¿De quién estamos hablando? ¿Quién era Antonio? Muchos saben de él. Si decimos, sencillamente, que fue uno de los más grandes artistas de este país, ya sabrán algunos a quién nos referimos –aunque a él, eso de artista le sonase raro–. Si decimos que fue el mayor de los bailarines y coreógrafos jamás nacidos en España, ya no queda ninguna duda, estamos hablando de Antonio Gades.

Quizás lo que tantos no supieran –porque existe la “inocente” costumbre de ocultarlo– es que Antonio Gades era comunista, un revolucionario verdadero, marxista-leninista, miembro fundador del PCPE y de su Comité Central hasta la muerte, ocurrida ahora hace diez años. Su último deseo: que sus cenizas fueran esparcidas en Cuba, su adorada Cuba Socialista.

Me gustaría recordar estas cosas porque la burguesía ha tenido siempre la costumbre de borrar del recuerdo de ciertos personajes históricos, reconocidos por su excepcionalidad en una u otra materia, su militancia y su ideología, especialmente si son comunistas. Y no se puede permitir que nos roben, a la clase obrera, el legado y ejemplo de nuestros propios héroes.

“Yo de artista nada... Yo me considero un trabajador, un trabajador de la cultura, pero un trabajador”, declaraba Antonio en 1984. Fue siempre un hombre consecuente, por su fidelidad a la revolución dejó el PCE oportunista y se unió desde el primer día al PCPE, al Partido Comunista de los Pueblos de España –que cumplió este 2014 su 30º aniversario– en el que se mantuvo hasta su muerte. A los oportunistas y traidores les espetaba: “Al calificarnos ahora de prosoviéticos, estáis admitiendo la existencia de unos antisoviéticos (vosotros mismos)… Pero los prosoviéticos somos, sencillamente, los que permanecemos fieles a los principios que antes eran los de todos…”

Valgan estas líneas para recordar lo que algunos quieren hacer olvidar, que Antonio Gades era un trabajador de la cultura, que era comunista, y que por eso… era del PCPE.

Eduardo Corrales

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