Resumen: En términos comparables, España es el tercer país de la Unión Europea con la factura de luz más cara, solo por detrás de Alemania y Portugal. En este artículo vamos a explicar por qué la luz en España tiene un precio más alto y cuáles son los motivos de estas subidas.

¿Quién determina el precio de la luz?

Desde la última reforma energética, los consumidores pueden elegir entre contratar la luz en el mercado libre, donde las empresas privadas dictan los precios, o en el mercado “regulado”, en el que el Estado fija los precios de la luz, pero siempre en base a los resultados de la subasta del mercado mayorista de la electricidad, también conocido como pool. La realidad es que las tarifas del mercado libre también pueden encarecerse en función de este mercado mayorista, por lo que podemos afirmar que es el pool quien determina, al menos, el precio más económico por la luz, salvo en muy contadas ocasiones en las que una comercializadora consigue mejorar la tarifa del mercado regulado, llamada tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). 

¿La culpa es de los impuestos?

A pesar de lo anteriormente mencionado, el precio resultante de las subastas solo determina el 35% sobre la factura de luz, mientra que un 40% está relacionado con peajes por transporte y distribución de electricidad, y un 25% son impuestos. ¿Significa esto que la luz es más cara en España por los impuestos?

Datos del Eurostat prueban que España es precisamente uno de los países con una menor tasa de impuestos sobre la electricidad, con un 21% sobre el precio de luz frente a más del 50% que pagan en Alemania o Dinamarca, pese a la reciente fin de moratoria del impuesto por generación eléctrica que el Gobierno prometió derogar. Entonces, si no son los impuestos, ¿por qué la electricidad es más cara en España?

El poder en unas pocas manos

Aunque las compañías eléctricas esgrimen que los precios varían según las condiciones climáticas, como las olas de calor o frío, o las sequías o falta de viento que disminuyen la oferta de energía hidráulica o eólica, las organizaciones de consumidores como Facua (Consumidores en Acción) y la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios ) apuntan a que las subastas no son transparentes y que no garantizan la libre competencia. Las cinco grandes empresas, Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol y EDP, son productoras, distribuidoras y comercializadoras a la vez, generando más del 70% de la electricidad y concentrando más del 80% de la compra, especialmente las tres primeras. Se compran y se venden a sí mismas, por lo que ellas deciden a qué coste se venden a sí mismas la electricidad. 

La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha denunciado en varias ocasiones, incluso multado, a las compañías eléctricas por prácticas más propias de un oligopolio que de un libre mercado. Competencia afirma que el precio de la luz se pacta al precio más caro en los despachos de las grandes empresas eléctricas, no obstante, la CNC no tiene capacidad para detener estas prácticas ya que los beneficios generados por estas son mucho mayores que cualquier multa. 

Además Competencia argumenta que en el mercado se presentan demasiados obstáculos para las nuevas compañías, por lo que de esta forma se perpetúa el oligopolio. A consecuencia de esto la luz siempre sube en España, un 85% en los últimos 15 años según datos de Facua, al contrario de lo que sucede en otros países.

Las tres mayores empresas, Iberdrola, Endesa y Naturgy ganaron 5.770 millones de euros en 2018

Un 14,3% más que en 2017, (datos del Comisión Nacional de Mercado de Valores) mientras que la demanda eléctrica solo aumentó un 0.4%, según las cifras de la Red Eléctrica Española.

Tal y como afirma un estudio del Observatorio de Sostenibilidad, los beneficios de las eléctricas españolas son mayores que los de las eléctricas de Alemania y Reino Unido, posicionándose de esta forma entre las empresas energéticas más rentables de Europa. ¿Y por qué estas prácticas se permiten en mayor medida que en el resto del continente? 

No existe una respuesta probada a esta pregunta, tan solo el hecho fortuito de que 25 altos ex-cargos del Gobierno, como presidentes, vicepresidentes y ministros han pasado a formar parte de las plantillas de las grandes eléctricas, destacando los casos de:

  1. Felipe González, contratado como consejero de Naturgy (ex-Gas Natural Fenosa) 
  2. José María Aznar, asesor de Endesa

Se trata de un fenómeno denominado como “puertas giratorias”.  Mientras tanto se prevé nuevas subidas del precio de la luz que afectarán en mayor medida a los consumidores con menos ingresos.

 


Publicado en www.companias-de-luz.com el 11 de julio 2019

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