Entre los años 2021 y 2024 la utilización de recursos económicos en “defensa” en Europa se elevó a 326.000 millones, un incremento del 30%.
El gasto militar que cada gobierno de la Unión Europea aplica, es el resultado de la posición bélica estratégica, tanto en la posición individual, cómo en la posición europea, cada miembro decide en qué y cómo participa, pero siempre dentro de las pautas que le exige la pertenencia a la estructura de la OTAN, el despliegue de tropas y efectivos militares compensan la compra directa de material de guerra. Oficialmente el gobierno de España tiene tropas desplegadas de apoyo a la OTAN en: Letonia, Lituania, Eslovaquia, Rumanía, Turquía, Irak, Bosnia-Herzegovina. Diversas “misiones” en África y el Mediterráneo, dando soporte a los crímenes contra los pueblos que no se subordinan al imperialismo, hay fragatas de guerra del ejército español apoyando al ejército de EEUU en la agresión a Palestina.
La OTAN marca los compromisos del gasto militar y aunque la producción de armamento es una necesidad constante para el imperialismo, EEUU puede ampliar esa exigencia en función de las guerras o agresiones que el imperialismo necesita para existir, la lógica es crear y extender conflictos bélicos en todas las regiones. En esta vorágine militarista, los pueblos pagamos las guerras y ponemos los muertos.
La historia política más contemporánea nos ha demostrado, que a pesar de tener diferentes partidos políticos en el gobierno de España, no hay diferencia en acatar y obedecer el cumplimiento del objetivo marcado por la OTAN, esa sumisión nunca está en disputa, relegando a un segundo plano los gastos sociales que el pueblo necesita, el escenario creado por estas prioridades bélicas, se convirtió en tragedia cuando el gasto en armamento redujo el gasto, entre otros servicios, de la sanidad pública y nos encontramos indefensos ante la pandemia, que contagió a catorce millones de personas y mató a más de 160.000 en España.
España ha incrementado en 10.215 millones de euros el gasto militar entre los años 2014 y 2024, pasando de 9.508 millones a 19.723 millones, lo que supone un aumento del 107 %. Hay voces que intentan acallar cifras tan escandalosas y dicen que se recupera algo en el mercado de la venta de armas, al final es comercio de muerte.
En las cumbres de la OTAN se marca el gasto militar valorando los conflictos militares abiertos y otros en marcha, en el año 2014, el conflicto en la península de Crimea y la instauración del estado Islámico de Irak, nos llevó al 2 % de nuestro PIB, el año 2022 cuando la OTAN a través del gobierno fascista de Ucrania gestiona su petición de entrada en la organización, amenazando la frontera rusa, aumentan considerablemente las partidas presupuestarias por parte de España para participar en ese conflicto, nuestro trofeo fue el aumento de la confianza por parte de la organización criminal más grande y larga de la historia, responsables de millones de víctimas en diferentes regiones del mundo.
Y lo volvemos a repetir, el gobierno de España es cómplice y aliado de la OTAN en todos sus crímenes, manteniendo despliegue de tropas a las órdenes de la OTAN en: Letonia, Lituania, Eslovaquia, Rumanía, Turquía, Irak, Bosnia-Herzegovina. Diversas “misiones” en África y el Mediterráneo, claramente en apoyo a agresiones a los pueblos, fragatas de guerra apoyan al ejército de EEUU en la agresión a Palestina.
La Cumbre de 2025 se celebrará en la Haya del 24 al 26 de Junio, con nuevos compromisos que mutilarán los presupuestos para servicios públicos, desarrollando volumen y calidad con los indicadores “input” (porcentaje que exige la OTAN a los miembros) y “output” (inversión en la capacidad aliada contra Rusia), sin olvidar que el gobierno de España cumple el objetivo del porcentaje de inversión en equipamiento (30 %) sobre el total de gastos de defensa de la OTAN (20 %), estando en el ranking por delante de EEUU, Dinamarca, Alemania, Francia e Italia. España dispone de la sexta mayor capacidad de proyección global de la OTAN.
La lucha organizada contra la OTAN es una urgencia para la supervivencia de la humanidad. El riesgo de extender los conflictos a la tercera guerra mundial están en la actual coyuntura de agotamiento del sistema capitalista, la única defensa posible es acabar con estructuras criminales que amenazan nuestra vida.
Teresa Pantoja