Periodista, escritora y feminista, su personalidad y logros quedaron a la sombra de los de Reed, con quien hizo de la Revolución Rusa su lucha más personal.
Nacida en 1887, en el seno de una familia obrera, aun no siendo muy común en la época estudió en la Universidad de Oregón y se graduó en 1908. Quería ser escritora y al terminar sus estudios trabajó como reportera de eventos sociales en un semanario de Portland.
Louise Bryant, mujer de ideas avanzadas y de prácticas que escandalizaron a la sociedad mojigata de entonces y... puede que a la de ahora, creía fielmente en la relación entre feminismo, libertad sexual e igualdad económica como factores totalmente indivisibles. En 1912, cuando se aprobó el voto femenino, Louise colaboraba con el comité literario de la Asociación para la Igualdad del Sufragio de Oregón y defendía que la lucha emancipadora de la mujer no era sólo por el derecho al voto.
Acabando 1915, John Reed ya un periodista reconocido, llegó de visita a Portland y conoció a Louise. De ella escribió: “Ella es salvaje y tiene coraje, es graciosa y linda para contemplar. Una amante de todas las aventuras del espíritu y de la mente". Se convirtieron en amantes y el estudio de Louise fue el lugar de encuentros clandestinos.
En los primeros años con Reed, ella escribió poesía, ficción y drama. En el plano personal Louise aceptaba el amor libre y lo practicaba, aunque descubrieron que el camino de los revolucionarios en aspectos sexuales podía ser difícil.
Ambos tenían un fuerte compromiso político. La lucha por la libertad sexual, su oposición abierta al militarismo, la igualdad social y la defensa del Socialismo, abrazando apasionadamente la primera revolución proletaria de la historia, los convirtió en intelectuales de los que se niegan a separar arte de insurgencia.
Louise viajó a Rusia enviada por el periódico de un sindicato. Entrevistó a heroínas de la revolución, describió la formación y actividades del Batallón de la Muerte, unidad de combate compuesto por mujeres rusas, y escribió sobre las condiciones de los niños en el país. Artículos condimentados con anécdotas, propaganda, comentarios feministas y políticos. Su recopilación en 1918 dio lugar al primer libro de Bryant, "Seis meses rojos en Rusia".
Su segundo viaje, peligroso y que requirió un coraje excepcional, lo hizo disfrazada de hombre y en un buque de carga. Iba para convencer a Reed de no volver a Estados Unidos, condenado "in absentia". Reed murió de tifus y Louise Bryant tras el entierro, abandonó Rusia.
En los años siguientes, reanudó su trabajo. Fue corresponsal extranjera del periódico "Hearst" y publicó su segundo libro, "Espejos de Moscú" considerada una obra maestra. En 1923 se volvió a casar y en 1924 tuvo una hija.
Después publicó poco o nada, empezó a beber y en 1930 se divorció, perdiendo la custodia de su hija acusada de "indignidad personal".
Falleció en Paris en 1936, a los 49 años, debido a una hemorragia cerebral.
Ana Muñoz