Los días del 5 al 8 de octubre, se ha llevado a cabo el 17 congreso de la Federación Sindical Mundial (FSM) en la localidad de Durban en Sudáfrica, localidad ésta en la que estuvo encarcelado en condiciones inhumanas el gran camarada y luchador mundialmente reconocido Nelson Mandela.
Es de destacar el gran reconocimiento que todo el congreso de la FSM por medio de las múltiples intervenciones de los delegados y delegadas, mostraron a la lucha heroica de la clase obrera y del pueblo de Sudáfrica en su lucha contra el aparheit, impuesto por el capitalismo a toda una nación durante muchas décadas para obtener una explotación sin límites.
La organización sindical de Sudáfrica, COSATU, participó muy activamente en el congreso y fue de gran ayuda.
En el 17 congreso de la FSM estuvimos presentes 1150 entre delegados/as e invitados/as, representando a 146 sindicatos de 111 países repartidos en los cinco continentes, con una importante presencia de la juventud y con unas 460 mujeres.
El congreso ha significado un importante avance respecto al anterior celebrado en Atenas hace cinco años.
Si el 16 congreso de la FSM lo representaron 850 participantes, en el 17 fueron 1150, si en aquel representaban a unos 74 millones de afiliados, en éste 17 congreso representamos a 92 millones. A su vez se constatan 6 oficinas regionales y 9 UIS sectoriales.
En el congreso, todo el mundo realizó un trabajo intenso: los organizadores con su secretario general George Mavrikos a la cabeza, la juventud de COSATU, los interpretes de traducción simultánea en varios idiomas, con jornadas diarias que comenzaban a las 9 de la mañana y terminaban a las 7,30 de la tarde con dos horas para la comida.
Las intervenciones se sucedieron durante todas las jornadas de trabajo, con una duración de 7 minutos por orador quedando muchas peticiones de palabra sin poder pasar por la tribuna por falta de tiempo.
Conviene destacar importantes intervenciones del gobierno de Sudáfrica con la del presidente Zuma a la cabeza, la ministra de Trabajo y el ministro de Educación que es a su vez el secretario general del Partido Comunista de Sudáfrica el camarada Chimande.
También intervinieron representantes en la OIT, Naciones Unidas, UNESCO…
El congreso abordó la problemática de la clase obrera a nivel mundial en la que se dan parámetros muy comunes en todas las partes del mundo. La situación la calificó Mavrikos en su informe de rendición de cuentas de compleja, difícil y volátil la profunda crisis económica capitalista con consecuencias graves para la clase obrera y que afecta a todos los países, con un aumento de la pobreza que afecta a varios cientos de millones de personas. Abordó el problema de los inmigrantes como consecuencia de la crisis capitalista y las guerras imperialistas, incrementando la explotación brutalmente y abogando por integrar a los inmigrantes.
Planteó con claridad nuestra independencia como FSM, que nos movemos con nuestros propios medios siempre escasos, teniendo siempre en contra a los monopolios y a los gobiernos que los representan, apostando por el apoyo decidido a los cuadros jóvenes en la línea de clase, cuadros que asuman la historia y sean el soporte del futuro con la crítica y autocrítica puedan ser pilares para la victoria final y la emancipación social.
Apostó por unir en torno al internacionalismo mencionando el aparheit, Palestina, Siria, Brasil, Cuba, …
Desarrollar el movimiento sindical clasista en cada país, buscando la unidad de la clase obrera no de forma burocrática por arriba, sino cada día, en las reivindicaciones y en las luchas, combatiendo el pacto social y la paz social de aquellas organizaciones entregadas que hacen el juego al capital.
No podemos permitir que el sindicalismo amarillo que practica la CSI (CCOO y UGT pertenecen a esta confederación amarilla) apoyando al gran capital en su explotación a la clase obrera, o el apoyo explícito al imperialismo en sus guerras en Liba, Siria, …, tenga la última palabra entre la clase obrera.
Hay un gran camino por delante para el sindicalismo clasista. Nosotros estamos orgullosos de nuestra historia, de los aspectos positivos y negativos, la historia de la FSM con sus 71 años de lucha. Hay que confiar en la clase obrera. Hay que confiar en los objetivos de la liberación social. Hay que confiar en nuestra causa.
Si luchamos, tenemos la posibilidad del éxito. La firmeza nos dará la fuerza.
Las intervenciones de las decenas de quienes pudieron expresarse desde la tribuna coincidieron y abundaron en estas ideas enriqueciendo de manera extraordinaria todo el debate, mostrando la fuerza de las ideas y del proyecto que hoy representa la Federación Sindical Mundial. De éstas ideas que se sustentan en la lucha de clases, en la firme voluntad de terminar con la explotación del hombre por el hombre, luchando contra el capitalismo hasta su destrucción y construir el socialismo, viene el avance de la FSM, su crecimiento y su perspectiva de desarrollo.
La pugna está ahí, entre el sindicalismo entreguista y amarillo al servicio de gran capital y del imperialismo como el de la CSI, o el sindicalismo de clase al servicio de los trabajadores en su lucha por la emancipación social como el de la FSM. La balanza se está inclinando cada vez más a favor de la FSM y aquí va forjando la clase obrera su futuro sin opresores.
JL Córdoba