Nueva Canarias concierta con el gobierno de Rajoy la hoja de ruta para engañar al pueblo canario
El pueblo canario lleva más de cuarenta años luchando contra los sucesivos intentos de la OTAN para construir una base aeronaval en Canarias.
Todo comenzó al final de los años setenta del siglo pasado, cuando la OTAN pretendía construir su base aeronaval en Arigana (Gran Canaria). La fuerte movilización popular contra este proyecto impidió que la organización terrorista internacional consiguiera su objetivo.
Esta batalla dejó un fuerte sustrato organizativo en el pueblo canario que, ya entonces, levantó la bandera del Estatuto de Neutralidad para el Archipiélago Canario.
Fueron esas importantes movilizaciones de masas las que, en Canarias, llevaron a una clara victoria del NO en el referéndum de 1986.
Pero la OTAN no cesa en sus intentos.
Ahora es el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, quién actúa como muñidor de una nueva estrategia para tratar de abrir camino a la base aeronoval de la OTAN en Canarias.
Con el pretexto de ganar para uso civil los terrenos de la actual base naval situada en Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo ha iniciado conversaciones con la Ministra de la Guerra, Mª Dolores de Cospedal, y se ha constituido en el Parlamento español un grupo de trabajo para tratar esa cuestión.
A continuación determinados aparatos de propaganda en Canarias han iniciado una campaña por la recuperación para el uso civil de los terrenos de La Isleta, situados en zona próxima a la actual base naval. Un campo de volcanes con una extensión de unos cinco kilómetros cuadrados, trufado de túneles, sistemas de comunicaciones y defensa antiaérea.
Estas iniciativas conectan también con un informe conocido a finales del verano pasado, elaborado por el Instituto de Estrategia, titulado Fuerteventura una posición estratégica, y firmado por Guillem Pursals (titulado columnista de Defensa y Seguridad Internacional).
Este Informe argumenta que, para la intervención en África, la isla de Fuerteventura tiene las mejores condiciones para ser el lugar de un nuevo cuartel general de la OTAN. Por su posición geográfica, por sus conexiones internacionales y por las instalaciones militares ya existentes (radares de la Montaña de la Muda, Campo de tiro de Pájara, cuarteles en Puerto del Rosario, etc.).
La cuestión que se plantea viene a ser de esta manera: 1) Se organiza una amañada movilización social reivindicando el uso civil de esos terrenos. 2) En una generosa decisión el Ministerio de Defensa cede para uso civil los terrenos de la actual base naval, y también los de La Isleta. 3) Todo ello queda condicionado a resolver sobre el lugar al que se trasladarán esas instalaciones militares. 4) Se coloca sobre la mesa el susodicho informe, y se argumenta que Fuerteventura es el lugar idóneo para la nueva base aeronaval. 5) Ya tiene la OTAN su ansiada base aeronaval en Canarias. Gracias Nueva Canarias y comparsa.
Como las cosas son así de claras, la respuesta es la de levantar un amplio movimiento popular por la desmilitarización del Archipiélago Canario, por un Estatuto de neutralidad para las islas y por el cierre de todas las instalaciones militares con uso internacional.
Volvemos de nuevo, TENÍAMOS RAZÓN, ¡¡ OTAN NO, BASES FUERA !!
Carmelo Suárez