar menos salario y que el despido tiene que ser gratuito, ahora dicen que el primer año, después tres años y después cinco años. Estas son sus fuerzas, sus alianzas. Nosotros construimos otras fuerzas y otras alianzas. Las estamos construyendo todos los días. Por eso nosotros tenemos un orgullo especial de que hoy podamos celebrar aquí en Madrid este mitin internacionalista que es expresión de la voluntad decidida de los partidos comunistas de avanzar unidos hacia la construcción del socialismo y hacia la destrucción del sistema capitalista. Nosotros construimos nuestros instrumentos de combate ideológico en la Revista Comunista Internacional. Nosotros construimos la práctica consecuente del internacionalismo proletario cuando hacemos acciones de solidaridad con la represión que sufren los camaradas de otros países, de otros partidos comunistas. Si nosotros avanzamos en esta práctica la clase obrera se vuelve cada día más fuerte. La clase obrera va ganando confianza en sus propias fuerzas. La clase obrera va despertando y viendo que en sus manos está su libertad, está su emancipación, y que ese proceso para la libertad y la emancipación tiene una dirección política sobre bases filosóficas y económicas científicas sustentadas en el marxismo-leninismo.

Nosotros decimos que no le reconocemos a nuestro enemigo de clase ningún carácter democrático y que son la expresión clara, más o menos disimulada, de la dictadura del capital, que es el sistema en el que vivimos. Nosotros respondemos con el poder democrático de la clase obrera que es la dictadura del proletariado. Hay una diferencia esencial, no solo una diferencia de clase, de quien ejerce el poder. Hay una diferencia esencial, de sustancia. La dictadura del capital tiene como objetivo central mantener la sociedad de clases para que una clase minoritaria, reducida y parásita pueda mantener explotada a una clase mayoritaria, que es la clase obrera. Esa es la justificación esencial de la dictadura del capital. La diferencia sustancial con la dictadura del proletariado, como poder democrático de la mayoría de la sociedad, es que la esencia fundamental de la dictadura del proletariado es la destrucción de la sociedad de clases, porque no queremos tener a ninguna clase explotada. Destruimos las clases para acabar con el sistema de explotación histórico y construir una nueva sociedad sustentada en bases materiales emancipadoras y liberadoras que es la sociedad socialista y comunista.

Avanzamos en ese proceso, compañeros y compañeras. Avanzamos, además, y lo tenemos que decir, porque siempre nos emocionan y siempre reconocemos las aportaciones heroicas de los combatientes y las combatientes revolucionarias que nos precedieron en la lucha en este país y en la lucha internacional del proletariado. Somos las continuadoras y los continuadores de la lucha heroica del proletariado de este país para acabar con el sistema capitalista, horizonte que la clase obrera vio más de una ocasión, que creyó tenerlo ahí, pero que la barbarie de la burguesía, de la manera más violenta y brutal, recurriendo al fascismo y al terrorismo de estado, destruyó las esperanzas de la clase obrera heroica que luchó en muchas ocasiones por la emancipación. Ahora son nuevas las condiciones. Ahora las condiciones están más maduras. Hemos avanzado. El movimiento comunista internacional lucha por recuperar sus señas de identidad, más rigurosas, más científicas. La clase obrera internacional está esperando una respuesta del movimiento comunista internacional que la oriente en su salida, en la lucha contra la barbarie capitalista y hacia su emancipación: estamos trabajando ahí. Tenemos una enorme confianza en la capacidad de la clase obrera, que lucha en cada situación, siempre heroicamente y con las herramientas que tiene a su alcance.

Hubo un tiempo en este país en que no se hablaba de revolución. Hubo un tiempo en este país, de desarme ideológico, en que no se hablaba de socialismo porque eso no se sabía cuando iba a llegar. Pero hubo un tiempo en este país, hace 30 años, de reorganización de las filas más conscientes de la clase obrera y se recupera el partido comunista marxista-leninista que habla de revolución, habla de socialismo y habla de toma del poder por parte de la clase obrera y cambia la situación subjetiva de la clase obrera.

Vamos a avanzar en todos los frentes. Vamos a luchar todos los días, 24 horas al día, 365 días al año por el poder obrero y por la sociedad socialista. Por crear Comités de Unidad Obrera que acabe con el fraccionamiento sindical de este país construyendo una fuerte unidad de clase. Vamos a luchar por la alianza de la clase obrera y con los sectores populares en el Frente Obrero y Popular por el Socialismo. Vamos a seguir luchando todos los días para construir una alianza comunista internacional que avance y lidere la lucha de la clase obrera sustentada en el internacionalismo proletario y en la construcción del socialismo.

Camaradas, compañeros y compañeras, les invitamos a vencer, les invitamos a la lucha para vencer, les invitamos a la lucha para la victoria, les invitamos a la lucha para acabar con el capitalismo, les invitamos a la lucha para cambiar el mundo.

¡Viva el Partido Comunista!

¡Viva los Colectivos de Jóvenes Comunistas!

¡Viva el internacionalismo proletario!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

¡Hasta la victoria siempre! ¡Venceremos!

 

Carmelo Suárez, Secretario General del PCPE (transcrito por redacción de UYL)

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