Unidad y Lucha: El 19º Congreso del KKE, que le ha elegido como Secretario General, fue celebrado en abril. ¿Nos puede informar sobre las decisiones fundamentales del Congreso?

Dimitris Koutsoumpas: Se trata de un importante Congreso en la historia del Partido, dado que el 19º Congreso elaboró un nuevo y actualizado Programa y Estatutos. En estos 17 años, a partir de 1996, cuando se aprobó el anterior Programa de nuestro Partido, hemos acumulado gran experiencia de las luchas y los acontecimientos, hemos sacado conclusiones de un profundo estudio de los acontecimientos relacionados con la construcción y el derrocamiento del socialismo en la URSS. Se trata de un estudio que ha enriquecido la percepción del KKE sobre el socialismo. Hemos sacado conclusiones generales sobre cuestiones de la estrategia del KKE y del Movimiento Comunista Internacional, en base a un estudio a fondo de la Historia en cuya discusión participó todo el Partido y la KNE (Juventud Comunista de Grecia).

Un asunto clave para un Partido Comunista es la elaboración de una estrategia revolucionaria actualizada para poder cumplir con su misión básica que es orientar a la clase obrera y los sectores populares pobres con competencia ideológica, política y organizativa y capacidad, reunir las fuerzas sociales para la Alianza Popular en la lucha que tendrá como objetivo y fin la conquista del poder popular, el socialismo. Los documentos del 19º Congreso responden a esta cuestión crucial.

Hemos enfocado nuestra atención tanto en la lucha contra las consecuencias de la crisis capitalista como en la lucha contra la guerra imperialista y la participación, de cualquier modo, de Grecia en ésta. Hemos examinado estos asuntos como un vínculo que puede impulsar la organización del reagrupamiento del movimiento obrero en dirección clasista. Pretendemos construir una Alianza Popular fuerte que tenga una base social, que reúna a la clase obrera como vanguardia así como a los semiproletarios, la capa que ha aumentado en Grecia durante los años de la crisis y que tiene como ingreso básico lo que gana del trabajo asalariado, no de la propiedad de medios de producción, así como sectores populares oprimidos de trabajadores autónomos en la ciudad y campesinos pobres.

Consideramos que el papel dirigente del Partido, su capacidad de constituir en la práctica la vanguardia de la clase obrera, se logrará a través de la actividad del Partido con sus cuadros y miembros en los sindicatos, en las organizaciones de masas de la alianza. Este papel no se dará con cierta autoproclamación, ni con acuerdos políticos desde arriba. El propio Partido lo conquistará al estar en la cabeza de la organización de la lucha, en la orientación de las organizaciones del movimiento que constituirán la alianza en cada centro de trabajo, en las grandes fábricas, en los barrios obreros. Allí se juzgará el desenlace de la lucha de clases y el KKE da peso especial en su política organizativa a la construcción de fuertes organizaciones en las fábricas, en la clase obrera, con lazos políticos con los obreros, a los que no tratamos como votantes, a quienes no nos acercamos en función del partido al que apoyen, sino por ser obreros, trabajadores autónomos, comerciantes, campesinos, potenciales compañeros de lucha.

La gran mayoría de los miembros del Partido y de la KNE (más del 97%) han votado a favor de las tesis del Congreso, y esto muestra la determinación para superar obstáculos, demoras, para que se cumpla el objetivo de ser un “partido que trabaja bajo todas las circunstancias”. Somos optimistas, con plena conciencia de las dificultades.

UyL: ¿Qué contenido dan al concepto “partido que trabaja bajo todas las circunstancias”?

DK: Significa que el Partido debe ser capaz de luchar bajo cualesquiera condiciones con el fin de reunir fuerzas por el derrocamiento revolucionario del poder burgués. Un Partido que no se vea sorprendido por los altibajos de la lucha de clases, que trabaja diariamente para estar preparado para el momento en que el curso de la lucha de clases planteará en la agenda la cuestión de la conquista del poder por la clase obrera, en alianza con los sectores populares pobres. Significa un Partido que sea capaz, combativo, que responda a los ataques del adversario, a todo tipo de mecanismos del Estado burgués. Un Partido con fuertes lazos con la clase obrera, que haga un esfuerzo constante en la tarea de crear fuertes organizaciones partidistas en las grandes fábricas, en los centros de trabajo, que va a ser la columna vertebral de toda su acción.

Para que sea aún más claro, les voy a dar un ejemplo: en los documentos del 19º Congreso opinamos que en caso de implicación activa más directa en una guerra imperialista, las primeras medidas de represión se van a tomar contra el movimiento obrero y popular y su vanguardia. En conclusión, es necesario que nuestro Partido esté en plena preparación. Además, cualquiera que sea la forma que adopte la participación de Grecia en una guerra imperialista, el KKE debe estar preparado para dirigir la organización independiente de la resistencia obrera y popular para que ésta se vincule a la lucha por la derrota de la burguesía nacional y extranjera como invasor.

UyL: En las últimas elecciones griegas, el KKE fue criticado, no sólo en Grecia, por no participar en una coalición con SYRIZA. ¿Cuál es su opinión sobre esto y qué responde a los que criticaron el KKE?

DK: Creemos que se puede sacar valiosa experiencia de la posición decisiva del KKE en este tema. Si el KKE, en junio de 2012, hubiera cooperado en el gobierno con SYRIZA, hoy día –en muy poco tiempo- habríamos decepcionado masivamente a los trabajadores, el movimiento habría sufrido una gran derrota. Las grandes expectativas que, justamente, se fomentarían al pueblo, rápidamente serían refutadas dado que las llaves de la economía se mantendrían en manos de los capitalistas, de los monopolios. Por ejemplo, ¿cómo se puede resolver el problema del desempleo sin tener en tus manos las fábricas, la producción industrial, etc., para poder planificar a nivel central? ¿Cómo se puede desarrollar la economía siendo miembro de la UE, que impone cuotas, prohíbe las exportaciones, etc.?

SYRIZA se va transformando a un ritmo muy rápido en una socialdemocracia contemporánea. Es un partido apologista de la UE, de la explotación capitalista en general. Afirma que en el marco del capitalismo es posible convencer a los monopolios para que acepten ir en contra de sus propios intereses y redistribuir su riqueza entre los trabajadores. La propia experiencia popular en condiciones de crisis capitalista les ha desmentido. La agresividad del capital, con el fin de quitarlo todo de los trabajadores, deshace cualquier ilusión que fomenta SYRIZA sobre supuestos “capitalistas sanos que respetarán las leyes”, es decir, todo el arsenal antiobrero que ya se ha utilizado en Grecia en los últimos años. El efecto de SYRIZA en el seno de la plutocracia griega no es casualidad. Su “radicalismo útil”, como ha mencionado el propio Presidente de los Industriales Griegos al dar la bienvenida al presidente de SYRIZA en su reunión, prueba que a la burguesía en Grecia le conviene un partido que, en condiciones de crisis, asegurará el tiempo necesario de espera y un clima de consenso y de cooperación de clases, para que se aprueben otras medidas antiobreras. Por eso es infundado lo de “vamos todos juntos” para aliviar al pueblo.

Además, el KKE ha juzgado negativamente tanto su propia experiencia de participación en gobiernos burgueses en el pasado como la participación de otros partidos comunistas en gobiernos burgueses, por ejemplo los Partidos Comunistas de Italia y de Francia en los gobiernos de “centroizquierda” cuando la OTAN bombardeaba Yugoslavia. Hay también ejemplos más actuales, como son las experiencias de Chipre y de Brasil, que convencen incluso a los más escépticos de que la participación de los comunistas en la gestión burguesa no puede ofrecer ni siquiera un alivio, porque el poder sigue en manos de los monopolios. Objetivamente se dirigirá contra el pueblo, continuará la alternancia de los gobiernos burgueses que, en el marco de la economía capitalista, uno es peor que el otro. Lo que tiene que cambiar es la clase en el poder, no el administrador del poder de los monopolios.

UyL: ¿Diría usted que el proceso de unificación del oportunismo es un fenómeno griego o internacional?

DK: No diría que se unifica en general y en todos los sitios, pero se adapta a las condiciones actuales y a las necesidades de la burguesía. Por ejemplo, en el caso de SYRIZA la reciente eliminación de los partidos integrantes y la creación de tendencias en un partido unificado con militantes, no como una coalición de partidos, como fue SYRIZA hasta hoy, es una adaptación necesaria para llevar a cabo de manera más eficaz la misión antipopular que le han asignado en nombre del capital.

La crisis capitalista nos recuerda algunas características básicas del oportunismo. El oportunismo tiene clase, raíz y base social. En condiciones de crisis capitalista existe en Grecia, así como en España, una experiencia importante de la presión ejercida por ejemplo por fuerzas pequeñoburguesas, por capas medias que se destruyen en estas condiciones y buscan un rápido retorno a un estado anterior, en condiciones en que el capitalismo todavía fue capaz de hacer consensos bajo la presión ejercida en décadas anteriores por los países socialistas. Los llamados “movimientos de los indignados”, cuyo papel han revelado tanto el KKE como el PCPE, en nuestros países constituyen una expresión para distender la protesta popular, encaminarla hacia vías inofensivas. Se puede sacar experiencia similar de la llamada “primavera árabe”, donde el pueblo egipcio ha experimentado en alternancia los diferentes administradores de la burguesía, Mubarak, luego los “Hermanos Musulmanes”, ahora el ejército.

El KKE en Grecia advirtió a tiempo que la lucha no será juzgada en general “en las calles” sin plan, sin organización, sin el contenido correcto de lucha, sino en los centros de trabajo, a través de la organización de la lucha en los sindicatos, con la Alianza Popular y la participación de los propios trabajadores. El llamado movimiento de los “indignados” “se desinfló”, pero dejó como “legado” las consignas reaccionarias en general contra “los partidos y los sindicatos” que apuntaban claramente contra el Partido Comunista y las fuerzas clasistas en el movimiento obrero. Además, allanaron el camino para el desarrollo de grupos y partidos nacionalistas, formaciones fascistas, como es el Amanecer Dorado nazi. Las responsabilidades de las fuerzas oportunistas en este asunto también son grandes.

Estos partidos son una de las cartas que jugará la plutocracia para reformar el sistema político burgués. Son socios dispuestos a participar en gobiernos burgueses que ayudarán a que el capital supere la crisis capitalista de la manera menos dolorosa posible, llevando al pueblo a la quiebra.

Pero los partidos de la llamada nueva izquierda que han estado entre los primeros que saludaron el derrocamiento del socialismo afirmando que esto inauguraba una época de paz, tenían y todavía tienen una misión especial a la que nunca renuncia: la disolución de los Partidos Comunistas, su mutación, su difuminación en formaciones oportunistas como SYRIZA o “Izquierda Unida” en España. A nivel europeo para lograr estos objetivos tienen como herramienta el llamado Partido de la Izquierda Europea con el fin de manipular a Partidos Comunistas para que acepten la eternidad del capitalismo y la UE como una inevitabilidad.

Una enseñanza actual de Lenin es que la lucha contra el imperialismo sin la lucha incesante contra el oportunismo no tiene sentido. Hoy día, destaca aún más la necesidad de un conflicto tanto con la unión interestatal imperialista en Europa, la UE, como con los partidos políticos que esta misma forma, como es el Partido de la Izquierda Europea, y, por supuesto, destaca en general la necesidad de un polo comunista a nivel mundial.

UyL: ¿Cuál es su análisis de la situación en el Movimiento Comunista Internacional?

DK: Desafortunadamente, la situación en el Movimiento Comunista Internacional sigue siendo mala. Se encuentra en una profunda crisis ideológica, política y organizativa que se manifiesta en las posiciones de Partidos Comunistas que abandonan el marxismo-leninismo, que se colocan a la “cola” de la socialdemocracia e incluso han abandonado sus símbolos históricos, o en las posiciones de otros partidos que se basan en elaboraciones anticuadas del Movimiento Comunista Internacional, adoptando una etapa entre el capitalismo y el socialismo, que objetivamente conduce a la participación en gobiernos de gestión burguesa. También conduce a la alianza con fuerzas burguesas y a confusiones sobre el papel de sectores de la burguesía y a la incorrecta distinción entre la burguesía “nacionalmente orientada” y la llamada “servil a los extranjeros-compradora”. Varios Partidos Comunistas expresan posiciones similares sobre países subyugados dependientes, que son acompañadas por declaraciones de “frentes por la liberación nacional”. Estas consideraciones interpretan erróneamente tanto el imperialismo (no como fase de desarrollo del capitalismo, sino sólo como “política de agresión”), como las relaciones desiguales entre los Estados capitalistas debido a las diferencias que existen en el punto de partida histórico, en el potencial de crecimiento, en la fuerza económica, política y militar de cada Estado.

Otros Partidos Comunistas invocan las particularidades nacionales para justificar su renuncia de las leyes de la revolución socialista, los principios de la construcción socialista en nombre de los llamados “modelos nacionales” que, en esencia, niegan estas leyes.

Un elemento y signo de la crisis del Movimiento Comunista Internacional es también la dificultad de muchos Partidos Comunistas para superar ilusiones sobre el llamado “mundo multipolar” que refleja las agudas contradicciones y antagonismos interimperialistas, así como el papel de organismos interestatales capitalistas como es la UE, BRICS, CELAC, ALBA, incluso para reconocer el elemento clave que determina el análisis sobre China, es decir, que han prevalecido las relaciones capitalistas de producción, etc.

Particularmente en la UE la lucha debe fortalecerse. Hay que revelar su carácter de organismo interestatal de capital, darse cuenta de que la política antipopular no se debe al “neoliberalismo”, al “capitalismo salvaje”, al “capitalismo casino”, sino al propio sistema de explotación. Hay que incriminar la estrategia del capital que busca reducir el precio de la fuerza de trabajo y aumentar la rentabilidad de los monopolios.

El KKE trata con responsabilidad la necesidad de tomar iniciativas concretas en el Movimiento Comunista Internacional para abordar esta situación, para fortalecer las herramientas y los recursos que tienen a su disposición los Partidos Comunistas que llevan a cabo una lucha ideológica y política contra la ideología burguesa y el oportunismo. La creación de la Revista Comunista Internacional con la contribución esencial del PCPE, es un paso en esta dirección.

UyL: Las contradicciones interimperialistas se están agudizando. ¿Cree que existe la posibilidad de una nueva guerra imperialista a corto plazo?

DK: Los acontecimientos avanzan y en este momento se está preparando un nuevo ataque militar imperialista contra Siria. Sus falsos pretextos ya se han venido abajo en varias ocasiones en el pasado en Irak, Yugoslavia, Afganistán y, más recientemente, en Libia. La provocación que han montado no sólo no es convincente, sino que supone un gran desafío. Hoy en día es importante que los comunistas juguemos un papel principal en la organización de la lucha para condenar la guerra imperialista, para impedir la participación del gobierno de cada país, para fortalecer la lucha para que se cierren las bases y todo tipo de infraestructura que son un punto de partida para los ataques militares de los EE.UU., la UE y la OTAN.

El papel de los gobiernos de Obama y Hollande es particularmente instructivo para los que se han engañado por las ilusiones que siembran las fuerzas oportunistas en Grecia. Muy pronto se demostró que “la paloma de la paz”, como llamaba SYRIZA al premio Nobel, Obama, y el “viento de cambio” de Hollande eran halcones que, para servir de cualquier modo a los beneficios de los monopolios, masacran a los pueblos. Se hace más que evidente la relación capitalismo-crisis-guerra.

Destaca también la necesidad de superar las lógicas pacifistas que están contra la guerra en general, no específicamente contra las guerras imperialistas. Por ejemplo, hoy día una oposición general a las guerras sin que se vincule con las causas que las engendran conduce a atrapar a la clase obrera y a los sectores populares pobres en la gestión de la explotación, a fomentar ilusiones. Pero ya tenemos experiencia tanto de la paz imperialista con la pistola en la cabeza como de la guerra imperialista; se trata de dos caras de la misma moneda. Los comunistas defendemos la guerra justa de la clase obrera por liberarse de las cadenas de las relaciones capitalistas de producción.

En el 19º Congreso hemos discutido mucho sobre la posibilidad de una guerra imperialista, una posible participación de nuestro país en ésta y las tareas de los comunistas. Un asunto principal es cómo se garantizará la lucha ideológica, política y organizativa independiente de la clase obrera que no se alineará detrás de una u otra potencia imperialista, detrás de uno u otro sector de la burguesía en cada país.

UyL: Muchas gracias.

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