La pérdida de derechos para la juventud trabajadora sigue avanzando, en este caso el acceso a la sanidad. La realidad es tozuda y los datos son prueba de ello: 7000 millones de euros menos presupuestados en materia sanitaria desde 2010, cierre de decenas de hospitales y ambulatorios no rentables o el establecimiento del copago sanitario.

 

Las diferentes reformas sanitarias que se han aprobado en los últimos años en nuestro país son el inicio del fin del acceso gratuito y universal a los servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS).Con la implantación del Real Decreto- ley 16/ 2012, se establecen nuevas condiciones de acceso a la clase trabajadora y en especial a la juventud obrera.

Con un 51’8% de paro juvenil registrado en la EPA del IV Trimestre de 2014 nos encontramos con que la mitad de jóvenes no trabajan, es decir, no cotizan a la Seguridad Social. Conocer este dato es importante ya que nos permite vislumbrar cuales son las perspectivas del acceso a la sanidad para la juventud trabajadora en España.

En primer lugar, el RD 16/ 2012 establece un amplio abanico de condiciones para serbeneficiario del SNS, entre ellas destaca el ser trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia, afiliado a la Seguridad Social o ser cónyuge del asegurado o descendiente a cargo del mismo para menores de 26 años. En lo referente a la juventud, quedan excluidos del acceso al sistema sanitario:

  1. Jóvenes trabajadores que no cotizan a la Seguridad Social (debido principalmente a que perciben su salario en negro y, por lo tanto, no están afiliados a la S. Social)

  2. Cualquier joven que haya agotado el subsidio por desempleo.

  3. Trabajadores inmigrantes sin tarjeta de residencia. La situación de la juventud trabajadora e inmigrante es crítica ya que solo se garantiza la cobertura médica en caso de urgencia o de parto.

  4. Jóvenes que permanezcan más de tres meses fuera del país, ya que pierden automáticamente su tarjeta sanitaria y todo lo que esto conlleva (según los datos del Instituto Nacional de Estadística han sido más de 225000 los jóvenes que han emigrado en busca de trabajo desde 2008 hasta 2014, más de doscientos mil jóvenes que no podrán acceder a los servicios sanitarios en España)

Las primeras consecuencias de la reforma sanitaria se han hecho notar.En abril de 2013 un joven de origen senegalés trató de acudir al hospital durante más de 6 meses, finalmente recibiría atención médica, pero sin ningún tipo de prueba de diagnóstico para su profundo dolor torácico. Dos semanas después moriría en casa por una tuberculosis que, diagnosticada a tiempo, hubiera sido tratada satisfactoriamente.

El conjunto de reformas sanitarias con el RD 16/ 2012 a la cabeza, supone un nuevo ataque contra los derechos de la juventud trabajadora y de extracción popular. La quiebra del sistema sanitario público mermará las condiciones de vida de la amplia mayoría de jóvenes, sobre todo los parados y estudiantes que no hayan cotizado a la Seguridad Social antes.

En resumidas cuentas, la juventud trabajadora nunca antes había tenido tan difícil acceder a la sanidad. La expulsión de jóvenes parados o inmigrantes del Sistema Nacional de Salud viene a reafirmar el carácter clasista de la reforma ya que “las personas que no tengan la condición de asegurado o debeneficiario podrán obtener la prestación de asistencia sanitariamediante el pago de la correspondiente contraprestación o cuota” (Real Decreto-Ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizarla sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad yseguridad de sus prestaciones).

P. Fernández

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