En el mes de enero del presente año la dirección de la multinacional estadounidense propietaria de la fábrica Guadians de Llodio (Álava), convocó al comité de empresa para informar sobre la situación del horno.

El comité iba a presentar una solución inmediata antes de que Guadians presente el ERE de extinción.

En esta reunión la dirección de la empresa comunico que habían decidido no reparar ni invertir en la reparación del horno y anuncio el cese y el cierre de la actividad en dicha fábrica al mismo tiempo que el despido de 171 trabajadores.

Estos se declararon en huelga indefinida para impedir dicho cierre y se produjeron movilizaciones secunda das por la población al grito de : "Guardians ez itxi", (Guardians no se cierra).

A finales de mes se concentraron de madrugada unos 200 trabajadores para impedir el apagado del horno que significaría el cese de la actividad de la empresa, lo cual no impidió que el apagado del horno no se realizará, lo que va a dificultar que pueda ser puesto nuevamente en marcha.

El gobierno Vasco se había comprometido en buscar nuevos inversores lo cual se verá dificultado por este hecho.

Todos esto esto se ha desarrollado con falta de una total transparencia por parte de la dirección negando al comité de empresa información y gestionando esta situación sin valorar alternativas que eviten el cese de la actividad y la destrucción de empleo.

El cierre ha generado mucha rabia y frustración entre los trabajadores y los vecinos de la localidad.

El despido de los trabajadores y el cierre de la multinacional Guardians glass de Llodio (Álava) nos muestra los planes de la patronal para con la clase obrera y son un ejemplo del agotamiento de este sistema.

La lucha de clases separa a dos grupos con intereses irreconcilables : el capital "Guardians Glass", propietaria de los medios de producción (fabrica, máquinas y hornos), y el proletariado quienes para poder vivir tienen que vender su fuerza de trabajo por un salario.

El apagado del horno, como excusa para el despido y posterior cierre de la empresa se está efectuando a lo "bestia" según los sindicatos, lo cual imposibilita su posterior uso y "disfrute" para cualquier otra empresa o los propios trabajadores llegado el caso. Todo eso bajo la supervision del Gobierno Vasco con Pradales a la cabeza y el consejero Mikel Jáuregui de escudero.

Los trabajadores se sienten engañados y abandonados por el Gobierno Vasco.

¿Y ahora que?.

Diariamente se plantea ante la clase obrera en distintas empresas la siguiente disyuntiva : aceptar a ser arrojados a las filas del paro.

A menudo los representantes de los trabajadores no se sientan a hablar de nuestros intereses, no hay "golpe de puños" sobre la mesa por nosotros y por nuestra supervivencia.

Se negocia en su lenguaje y solo se invocan sus leyes en la mesa de negociación.

Hay que negociar pero la, sed de los capitalistas es insaciable y las conquistas no se les arrancan por medio de la razón sino por la fuerza.

Ante tal situación de crisis del capitalismo donde se espera que muchas empresas cierren hay que exigir la nacionalización.

La consigna de los trabajadores debería ser : "Fabrica que se cierra, fabrica que los trabajadores toman".

No permitamos que ninguna empresa cierre, debe ser tomada por los trabajadores.

El triunfo o derrota de las luchas obreras esta en nuestras manos y depende de nosotros que los resultados finales de esta lucha afecten positiva o negativamente a todos los trabajadores.

¡Viva la solidaridad entre los trabajadores!

¡Viva la clase obrera!

Gustavo

batalla_de_ideas2-page001.png