Las mujeres a lo largo de la historia, independientemente de sus contribuciones a ésta, han sido invisibilizadas.

Los impedimentos con los que se han encontrado las mujeres en el pasado para poder llegar a desarrollar sus capacidades han sido infinitos.

Es el caso de la mujer olvidada de la que vamos a escribir hoy, Sophie Germain.

Sophie Germain nació en Francia a finales del siglo 18, comenzó a interesarse por los estudios matemáticos a raíz de libros que encontraba en la biblioteca de su casa. No solo las instituciones le suponían un impedimento a la hora de desarrollar sus conocimientos matemáticos, sino que bajo el contexto familiar tampoco se le permitía estudiar las matemáticas y se oponían fervientemente a que Sophie las continuara estudiando incluso bajo su propio techo, en uno de sus diarios, cuenta cómo sus padres le cortaban por la noche el suministro de luz, calefacción e incluso ropas de cama para que no pudiera estudiar.

A raíz de la tenacidad de Sophie sus padres acabaron dándose por vencidos sin darle ningún tipo de ayuda, pero no interviniendo en su pasión por las matemáticas.

Fue nada más alcanzar la mayoría de edad cuando se fundó la escuela politécnica de París, en la cual evidentemente no aceptaban a mujeres y en la que impartía clases el famoso matemático analista Lagrange.

Sophie consiguió apuntes de las asignaturas que impartía LaGrange, enterándose de que al final del curso se entregaban investigaciones por parte del alumnado a los académicos, ella bajo el pseudónimo de Mr. Le Blanc entregó el suyo.

Lagrange sorprendido por los altos conocimientos de 'Le Blanc' quiso conocer en persona al autor, a lo que Sophie aceptó y Lagrange sorprendido la animó a seguir estudiando las matemáticas.

Comenzó a cartearse bajo este pseudónimo con grandes figuras de las matemáticas como Carl Friedrich Gauss, siempre escondiendo su verdadera identidad por miedo a perder todas las publicaciones.

Fue entonces cuando Napoleón invadió Prusia, Sophie temía por la vida de Gauss y le envió un protector amigo de la familia. Cuándo éste contactó con Gauss, se mostró confuso pues evidentemente desconocía quién era Sophie Germain, así pues, se vio en cierta manera obligada a desvelarle su identidad a Gauss.

La obra de Sophie es muy amplia y abarca grandes temas de las matemáticas, desde la teoría de números, hasta investigaciones de física matemática.

Cuando Sophie estudió la física matemática, hizo descubrimientos sobre la curvatura y elasticidad que posteriormente permitirían realizar la que hoy conocemos como la Torre Eiffel la cual, tiene grabados en los pretiles de la primera línea de balcones 72 nombres de ingenieros y científicos franceses destacados por sus contribuciones. El propio Gustave Eiffel indicó los nombres de los elegidos –todos varones– evidentemente Sophie Germain, sin la cual no se hubiera llegado a poder construir, no aparece.

Pese a 40 años dedicados a las matemáticas, con una gran cantidad de aportaciones y descubrimientos a éstas, cuando a raíz de un cáncer de mama, fallece Sophie Germain en 1831, en el parte de defunción figura como rentista, y jamás como científica.

Y así como Sophie Germain, madre de grandes descubrimientos de las matemáticas es eliminada de la historia, sólo por el hecho de ser mujer, y dando el claro ejemplo de cómo bajo Le Blanc, el mundo científico y la historia le daba voz, pero bajo Sophie, era y es borrada de los libros de historia, y de matemáticas.

Tulia Pascual Jiménez

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