Desde hace cuatro años, en Marzo del año 2015, una coalición internacional dirigida por EEUU, encabezada por Arabia Saudí y compuesta por Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Catar, Marruecos, Egipto, Israel, Reino Unido, Francia, España, Alemania y amparada por la necesidad "humanitaria" de la ONU, bombardean a una población que no llega a treinta millones de habitantes en un territorio de 528.000 kilometros cuadradados. Yemen.
La guerra se impuso acompañada de un bloqueo que aísla y mata silenciosamente. Cerca de cien mil victimas mortales y dos millones de desplazados es el saldo de la intervención bélica.
Veinticuatro millones de yemenitas (80% de la población) sufren hambruna.
A finales de 2018, la coalición imperialista bloqueó el puerto de Al Hudaydah, hasta ese momento el paso más importante para la ayuda humanitaria, condenando a miles de personas al hambre. En los tres primeros meses del año se han declarado ciento nueve mil casos de cólera, un tercio son niños. En el 2017, Yemen registró la peor crisis de cólera de la historia moderna, con más de un millón de casos en apenas ocho meses.
La ONU, con la hipocresía que acostumbra, al mismo tiempo que suplica a los agresores suavicen la dureza de sus agresiones, alerta de que en Yemen se puede producir la peor hambruna en el mundo de los últimos cien años.
En el lado de los agresores festejan la venta de armamento, Estados Unidos y Reino Unido vendieron a Arabia Saudi proyectiles de precisión e inteligencia operativa.
La multinacional Lockheed Martin ha cerrado un contrato por siete mil millones de dólares con el Pentágono para suministrar los interceptores THAAD a Riad.
Sesenta y ocho mil millones de dólares son los beneficios que ha obtenido la coalición imperialista de la guerra en Yemen.
Alemania ha vendido a los Emiratos Árabes Unidos armamento por cuatrocientos noventa millones de euros en los últimos tres años, este dato convierte a los Emiratos en uno de los mayores compradores de armas alemanas.
A pesar de que Alemania acordó no vender armas a países no integrante de la OTAN, en 2017 exportó armas por valor de 1.300 millones de euros a los países involucrados en la guerra de Yemen.
En Junio de 2015, España firmó un contrato con Arabia Saudí para la venta de 400 bombas de guiado láser (100 GBU-10 y 300 GBU-16).
La agresión imperialista ha bombardeado recientemente la capital de Yemen, Sana´a, dos escuelas y un centro de salud fueron destruidos y decenas de niños pasaron a engrosar la trágica cifra de victimas civiles.