"Si todo fuera como parece, Marx habría escrito solamente folletos."
Con esta frase, Bertolt Brecht celebra el pensamiento crítico de Marx: ir más allá de lo evidente para revelar mecanismos que, en su apariencia y envoltura, se pretenden presentar como lo que no son. Si el mundo fuera tan simple como parece, el socialismo científico y la teoría revolucionaria no existirían. Brecht, como marxista, enfatizaba que la verdad requiere desmontar ilusiones.
El revisionismo oportunista como apariencia engañosa
El oportunismo, actualmente en el Estado español, está ejemplificado por figuras como Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Antonio Maíllo y Enrique Santiago. Son figuras públicas e ideológicas del oportunismo, pero no debemos perder de vista a cientos de sujetos que, bajo las órdenes del capital, llevan a cabo la labor de alienar y domesticar a las masas trabajadoras.
Esta corriente, al servicio del capital, en el estado español comenzó en 1956 con la teoría de la reconciliación nacional del PCE, que tuvo su continuidad en la teoría del socialismo en democracia y su culminación en los Pactos de la Moncloa. Gira en torno al principio revisionista que teoriza la adaptación del marxismo a la realidad inmediata. ¡Ojo! No debemos confundir esto con el análisis de las condiciones concretas para poder aplicar políticas específicas.
La adaptación oportunista: situar como meta final objetivos puntuales y transitorios
-
Aceptar reformas graduales dentro del sistema capitalista (mejoras salariales, derechos laborales, cuestiones de género, algunas leyes de carácter civil, etc.).
-
Principalmente, abandonar la revolución como meta, argumentando que "el capitalismo ha cambiado". Afirman que ya no es lo que era, que ahora es más humano y que dentro de los marcos capitalistas es posible liberar al pueblo del yugo de la burguesía, o al menos hacerle creer que esta no es tan mala.
-
Revisionistas y oportunistas, tergiversando y amputando la doctrina marxista, sitúan que como “el desarrollo de las fuerzas productivas conducirá inevitablemente al socialismo” solo hace falta sentarse y esperar relegando la necesidad del proceso revolucionario.
La teoría del revisionismo oportunista, en apariencia, parece "pragmática", "realista" y hasta "humanista". Insisten en que, bajo su paraguas, bajo su dirección y desde su institucionalidad, el burgués se corrige, se educa para que abandone su voracidad acumulativa y depredadora.
Como buenos oportunistas, evocan a Marx, tal como lo hicieron los traidores de la II Internacional. Jamás se declararán anti-marxistas, pero sí niegan su esencia: la lucha de clases como motor histórico y la necesidad de destruir las estructuras de explotación capitalistas. Reniegan de la dictadura del proletariado como elemento central en la construcción del Estado socialista. Ah, y, por supuesto, se declaran contrarios a toda dictadura y muy amantes de la paz, negando la lucha entre clases.
Marx expuso que las apariencias enmascaran contradicciones irreconciliables. El revisionismo, en cambio, toma la superficie por el fondo: ve la "paz social" (ejemplo: el pacto entre fuerzas empresariales y sindicales) como una forma social armónica, ocultando que el capital extrae plusvalía incluso en condiciones "dignas". Reduce la teoría marxista a un manual de políticas públicas, vaciándola de su potencial revolucionario y transformador.
Ejemplo histórico
Hay muchos. El más significativo, por su importancia histórica, fue el de la socialdemocracia alemana en 1914, cuando apoyó los créditos de guerra, traicionando el internacionalismo proletario.
Más próximos a nosotros, encontramos los casos ya mencionados del PCE, sin olvidar los cometidos por UGT-PSOE bajo la dictadura de Primo de Rivera o lo sucedido en los años ochenta con la OTAN. Podríamos enumerar traiciones oportunistas de la socialdemocracia rancia y nueva, y nos daría para una enciclopedia.
¿Hay un manual de cómo actuar para ser un buen oportunista?
Desde que Lenin, allá por 1894, los describió como gente camuflada de amigos del pueblo, podemos decir que el patrón utilizado ha sido siempre el mismo, con algunos matices. Principalmente, los caracteriza una verborrea extremista e "izquierdosa", que apabulla y denuncia todo lo denunciable: que si "casta", que si "cloacas", que si OTAN y bases militares, que si LGTBI... Ah, y piden sin descanso un cambio en las jefaturas del Estado burgués.
Pretenden y en muchas ocasiones consiguen, arrastrar tras de sí a fuerzas sanas del movimiento revolucionario, que luego son desechadas de la ecuación una vez alcanzado el objetivo. ¿Cuál es ese objetivo? Tomar el Parlamento o las instituciones del Estado burgués, no por asalto, sino por las urnas dentro del orden jurídico-policial burgués.
Una vez conseguido el objetivo, ya tienen su sillón y algún que otro millón de euros. Se abandona el falso radicalismo, habiendo logrado una premisa que la burguesía les encomienda: desmantelar los movimientos organizados revolucionarios. Hoy, PCE, IU, Podemos y Sumar son la expresión política de aquellos que Lenin combatió toda su vida: camuflados de radicales "izquierdosos", trabajan al servicio del capital, reforzando el sistema al desmovilizar la conciencia de clase.
Conclusión: El revisionismo, pilar del oportunismo como anti-teoría.
El revisionismo oportunista no necesita la obra El Capital ni el socialismo científico. Para ellos, es una ciencia desconocida o ignorada; les bastan folletos de reformas, porque creen en la apariencia del capitalismo reformado.
Traiciona la esencia del marxismo: renuncia a desentrañar lo oculto (explotación, opresión, alienación, dictadura del capital) para conformarse con lo visible (beneficios parciales), batallas sin trascendencia en la lucha de clases.
En síntesis: el marxismo auténtico exige ir más allá de lo que parece; el revisionismo, en cambio, se conforma con la superficie… y así neutraliza la revolución.
Alerta: El oportunismo es un virus en apariencia inocuo pero muy contagioso. Sus postulados penetran en nuestra conciencia a través de la repetición de ideas que se consideran revolucionarias. Hoy vuelven a reivindicaciones y frentes que, cuando estaban en el sillón, ya habían dado por finiquitados. Perdido el sillón y comprobado que fuerzas sanas revolucionarias pretenden, y en ocasiones consiguen, levantar frentes obreros y populares contra las políticas de los gobiernos al servicio del capital, contra el pacto social, la UE, la OTAN, las bases yanquis y militares, vuelven a la manipulación.
Con todos los aparatos del Estado burgués a su servicio, se lanzan a intentar hegemonizar nuevamente los movimientos políticos y sociales. No dudarán en hacer uso de todo lo que consideren necesario para satisfacer al amo burgués.
Es misión de los marxistas leninista desenmascarar ante el pueblo a estos oportunistas traidores, elevando la conciencia revolucionaria de las masas trabajadoras. En ello nos jugamos el futuro de la humanidad, Socialismo o Barbarie.
Posdata: Estos que hoy se desgañitan gritando "OTAN NO" y demás consignas son los mismos que votaron a favor del Estado fascista de Ucrania, aplaudieron al fascista Zelenski, votaron y siguen votando presupuestos de guerra. Y una larga retahíla de hechos contra el pueblo trabajador, que necesitaríamos otra enciclopedia o un pendrive de 3 TB para poder enumerarlos todos.
Rosa Luxemburgo: "Reformismo es renunciar a la meta final por la lucha inmediata".
Che Guevara: "El revisionismo es la teoría de la derrota disfrazada de realismo".
Lenin: "El oportunismo sacrifica los intereses futuros del movimiento por sus ventajas presentes".
Juan J. Sánchez