Nace en una plantación de Maryland, entre 1820 y 1822, que los propietarios de esclavos tampoco daban importancia a esas circunstancias y registrada como Araminta Ross.
El tráfico de personas y el sistema esclavista era la norma de la época en Estados Unidos en el siglo XIX y su destino el habitual para las mujeres afrodescendientes. Con 5 años ya trabajaba como sirvienta doméstica y sufrió vejaciones, latigazos y maltratos.
El deber de toda persona sometida es rebelarse y ella siendo adolescente protagonizó un episodio de rebeldía frente al amo: se negó a ayudar a castigar a otro esclavo, y cuando este trataba de huir el esclavista le lanzó un objeto contundente que acabó golpeándola a ella en la cabeza. Desde entonces sufrirá ataques de apoplejía, episodios de hipersomnia , convulsiones y recurrentes dolores de cabeza la acompañaron durante toda la vida.
Se casó en 1844 con un negro libre, John Tubman, y desde ese momento adoptó su apellido y se dio a sí misma el nombre de Harriet. El vínculo matrimonial no impedirá su primer intento de fuga.
Tras la recompensa de la propietaria por cada esclavo recuperado, sus hermanos decidieron volver, obligándola a ella a seguirles. Poco después, en 1849, emprendió la que sería su definitiva fuga. 100 kilómetros por caminos secundarios, bosques y pantanos hasta llegar a Filadelfia "me miré las manos para ver si era la misma persona. Ahora era libre. Fue un momento glorioso: el sol se filtraba como oro a través de los árboles y me sentí como si estuviera en el cielo".
Si alcanzó su libertad fue por la existencia de la llamada “red del ferrocarril clandestino” (Underground Railroad) eso y su contacto con el movimiento abolicionista, hacen que en 1850 realice el mismo viaje que un año antes pero en sentido inverso para liberar a algunos de sus familiares. Un viaje que será el primero de muchos que vendrían después durante los siguientes diez años. Su leyenda creció y se contaba que como “maquinista” de la red del ferrocarril clandestino nunca perdió a ningún “pasajero”.
Durante la Guerra de Secesión Harriet se implicó activamente a favor de la Unión asistiendo a esclavos recién liberados, labores sanitarias y como espía cruzando las líneas enemigas bajo una apariencia de mujer pobre. Destacada es su contribución en la operación Combahee River, donde sus amplios conocimientos de las zonas pantanosas le permitió liderar la incursión de 150 soldados afroamericanos en la que se liberaron casi 700 esclavos.
Acabada la guerra fundó en Auburn una vivienda destinada a ofrecer asilo y ayuda a personas necesitadas, pobres o huérfanas . Allí se instaló en 1911 cuando empeoraron las consecuencias cerebrales de la herida sufrida en su juventud.
Abolicionista y luchadora incansable formó parte de la Asociación Nacional de Mujeres de Color que poco después se distanciaría de la corriente hegemónica dentro del sufragismo por marginar a las mujeres negras, sabemos bien que las burguesas nunca tuvieron interés por la triada mujeres, raza y clase.
No fué hasta 1899 donde tras décadas de continuas demandas consiguió una pensión de 20 dólares mensuales. Murió en 1913 y se la despidió con honores militares en el cementerio de Fort Hill.
Hoy se pueden recorrer los senderos y la ruta del ferrocarril clandestino entre Maryland y Filadelfia y también hoy según la OIT , en el siglo XXI, existen 40 millones de personas esclavizadas en todo el mundo. Por eso la lucha contra la explotación y la opresión continua...
Ana Muñoz