La productora de tomates Bonnysa acaba de presentar un ERE para despedir al 5% de su plantilla actual y otra serie de medidas, como suspensiones temporales y cambios de contratos. Al hilo de las movilizaciones anteriores por el convenio agropecuario, conversamos con 2 trabajadoras. La experiencia acumulada, seguro que es útil para enfrentar el nuevo ataque patronal.
Silvana, peón volcador y representante de CCOO, e Inma, Secretaria del Comité de Empresa, nos explicaban las condiciones de trabajo dentro de la empresa y las circunstancias de la huelga que llevaban a cabo.
En primer lugar, explicadnos el conflicto que se está dando dentro Bonnysa.
A raíz de llevar 4 años sin convenio colectivo, porque la patronal no estaba dispuesta a negociar ni subida salarial ni ningún tipo de mejora, decidimos convocar la huelga que estamos desarrollando, ya que en la mesa negociadora no se ha llegado a un acuerdo y el sindicato UGT ha firmado un convenio de eficacia limitada, que recorta los derechos de trabajadoras y trabajadores, agudizando incluso los recortes que ya acarrea la reforma laboral.
¿Existe una división sexual del trabajo en la empresa?
Sí, hubo cierto momento en el que la empresa, debido a la falta de trabajo que había en almacén, ofertó la posibilidad de que las mujeres comenzásemos a desarrollar trabajos de peón volcador, que era totalmente masculino, a raíz de ahí hubo algún traspaso, pero en general las mujeres nos encargamos del trabajo de almacén, clasificando, empaquetando y demás, mientras que los hombres pasan a hacer el trabajo de fuerza, como cargar y descargar.
¿Tenéis plan de igualdad en la empresa?
Sí, tenemos efectivamente y hace unos años incluso ofertaron trabajo de mujeres a hombres, aunque ya no se da, debido al recorte de plantilla. Y la verdad, es que es curioso cómo las mujeres eran las más reticentes a esos cambios.
También emprendimos una lucha por el cambio de uniforme, ya que nos obligaban a ir a las mujeres con falda y a los hombres con pantalón, pero perdimos el pleito en los tribunales.
¿Y hay diferencia de sexos entre las personas que ocupan los diferentes cargos o hay tanto mujeres como hombres en los puestos de dirección?
Respecto a los cargos de gerente, sí que son ostentados por mujeres. Ahora bien, los encargados de planta han sido hombres siempre, de momento.
¿Y diferencias salariales?
No, los trabajadores y trabajadoras que tenemos el mismo puesto cobramos lo mismo.
¿Y cómo lleváis la conciliación entre la vida familiar y laboral?
Fatal, sí, es uno de los mayores problemas que nos plantea el nuevo convenio. Quieren implantarnos una jornada laboral de lunes a domingo y sin días ni horarios fijos, dejándonos básicamente sin vida más allá del trabajo. Lo que para las mujeres trabajadoras y madres se hace algo casi imposible de llevar.
Además, el convenio incluye un premio de “absentismo” por el que el trabajador o la trabajadora cobrará un plus si no falta a trabajar. Salvo permiso de paternidad, maternidad, horas sindicales o accidente laboral, por lo que si yo soy madre y tengo que cuidar a mis hijos/as o familiares, o cualquier otra causa que me obligue a ausentarme, ya he perdido ese premio y obviamente, nos vemos más afectadas las mujeres, que somos las que nos encargamos de esas cosas dentro del hogar.
¿La condición de mujer y sindicalista, es complicado sobrellevarlo?
Pues es complicado, desde luego es algo que te tiene que gustar, y saber la gran responsabilidad que tienes. Y aunque siempre ha sido cosa de hombres, nosotras hemos decidido dar nuestra lucha y cada días más mujeres se unen a ella, aunque algo reseñable es que todas las mujeres que estamos en el sindicato somos o solteras o divorciadas… Esto es algo que da que pensar.
¿Qué perspectivas tenéis en relación a vuestra lucha?
Nosotras hemos hecho todo lo que está en nuestras manos y cada días más compañeras y compañeros se unen a esta lucha, por un convenio digno y aunque somos conscientes de que es complicado tenemos todas nuestras esperanzas puestas en la victoria.
Ante la nueva agresión, ahí estaremos para apoyar su lucha.