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Editorial Junio 2015
Salir de la crisis para entrar en la miseria
Especialmente hasta la celebración de la reciente campaña electoral el Gobierno Rajoy no ha parado de repetir que “salimos de la crisis”, y que ya ahora el empleo deja de ser una preocupación para quienes están en paro. Este discurso falsario no va a parar en los próximos tiempos porque ya estamos de nuevo en precampaña para las próximas Elecciones Generales, y el intento descarado de seguir engañando no cesará.
Algunos datos económicos recientes nos dan una mejor radiografía de cual es la situación real en la relación capital-trabajo.
Productividad: La productividad trimestral por trabajador/a en España, entre el primer trimestre de 2008 y el cuarto trimestre de 2014, pasó de los 13.971 euros a los 15.908 euros. Un incremento de la productividad del 13,86%, en dicho período. Para conseguir este objetivo el capitalismo español ha reducido las horas efectivas de trabajo (fundamentalmente a través de la contratación a tiempo parcial) en el equivalente a tres millones y medio de puestos de trabajo a jornada completa.
Beneficios: Las empresas del Ibex iniciaron el año 2015 declarando en marzo unos beneficios de 9.413 millones de euros, lo cual representa un incremento neto del 38%. Entre ellas destaca Movistar-Telefónica, que duplica sus resultados. En todos los casos tiene un especial peso en estos resultados la actividad internacional de estos monopolios, y no tanto su actividad en España.
Salarios: Diversos datos publicados por el INE confirman la tendencia continuada en la caída de los salarios, su último dato publicado ratifica una bajada interanual del -0,8%. Pero éste es un valor medio que oculta la realidad más dura. Un estudio publicado por un centro privado (EADA, ICSA) para el período 2007-2014 afirma que el salario de “empleados y cargos intermedios” bajó en este período un -7,83%. Si tuviéramos acceso a un desglose más detallado constataríamos cómo los salarios más bajos de ese bloque se han visto reducidos en cifras que van desde el 15% al 30%, e incluso más. Los salarios de los altos ejecutivos sí siguen subiendo. La mujer se ve especialmente perjudicada en esta situación, su salario bruto se sitúa, de media, en un 76,1% inferior al de sus compañeros con igual trabajo (INE). Los ingresos familiares se han reducido en 2013 en un -2,3% en tasa interanual, al tiempo que la población en riesgo de pobreza y/o exclusión social se dispara hasta el 29%. Los salarios de la juventud trabajadora se sitúan en cifras similares a las de los años noventa del siglo pasado.
Ese es el modelo del capitalismo futuro en España, mientras la clase obrera no haga cambiar las cosas.
En resumen: Concentración de la apropiación de la mayor parte de la plusvalía en unos cuantos monopolios, reducción continuada del precio de la fuerza de trabajo, empobrecimiento creciente de la clase obrera y los sectores populares, especialmente de la mujer y la juventud que sufren una mayor explotación como fuerza de trabajo más barata.
Las necesidades del capitalismo-imperialismo
El PCPE ha repetido una y mil veces: ¿puede el capitalismo hacer otra cosa?. Y la respuesta siempre es la misma: NO
Todo este cuadro económico, y social, es producto de las inexorables leyes internas del sistema capitalista, especialmente agudizadas en su terminal fase imperialista.
En el año 1993 el PIB español evolucionaba en tasa negativa de un -1,03%. Entonces, las fuerzas capitalistas, enfrentaron su aparente y engañosa salida de la crisis recurriendo a incentivar de una forma masiva el crédito, llevando a millones de familias a un endeudamiento masivo con promesas de un bienestar sin límites, sustentado en un altísimo consumo de bienes de todo tipo, especialmente viviendas de primera y segunda residencia.
Exactamente trece años duró esa artificial fase expansiva del capitalismo español, donde las familias pusieron el capital necesario para ello. El estallido de 2007 no hizo otra cosa que volver a poner al descubierto la misma crisis de 1993, que nunca resolvió el capitalismo español.
Ahora, en 2015, no es posible el recurso al crédito, las familias no tienen solvencia ninguna y el capital bancario tampoco.
La única salida la encuentra el capital en lo que considera el único elemento flexible de su sistema económico: el precio de la fuerza de trabajo. Y también, como característica esencial de su fase imperialista, en el saqueo y el expolio de países mediante la guerra continuada. Todo ello aún más agudizado hoy, como consecuencia del salto cualitativo en el proceso de concentración y centralización del capital que se da como parte consustancial a la salida a toda crisis capitalista.
Ese es el futuro en el capitalismo.
¡Estúpidos oportunistas!
El riesgo para las fuerzas capitalistas es el desarrollo de la conciencia revolucionaria en la clase obrera. Ese es el único temor para las actuales clases dominantes. Por tanto, todos los esfuerzos se concentran en evitar como sea ese posible escenario.
Ahí aparecen las fuerzas oportunistas como aliadas de la burguesía, prometiendo una más eficaz gestión del sistema capitalista, ayudando a adormecer la conciencia revolucionaria de la clase obrera.
Syriza como fuerza de gobierno a la orden del imperialismo de la UE, el trotskismo hablando de revolución Siria o de sectarismo del KKE, Die Linke participando en gobiernos con el SPD, la socialdemocracia en general creando “ilusiones de izquierda”, PODEMOS actuando de flautista de Hamelin para llevar a la clase obrera a las posiciones de la conciliación de clases, etc., etc., son todos ellos ejemplos de cómo las fuerzas oportunistas acuden al socorro del capitalismo en los momentos más difíciles del sostenimiento de la hegemonía para las clases dominantes.
¡Estúpidos oportunistas!, el capitalismo nada cambiará bajo la gestión de las políticas reformistas, sencillamente ganará un pequeño tiempo -que ya no tiene en la Historia-, para dar continuidad a la barbarie.
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- Categoría: Editorial