El Partido Comunista, ante el diagnóstico de esta situación, tiene la responsabilidad de orientar la lucha de la clase obrera, para crear las condiciones necesarias para el cambio del sistema político.

A este respecto la posición tiene que ser firmemente clara: trabajador, trabajadora, no hay salida para tu situación dentro del capitalismo, lucha por el poder obrero y por el socialismo-comunismo.

En momentos históricos, cuando la agudización de las contradicciones dentro del sistema capitalista no deja ninguna salida a la clase obrera, la respuesta no puede ser otra que la llamada a esa clase obrera a organizar su lucha de una forma sostenida y unida por la derrota de la burguesía, por el poder obrero y por la construcción del socialismo-comunismo.

Esta estrategia tiene su política de alianzas en el Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS). Alianza de la clase obrera con otros sectores populares, para articular un potente movimiento de masas que cambie la actual correlación de fuerzas, y que cree las condiciones para el asalto al poder.

Por ello el FOPS solo es posible con la clase obrera masiva combatiendo a la ofensiva, con su propio programa político; y donde la intervención del Partido Comunista juega el papel de fuerza rectora y orientadora de esa acción luchadora de las masas obreras. Hoy la militancia comunista tiene que realizar su tarea con la ambición de dirigir a amplias masas obreras combatientes y a la ofensiva.

Los Comités para la Unidad Obrera (CUO), constituyen el primer escalón organizativo de los trabajadores y trabajadoras en su centro de trabajo. Sumados a los Comités Populares (CP), que organizan en los barrios obreros al pueblo combatiente por una diversidad de reivindicaciones (equipamientos sociales, subsidios de paro, comedores populares, contra el robo de viviendas, etc.)

Entre los sectores populares destaca la necesidad de organizar especialmente a trabajadoras y trabajadores autónomos, que sufren un particular castigo por la voracidad de los monopolios y la liberalización extrema del sistema. Otros movimientos amplios de masas han de completar esta estructuración del movimiento popular, como la lucha antiimperialista, la mujer trabajadora, la defensa del medio ambiente, etc.

Hoy la estrategia central de la lucha revolucionaria es la de articular y movilizar a una amplia base social clasista, con un programa básico, y con una posición a la ofensiva que tiene por objetivo la conquista de posiciones de poder y el arrinconamiento de las fuerzas procapitalistas. Cambiar la actual correlación de fuerzas, manteniendo una lucha unida a la ofensiva, de tal forma que cada lucha termine dejando a la clase obrera en un escalón superior de su capacidad de lucha y del desarrollo de su conciencia.

El PCPE tiene que orientar su trabajo por una línea de masas ambiciosa, que coloque a toda la militancia a la cabeza de cada vez más amplios movimientos de masas. Los principales cuadros del Partido, y de la Juventud, tienen que trabajar duramente para convertirse en dirigentes con reconocimiento amplio por parte de la clase obrera más combativa, jugando un papel de liderazgo que ayude al más rápido cambio de la subjetividad de la clase y del grado de desarrollo de su conciencia.

Una posición combatiente, donde los destacamentos de la clase obrera más conscientes vayan conquistando posiciones y fortaleciendo su nueva capacidad de lucha en un escalón superior, es la línea táctica del movimiento obrero en nuestro país hoy. Hay que trabajar para derrotar el temor y el miedo a luchar que tiene buena parte de la clase obrera, hay que trabajar también para hacer desaparecer el miedo a vencer y a conquistar el poder. Hay que arrebatar a la clase obrera de las influencias sumisas de las organizaciones reformistas.

La clase obrera tiene que ser la gran protagonista del proceso del cambio revolucionario, bajo la dirección del Partido Comunista. Sin el protagonismo masivo de la clase obrera no habrá cambio revolucionario, como tampoco sin el Partido Comunista y su teoría científica no habrá revolución y conquista del poder.

Una ofensiva de lucha sostenida en estas claves conseguirá dar un salto cualitativo a la conciencia revolucionaria del proletariado, cambiará la correlación de fuerzas, y, finalmente, los mecanismos de legitimación de las clases dominantes perderán influencia sobre las masas obreras y harán crisis, y nos situaremos ante el escenario de la crisis revolucionaria, donde la clase obrera se ha de lanzar a la conquista de su objetivo final, la conquista del poder.

La lucha contra el capitalismo se llevará por delante a la monarquía borbónica, instaurando la república socialista de carácter confederal como nueva forma del Estado proletario, que creará las bases para la resolución de la cuestión del carácter plurinacional del Estado, reconociendo el libre ejercicio del derecho de autodeterminación.

Luchamos contra los gobiernos de la oligarquía y sus políticas, luchamos por la salida de la UE y la OTAN, luchamos por la igualdad completa de la mujer trabajadora, luchamos contra la explotación miserable de la clase obrera, el paro y los bajos salarios, luchamos hasta la VICTORIA.

En un momento en el que desde distintos sectores reformistas se hace bandera de la unidad, el PCPE hace un llamamiento expreso a los sectores más conscientes de la clase obrera y los sectores populares a la unidad, sí, pero no como plataforma electoral para una impotente gestión “social” del capitalismo, sino para forjarla en la lucha y el trabajo de masas, con la coincidencia directa en los conflictos obreros y populares, luchando por un programa político revolucionario superador del sistema capitalista.

El PCPE llama a los trabajadores y trabajadoras a incorporarse al Partido de la clase obrera, a fortalecer a la organización de vanguardia para llevar la lucha de clases a la victoria final de la clase obrera. Por el Poder Obrero y por el Socialismo-comunismo.

Parte tercera de la resolución del Comité Central del PCPE: RESPONDAMOS A LA CRISIS DEL CAPITALISMO ESPAÑOL LEVANTANDO UN AMPLIO MOVIMIENTO DE MASAS POR EL PODER OBRERO Y LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA

HAY QUE GOLPEAR AL UNÍSONO, Y SIN TREGUA, A LAS FUERZAS CAPITALISTAS, HASTA SU DERROTA

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