DESTACADO

En el marco general de la crisis del capitalismo, la violencia que el imperialismo desata contra los pueblos, adquiere diversos formatos como son la guerra, los golpes de estado o las maniobras políticas, económicas y financieras para desestabilizar gobiernos y estados. Es una receta antigua, que a lo largo de la Historia se ha repetido en innumerables ocasiones dependiendo del grado de necesidad de la burguesía en el contexto general de la lucha de clases.

Venimos publicando de manera continuada durante muchos meses en el UyL la situación de acoso y golpismo del imperialismo contra el proceso bolivariano que actualmente preside Nicolás Maduro, con los distintos episodios que se encajan en el objetivo final que es el de doblegar la voluntad popular que se está expresando desde 1998 cuando consigue Hugo Chávez la victoria en las elecciones presidenciales. La actual fase se inició nuevamente con la carga de violencia que la ultraderecha fascista está empleando en las movilizaciones contra el presidente Nicolás Maduro y su gobierno, donde ya se registran más de 40 muertos e innumerables heridos, la mayoría de ellos achacables a la “profesionalidad” de los líderes de las revueltas, que tienen como reto generar la imagen de caos en el país caribeño.

Ante esta situación, Nicolás Maduro ha contraatacado con la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que es un proceso recogido en la constitución bolivariana que le otorga ese derecho, así como también lo posee la Asamblea Nacional, los Cabildos Municipales o los ciudadanos con un mínimo de avales. La oposición y el imperialismo ya han contestado negativamente a una convocatoria que es un proceso legal, amparado en las normas constitucionales, pero, ¿la Asamblea Nacional Constituyente resuelve el problema de la lucha de clases en Venezuela?, a ello vamos.

Nicolás Maduro ha fijado 9 líneas programáticas de debate en esta convocatoria de la constituyente: La paz como necesidad, derecho y anhelo de la nación; el perfeccionamiento del sistema económico; constitucionalizar las Misiones y Grandes Misiones Socialistas; ampliación del Sistema de Justicia, para erradicar la impunidad de los delitos; constitucionalizar las formas de Democracia Participativa; protección contra el intervencionismo extranjero, reforzando la Soberanía y la Integridad de la nación; reforzar los derechos de la juventud y la preservación de la vida en el planeta.

Como decimos, la convocatoria ya ha sido rechazada por los golpistas pero eso no quiere decir que no se sumen al proceso ya que también concurrieron en las elecciones a la Asamblea Nacional que han terminado por dominar y convertirla en el eje institucional de asalto a la presidencia y, por tanto, al proceso bolivariano. Consecuentemente, la naturaleza de la constituyente que salga de esta convocatoria dependerá de la respuesta popular que utilice esta herramienta para agrupar la mayor cantidad de fuerzas revolucionarias que avance en la configuración de mecanismos de poder popular. Una agrupación que el PCV caracteriza como alianza fundamental antiimperialista y antifascista que tiene un carácter estratégico en la aguda fase de la lucha de clases en el estado bolivariano. No será lo mismo disponer en la constituyente de una correlación de fuerzas favorable o desfavorable para los intereses de la clase obrera y de los sectores populares. La convocatoria, por tanto, también tiene sus riesgos y no es la panacea revolucionaria. Teniendo en cuenta que la composición de la ANC se fija con una representación sectorial y territorial, existirán espacios casi exclusivos para la derecha (el sector empresarial) y otros donde habrá que pelear la elección de los delegados (estudiantil, sindical, indígena, territorial).

Realmente lo que está en juego ahora mismo es dar respuesta a la pregunta sobre las posibilidades de independencia real de los trabajadores en la sociedad capitalista, en considerar la constitución bolivariana en la concepción táctica y estratégica de la lucha de clases. Las fuerzas revolucionarias deben aprovechar este marco para avanzar en la organización popular, en el avance hacia el poder obrero y el Socialismo.

Secretaría de Internacional, PCPE

uyl_logo40a.png