Todo está en juego, la alternativa está en nuestras manos
Ahora, en cualquier lugar y a todos los niveles en un mundo absolutamente interrelacionado; nada queda al margen de la realidad que lo determina todo y marca los acontecimientos que, superando siempre lo previsible, se suceden a un ritmo frenético. Tengámoslo claro, así es como se expresa la lucha de clases en los momentos de crisis y sería un error esperar algo distinto.
Como nos enseñara Antonio Gramsci, gran parte de los hechos aparentemente incomprensibles y/o injustificables que acontecen, no son más que la expresión de los monstruos que surgen en los claroscuros que se producen mientras el viejo mundo se muere y el nuevo tarda en aparecer. No hay otra explicación racional, no solo para interpretar correctamente las claves de la barbarie que asola a la Humanidad, sino para no caer en la desazón del pesimismo que conduce a la derrota.
Es en el inevitable carácter estructural de la crisis general del capitalismo, en la realidad de su base material abocada al colapso económico, donde está la razón de todo lo que sucede y horroriza las retinas y la conciencia de quienes aun siguen siendo capaces de “sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”[1]
Quien busque en otro sitio las causas del declive civilizatorio del imperialismo, se equivocará. Sin duda, son muchas las razones y los motivos que coadyuvan al declive de un poder de más de cinco siglos, pero el fundamental y el que lo determina todo desde la base material, es la crisis de una formación social –la capitalista- que, por más que se nos presente como eterna e insustituible, está herida de muerte por su propio desarrollo y solo necesita que la clase obrera internacional, asumiendo su papel dirigente en una amplia alianza con los pueblos que luchan por su soberanía e independencia, la acabe derrotando.
Aunque evidente, se hace necesario volver a reiterar que, con las condiciones objetivas ya maduras para conducir a la Humanidad a un estadio civilizatorio superior fundamentado en el poder de la clase obrera y el Socialismo, solo es necesario que las condiciones subjetivas, las que permiten activar a las masas trabajadoras y populares en un propósito transformador porque interpretan que les es útil para su vida, avancen y maduren por la acción revolucionaria del Partido Comunista en una creciente acción de dirección política de masas.
La prioridad, por tanto, la urgencia más absoluta en este momento, es que, el conjunto de la clase obrera internacional y, con ella, los pueblos del mundo, asuman que, más allá de determinados gestores puntuales del capitalismo, más allá de seres tan absolutamente despreciables como Trump, Milei, Macron, Abascal, Meloni, Rutte, Netanyahu... y una larga lista de tipos a los que, pese a sus diferencias cosméticas, podemos añadir también a toda la parrilla de políticos socialdemócratas que se mantienen firmemente alineados con las estrategias del imperialismo; con las imposiciones de la OTAN y sus mandatos, lo que ya está encima de la mesa por su parte, no es una forma u otra de manejar el capitalismo, sino cómo y de qué manera se ejerce de la forma más eficaz, la cruel y violenta dictadura de clase de una exigua minoría poseedora de la riqueza, sobre la inmensa mayoría de los seres humanos.
La única alternativa de verdad solo está fuera del capitalismo, fuera de este sistema que ya no solo no tiene nada positivo que ofrecer a la Humanidad, sino que es la causa fundamental de todos los horrores que nos asolan como clase y como especie.
Si matan niños a plena luz del día y proclaman que es preciso exterminar a todo un pueblo ¿qué razón impide liquidar el Sistema Público de Pensiones en España? ¿Acaso es más grave? Y la guerra de la OTAN en Ucrania ¿no tiene nada que ver con sus maniobras en la frontera con Rusia y el incremento del gasto militar hasta el 5% del PIB? ¿Con qué dinero se pagan esas armas que llenan las arcas del complejo militar industrial? ¿No será con el de la sanidad, educación…con la plusvalía que se le roba todos los días a la clase obrrera? La creciente desvalorización de la fuerza de trabajo convierte en pobre a un porcentaje creciente de la clase trabajadora, personas que, pese a trabajar, viven en la calle y/o tienen que elegir entre comer fruta y pagar la factura de la luz ¿no tendrá que ver eso con que la vivienda es una mercancía más y no un derecho, o que se firmen convenios por debajo del IPC, o que haya una patronal que, mantiene sus beneficios a base de recibir constantes ayudas estatales e incrementar la deuda pública? La Ley Mordaza, pese a las promesas electorales, no solo no se deroga, sino que no dejan de crecer las multas y la represión: Acerinox, La Suiza, los 6 de Zaragoza son solo las primeras piedras de un largo camino de represión, un aviso a navegantes para tratar de persuadir a quienes luchan por sus derechos. El Mediterráneo y la llamada Ruta Canaria son la mayor fosa común de la Historia no por casualidad. La UE y el racista Tratado de Schengen que cierra las fronteras a quienes se ven expulsados de sus pueblos y familias por culpa del saqueo imperialista de sus países, son los responsables de este genocidio diario que se sucede desde hace décadas.
Todo está vinculado, nada está al margen de una realidad absolutamente interrelacionada y en la que, al margen de diferencias tácticas de cómo y cuándo hacer las cosas, todas las alternativas sistémicas –desde el fascismo a la socialdemocracia- juegan con las mismas cartas y en la misma mesa.
Todo se supedita a los intereses del gran capital, al desarrollo de sus políticas y a la defensa contra natura de un capitalismo decadente que solo es capaz de sobrevivir con dosis extremas de violencia y sobreexplotación, y en el que palabras como libertad, derechos, democracia, justicia o igualdad no son más que significantes vacios en manos de un poder cuya única razón de ser es mantener la dominación política, ideológica y militar que, por encima de cualquier lógica, le permita mantener el beneficio de sus élites económicas.
Guerra imperialista
El sionismo, a la vanguardia del imperialismo, con su ataque generalizado contra la República Islámica de Irán, sitúa Asia Oriental ante un escenario de guerra generalizada de consecuencias imprevisibles.
Una situación con responsables muy concretos que son la entidad sionista y toda alianza imperialista que, liderada por los EE.UU, nucleada en torno a la OTAN y participada por las satrapías árabes, consienten o participan en esta acción criminal absolutamente injustificable que pretende destruir de raíz el Eje de la Resistencia y extender el genocidio palestino a todos los pueblos y organizaciones dispuestas a enfrentar la barbarie sionista defendiendo su soberanía e independencia.
Más allá del control absoluto de las mayores reservas de gas y petróleo del mundo, el objetivo indisimulado del bloque imperialista con esta acción, se sitúa frente al desarrollo económico y político de la nueva realidad multipolar que, en medio del ocaso de la dominación occidental del Orbe, cuestiona la hegemonía del Dólar y la Pax Americana que tanta muerte, dolor y sufrimiento a causado a los pueblos del mundo tras la derrota de la Unión Soviética.
Una guerra generalizada con diferentes frentes y con una distribución de tareas que asume la UE en la guerra contra Rusia desde Ucrania, el sionismo en Asía Occidental y la Alianza militar AUKUS en Asia Oriental. La guerra imperialista global que se sitúa como la única opción del capital para tratar de prolongar su existencia abriendo procesos de auge económico fundamentado en la reconstrucción.
Frente a ello, la tarea que asume el PCPE, es el impulso desde la base y a los más diversos niveles de una ofensiva política para articular un amplio Frente Mundial Antiimperialista en el que actuar unidas todas las fuerzas que, frente a la apuesta por la guerra que manifiesta el imperialismo, saben que la apuesta de los pueblos y la clase obrera internacional tiene que ser la PAZ. Una Paz con justicia social, fundamentada en el respeto a la soberanía e independencia de los pueblos que, sin lugar a la menor duda, no solo es una necesidad de los pueblos, sino el escenario más favorable para el desarrollo de la lucha de clases y el avance hacia Socialismo
En ese sentido, hacemos un llamamiento urgente a organizar la respuesta solidaria con Irán, Palestina, Yemen y todas las organizaciones que forman parte de la Resistencia. Una acción que, igualmente, debe redoblar la lucha contra la OTAN, las bases yanquis en el Estado español y la economía de guerra que pretende elevar el presupuesto militar al 5% del PIB.
La única forma que tiene el Gobierno de España de no formar parte de esta alianza guerrerista y genocida, más allá de cínicas palabras llamando a la contención, es romper de inmediato todo tipo de relaciones con la Entidad sionista, cerrar las bases yanquis y salir de la OTAN. Todo lo demás, los convierte en cómplices necesarios de la guerra imperialista.
Capitalismo es corrupción.
El capitalismo español vuelve a demostrar su carácter parasitario y corrupto, y, mientras escuchamos vergonzosos audios de quienes recibían y repartían cientos de miles de euros de sobornos, nadie habla de los corruptores. Nadie habla de que detrás de unos miserables personajes repartiéndose mordidas existe una gran empresa constructora inflando el precio de milmillonarias obras públicas.
El capitalismo es la corrupción, necesita de ella para sobrevivir. El capitalismo, los monopolios, necesitan corromper todo el cuerpo social para resolver su ineficiencia e irracionalidad, y para garantizar su dominación. En España la paz social se ha construido con sobres y maletines llenos de dinero, los monopolios españoles, muchos de ellos antiguas empresas públicas expoliadas y regaladas a la burguesía, reparten miles de millones de euros a partidos políticos y sindicatos del sistema, sillones en consejos de administración y todo tipo de prebendas, para garantizarse contratos, leyes favorables y la paz social.
El capitalismo corrompe todo lo que toca, su naturaleza es corrupta, y, si hoy asistimos al enésimo escándalo de corrupción, no nos podemos olvidar de los cientos de casos que lo precedieron, de los que sabemos y de los que no sabemos. Ni nos olvidemos que la monarquía es también parte de la trama corrupta del capitalismo español. Y, sobre todo, señalemos a los corruptores.
El gobierno de PSOE-SUMAR está muerto, es un cadáver que ya empieza a oler. La apuesta de los monopolios será un relevo más autoritario y reaccionario, tienen muchas fórmulas y variantes a su disposición, pero, independientemente de cual sea la apuesta de nuestro enemigo, la clase obrera solo tiene la salida de aumentar la lucha, la organización y la confrontación contra la burguesía y su estado.
La alternativa está en nuestras manos.
No abracemos ninguna de las opciones que, para gestionar su supervivencia, sitúa el sistema como alternativas posibles. Ni las idílicas reivindicaciones de la socialdemocracia de un capitalismo con altas tasas de prestaciones públicas en determinados países occidentales y que, contra las evidencias de sus políticas que van en sentido contrario, hace suyo el gobierno de coalición PSOE/Sumar, ni el discurso individualista y ultraliberal del neofascismo que se construye sobre el odio al “otro”, al diferente y al pobre.
Ninguno abre vías de desarrollo social, político y económico diferente a la distopía en la que se está convirtiendo la formación social española de la mano del burdo juego parlamentario de unos verdaderos trileros de la política, la sumisión a los mandatos de la UE y la OTAN y el golpe de estado judicial y mediático que contra el gobierno de Pedro Sánchez propician determinados sectores de la oligarquía centralista.
Únicamente hay una opción para empezar a superar la actual barbarie y enfrentar la incertidumbre sobre el futuro en el que vive instalada la mayor parte de la población. Solo caminando hacia un modelo social diferente que permita avanzar desde lo concreto, en el terreno de la lucha de clases, en la defensa de la vida frente al imperialismo y sus políticas que solo son muerte y destrucción, hay un atisbo de esperanza.
Ni un paso atrás en servicios públicos, ni en derechos sociales, laborales y/o civiles. Todo se ganó luchando y todo se perderá si no se defiende frente a un capitalismo que, en medio de la crisis que lo azota, lo quiere todo, porque lo necesita todo para sobrevivir.
Esa es la senda en la que queremos estar levantado la bandera de la Resistencia y la Dignidad; de la conciencia de clase, la organización y la unidad obrera frente al miedo y la claudicación que impone la paz social y la constante aceptación del mal menor en el marco del llamado diálogo social entre la patronal y los sindicatos mayoritarios.
Igualmente, frente a la OTAN y la economía de guerra que impone para desarrollar sus planes belicistas, es necesaria la misma posición de confrontación radical del bloque obrero y popular denunciando también a quienes callan ante ella y, como IU, Podemos o el PCE, en su participación gubernamental la asumen como un deber institucional inevitable . Impedir que nos arrastren a la guerra, que con nuestra pobreza paguemos su guerra y que la sangre de nuestra juventud sea el combustible de sus armas, exige trabajar de firme en pro de un fuerte movimiento popular por la paz y contra la guerra; contra la OTAN y las bases yanquis; contra el gasto militar y la ofensiva belicista que se acordará en la Cumbre que la mayor organización terrorista y criminal de la Historia realizará los días 24 y 25 de junio de la Haya ; contra el genocidio en Palestina; contra el bloqueo a Cuba y el silencioso genocidio que provoca desde hace más de seis décadas…. No hay ninguna excusa, es ahora o nunca.
Por todo ello, la necesidad de transmitir el hilo rojo de la Historia a las nuevas generaciones, a aquellas a las que el capitalismo niega el futuro, es urgente. Formar militantes con experiencia en la lucha de masas y, al mismo tiempo, forjados en debates que fomenten un pensamiento crítico y riguroso, es más necesario que nunca.
Una juventud consciente, que asume la responsabilidad histórica que le corresponde y se organiza en las más diversas estructuras del movimiento obrero y popular sin suplantarlas, ni tratando de reescribir la Historia sobre falsos guiones que tiran por la borda el acumulado de más de dos siglos de lucha del movimiento obrero. Esa es la tarea que enfrenta la JCPE con el entusiasmo propio de una organización juvenil de vanguardia que asume su responsabilidad nadando contracorriente de lo que, desde el poder, y a derecha e izquierda, se define como lo necesario, como lo imprescindible para escribir la Historia y dejar de ser meros espectadores incapaces de interpretar correctamente los que son sus verdaderos intereses y necesidades.
Desarrollar el PCPE
La clase trabajadora necesita un Partido Comunista cada día más fuerte, disciplinado y organizado, un Partido con mayores capacidades de dirección política de masas, un Partido de vanguardia, un Partido Marxista-Leninista dispuesto a enfrentar a la ofensiva el ataque frontal del capitalismo a las masas trabajadoras con un amplio despegue de medidas tácticas y estratégicas.
Ya no es tiempo de perder el tiempo en juegos de salón, de tiras y aflojas para acabar siempre pactando a cambio de prebendas para los de siempre y migajas para el resto. Ese tiempo histórico ya se ha acabado, ya no hay excedentes que repartir; ahora solo hay déficit y miedo a lo que se avecina.
No hay marcha atrás, el tiempo de la socialdemocracia ya ha pasado; por eso, frente al avance de la reacción ultraliberal y el fascismo social, frente a la barbarie; es el momento del Partido Comunista, es tiempo de Revolución.
C.C. del PCPE
[1] Ernesto Che Guevara