Crisis capitalista y crisis de dominación imperialista.

El transcurso de estos últimos años para la lucha de clases ha sido de una velocidad enorme, tanto internacional como a nivel estatal. La crisis general capitalista de carácter estructural, especialmente sentida en los últimos 15 años, ha llevado a un callejón sin salida al imperialismo, que como una hiena herida, lanza dentelladas sin respetar ya ni siquiera los mínimos consensos y formalidades democrático-burguesas de los que se fue dotando tras el fin de la segunda guerra mundial (guerra de liberación antifascista). Hoy, desata una guerra mundial contra los pueblos del mundo que reivindican su soberanía y frente a toda una realidad de países que han decido levantar relaciones autónomas y diferenciadas de los circuitos de dominación imperialista, materializada en los BRICS+, y que son un amenaza para el mantenimiento de esta dominación imperialista. Guerra mundial en su forma militar, a través de la OTAN y del ente sionista. Y en materia económico-financiera, mediante bloqueos, vetos, sanciones y saqueos de los depósitos internacionales de países terceros, a través del poder que siguen ostentando en los circuitos internacionales del capital, principalmente EE.UU., y en menor medida sus aliados, Reino Unido y la Unión Europea, aunque esta última en plena posición de sumisión al amo yanki.

De esta forma tratan de perpetuar su dominio del mundo, a cualquier precio, sin dudar en llevar a cabo abiertamente un genocidio en Palestina, continuas provocaciones en territorio chino o una guerra de la OTAN contra Rusia iniciada por el gobierno fascista ucraniano en 2014 en el Donbass, con la constante amenaza nuclear, entre otros muchos focos de inestabilidad y guerra que mantiene en el mundo en una lista interminable (Cuba, Corea, Venezuela, Sáhara a través de la dictadura marroquí, financiamiento de grupos yihadistas en el Sahel,…), que hemos venido a llamar en artículos anteriores como OTAN 360º. Porque es a través de la OTAN como actúan, cada vez de forma más extensiva, para agredir a los pueblos del mundo.

Ha sido el Eje de la Resistencia Palestina, quien desde hace un año señala y pone en aprietos esta dominación imperialista, a través de la necesaria conciencia de la unidad de todas sus grupos heterogéneos para poder vencer ante el enemigo sionista. Ejerciendo de vanguardia mundial antiimperialista en la actualidad.

Pero el capitalismo en crisis no solo nos empuja a la violencia y la guerra, sino que a través de su lógica reproductiva, está llevando al Planeta Tierra a una erosión y destrucción de determinada irreversibilidad ya en estos momentos, que se manifiesta en forma de pandemias, agotamiento de recursos, niveles colosales de residuos contaminantes, sequías y desertificación, etc., debido a la tensión de los ciclos biológico-ecológicos del planeta.

En un camino hacia la destrucción de la vida, que materializa cada vez con mayor certeza la consigna de Carlos Marx: “El capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza, la naturaleza y los seres humanos”.

La barbarie no se queda en Palestina, nos alcanza en nuestra realidad diaria ya.

A nivel estatal, la crisis capitalista y la sumisión de la burguesía a los dictados de EEUU, la UE y la OTAN, se traslada en mayores tasas de empobrecimiento y sobreexplotación del pueblo trabajador. La vivienda es un artículo de lujo al servicio de la especulación, el coste de los alimentos básicos y de la energía se ha disparado, la extensión del trabajo a tiempo parcial, maquillado como empleo fijo, disimula unas cifras de empleo que la realidad es imposible de ocultar. Hace tiempo ya que tener un trabajo no garantiza salir del umbral de la pobreza. Hoy, el 33 % de las personas que tienen empleo en España son pobres1.

Pero además, el capital necesita acabar con los espacios que aún no están bajo su lógica de acumulación. Los servicios públicos se privatizan a grandes pasos, al calor de los gobiernos autonómicos y central (ya sean gobiernos de derecha o socialdemócratas) y las pensiones públicas se deterioran. Como ejemplo el último acuerdo de pensiones firmado por el gobierno PSOE-SUMAR, CCOO y UGT y la patronal, que sigue primando el retraso de la jubilación e introduce la participación de las mutuas privadas en algunos procesos de bajas comunes - ¡privatización! -...

Mientras aumenta la pobreza y la privatización, se imposibilita el acceso a la vivienda y se ataca a las pensiones públicas, hay un incremento el gasto militar en más de un 60 % desde la llegada de la socialdemocracia al poder (gobiernos de coalición PSOE-UP y PSOE-Sumar) por imposición de la OTAN, más de 6.000 millones2, que solo sirven a la lógica de barbarie del capital. Nuestra pertenencia a la OTAN, no solo conlleva desangrarnos en gastos militares, sino al peligro de la guerra nuclear y el conflicto armado debido a las bases de EEUU y la OTAN en nuestro territorio, y además a la militarización de la sociedad y al envío de nuestra juventud a morir por los intereses del capital.

El capitalismo prepara y fomenta al fascismo

La burguesía, muy consciente de toda esta “presión en la olla social”, sigue haciendo uso de la socialdemocracia en el gobierno y las direcciones sindicales, que políticamente son una misma cosa, para desmovilizar a la clase trabajadora, pero machaca a las masas con ideología reaccionaria las 24 horas del día, a través de toda la superestructura bajo su control. Instigando y aupando al fascismo a través de la propaganda de los medios de comunicación, con noticiarios y tertulias reaccionarias que blanquean comportamientos racistas, el odio a los pobres y el fascismo o con la presencia del ejército en colegios e institutos para normalizar la militarización, preparando la necesaria represión en forma de violencia abierta contra el movimiento obrero y la organización de las capas populares frente a la violencia del capital. Como ejemplo, la insoportable tarea de paciencia que hay que llevar a cabo para aguantar un telediario completo en cualquiera de los canales de TV que existen hoy, cada vez que se justifican los métodos de Israel, de la Ucrania fascista o de los golpistas venezolanos, o como con el blanqueamiento y presencia del líder de la organización fascista “Desokupa” en el canal Cuatro, en un programa de tertulia que hubo a inicios de agosto.

Todo ello bajo responsabilidad de la socialdemocracia, que además lo financia enviando armas a grupos fascistas ucranianos y comerciando con el ente sionista a nivel internacional, y a nivel estatal, con el mantenimiento de la Ley Mordaza y los incontables casos de represión al movimiento obrero y a quienes protestan: los jóvenes de Altsasu, Pablo Hásel, militancia del SAT, los seis jóvenes de Zaragoza, la militancia del PCPC en Gran Canaria, o el reciente caso de especial gravedad “Las seis de la Suiza” en Asturias, condenadas a tres años y medio de prisión por el Tribunal Supremo por participar en un piquete durante su actividad sindical, es decir, penas de cárcel para el movimiento obrero organizado que decide plantar cara a la patronal únicamente por su actividad sindical.

Por otro lado, La Ley de Extranjería sigue deshumanizando a los sectores más vulnerables de la clase trabajadora, empujando a miles de trabajadoras y trabajadores a tener que jugarse la vida para poder trabajar, escapando de la barbarie que el imperialismo impone en sus países de origen.

El saldo de los últimos diez años: el Mar Mediterráneo convertido en la mayor fosa común del mundo, con 28.000 trabajadores y trabajadoras migrantes ahogados en trayecto, sumado a los miles que también pierden la vida en la ruta atlántica hacia aguas canarias.

Y una vez que consiguen llegar, son despojados de los derechos más básicos, sobre-explotados por la patronal hasta la extenuación, perseguidos por el estado burgués y los sectores más reaccionarios de la sociedad, que trata de criminalizarlos, usándolos de chivo expiatorio ante el resto de la clase trabajadora. Un escenario con una magnitud de violencia y descomposición insostenible…

La única forma de pararlo es con organización de masas a través de la intervención revolucionaria.

La hegemonía de la socialdemocracia en el movimiento obrero y las masas en general, se ha traducido hasta hoy en desmovilización y llamada al denominado voto útil (que no resulta otra cosa, que intentar posponer la victoria del fascismo, a base de consolidarlo y movilizarlo cada vez más en las calles y espacios de lucha).

Hoy, vista esta inviabilidad de la propuesta de la socialdemocracia, frente a un capitalismo que nos ha declarado la guerra es hora de dar un paso al frente y trabajar hacia la creación de espacios democráticos de participación de masas.

Espacios de debate, organización y acción, que debemos levantar junto a quienes sufren como nosotros y nosotras la cada vez más dura realidad, para hacer frente a cada uno de los problemas que se manifiestan día a día en nuestro centros de trabajo y en nuestros barrios, desde la soberanía asamblearia de quienes participan en ellos. Creando iniciativas que sean capaces de resolver los problemas que sufrimos, y a la vez levantando frentes de lucha contra quienes los generan.

Constituyendo grupos recogida de firmas entre los vecinos y vecinas allá donde es necesario un centro de salud, un parque o cualquier infraestructura pública esencial y a la vez denunciando la inacción de las instituciones públicas responsables y exigiendo medidas; organizando una asamblea en el barrio, para denunciar la situación de pobreza y de carestía de la vida, mientras se sigue incrementando el gasto militar, e intentar generar comités locales contra la guerra y la OTAN. O debatiendo los problemas que tenemos en el centro de trabajo con el resto de compañeras/os y llevando a cabo medidas que, de menos a más, visibilicen el conflicto y nos organicen en base a los problemas comunes, hacia mejores posiciones de lucha.

Son ejemplos que deben ayudar a iniciar el necesario camino hacia la plena conciencia y organización de masas. Conciencia colectiva organizada desde la que reconocer claramente al enemigo de clase y comprender que solo a través de la articulación y estimulación de estos espacios, podremos avanzar en la defensa y conquista de nuestros derechos más básicos. Y la tarea hoy de los y las revolucionarias no es solo intervenir para que esas luchas vayan en dirección revolucionaria, sino ¡ayudar a construir junto a las masas esos mismos espacios que hoy aún no existen!

Debemos mirarnos en el ejemplo de unidad de la Resistencia Palestina, que enfrenta con determinación sin fisuras y eficacia al enemigo imperialista y sionista, para, trasladando ese ejemplo a nuestro ámbito de lucha, traducirlo en ponernos a trabajar cuanto antes para levantar esos espacios democráticos de masas, a la ofensiva.

Llamamos al pueblo trabajador a enfrentar con determinación esta coyuntura, a organizarse contra toda la violencia que el capital descarga sobre nuestras espaldas y que no estamos dispuestos ni un minuto más a seguir soportando. Depende de nosotros y nosotras mismas empezar a construir la alternativa por y para la humanidad, enfrentada a la barbarie del capitalismo y sus cómplices.

Los revolucionarios y revolucionarias del PCPE y la JCPE estaremos a la altura de las circunstancias, para fomentar esos espacios de democracia desde la base y darle una orientación revolucionaria. Tenemos el análisis adecuado y los medios para ello.

Contra la guerra imperialista, contra el capitalismo y contra el fascismo.

Dirección revolucionaria y trabajo junto a las masas.

¡Porque sólo el pueblo organizado salva al pueblo! ¡Venceremos!

Francisco Valverde

1 (XIII Informe sobre el Estado de la Pobreza de EAPN-ES) https://www.eapn.es/noticias/1699/eapn-es-publica-un-documento-sobre-la-relacion-entre-empleo-y-pobreza

2 https://www.eleconomista.es/economia/noticias/12782086/04/24/el-gasto-militar-aumenta-en-espana-un-624-desde-la-llegada-de-sanchez.html#:~:text=Econom%C3%ADa-,El%20gasto%20militar%20aumenta%20en%20Espa%C3%B1a%20un%2062%2C4,desde%20la%20llegada%20de%20S%C3%A1nchez&text=El%20aumento%20en%20el%20gasto,despu%C3%A9s%20de%20la%20%C3%BAltima%20asignaci%C3%B3n.

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