La nación caribeña ha sufrido tantas intervenciones militares que, de traducirse en ayudas económicas solidarias, mucho habrían contribuido a su desarrollo

La difícil situación del pueblo haitiano requiere en estos momentos de soluciones, no de intervenciones. Foto: DW

La historia ha demostrado que las intervenciones militares, generalmente contra países pobres del llamado Tercer Mundo, lejos de ser una solución para mitigar el hambre y constituir gobiernos estables, han sido causantes de desestabilización y meras fórmulas de colonización y neocolonización.

Haití, la más empobrecida nación de la región, ha sufrido no pocas intervenciones militares que, de traducirse en ayudas económicas solidarias, mucho habrían contribuido a su desarrollo.

Por estos días, el diario estadounidense The Washington Post publicó un editorial sobre la situación en Haití, en el cual se hablaba de «una acción contundente por parte de actores externos».

Días después, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá anunciaban el envío de aviones militares para llevar armas destinadas a los servicios de seguridad del país.

Entre el 16 y el 18 de Septiembre de 1982 se perpetró la masacre de los campos de Sabra y Shatila. El ejército de Israel había invadido el Líbano y ocupaba Beirut, las tropas de la OLP fueron evacuadas y los campos de refugiados, compuestos en su mayoría por mujeres, niños y ancianos, pasaban a ser de las Naciones Unidas y se quedaban bajo la responsabilidad de Israel. 

Los campamentos se iluminaron por la noche con las bengalas que lanzaba el ejército sionista facilitando la incursión de bandas criminales que llevaron a cabo la matanza. Tres mil palestinos fueron asesinados en dos días. Después de asesinar, derrumbaban las viviendas para esconder los cadáveres. Este crimen fue reconocido como un acto de genocidio por parte de la Asamblea de Naciones Unidas en su resolución 37/123, y a pesar de eso , nunca se ha dictado un embargo ni ninguna medida económica o política contra el gobierno de Israel.

Después de 40 años, el genocidio continúa, ya sea a través de operaciones militares en las que asesinan a decenas o centenas de palestinos, o de forma individual en un constante goteo de sangre derramada en la tierra Palestina.

En este mes de septiembre, el día 7, en la región de Tubas, al noroeste de la Cisjordania ocupada, Younis Ghasan de 21 años fue asesinado con una bala en el corazón, convirtiéndose en la sexta víctima en solo una semana. Días después, el pasado 15 de septiembre, en el norte de Jenin, el ejército sionista asesinó de un disparo en la cabeza a Odai Salah de 17 años. Los jóvenes palestinos son el objetivo prioritario del sionismo. El gobierno de Israel utiliza diferentes formas para cumplir su misión de eliminar al pueblo palestino. Este mes también han fallecido dos personas, un niño de 10 años y una mujer de 37, que no fueron autorizadas para recibir tratamiento fuera de la cárcel más grande del mundo, llamada Cisjordania.

Se empeñan en destruir lo que nos salva: la unidad del pueblo y sus instituciones

Muchas manos y esfuerzos se han unido para acelerar la recuperación. Foto: José M. Correa

No me van a confundir. No podrán confundir al pueblo de Cuba, que sabe distinguir entre una persona afectada sin la información necesaria, agobiada por el largo apagón (calor, comida en mal estado, niños pequeños en las casas) de quienes intentan aprovechar sus estados de ánimo, para enrumbarlos contra sí mismos, es decir, contra el proyecto social que los ampara.

Estuve allí el sábado, en Línea y F. Parecía ser una concentración espontánea de ciudadanos que reclamaban acción –es cierto que hay burócratas que entorpecen la comunicación y no se mueven según las necesidades del pueblo, sino por indicaciones con firma y cuño (un funcionario de una empresa, por ejemplo, se negó a prestar la grúa parqueada en su patio para mover unos troncos en la cuadra donde radica)–, pero hallé algo diferente.

Cierta prensa extranjera, ocupada en construir la imagen que el imperialismo necesita, había sido convocada. Era un síntoma que movía a sospecha, porque esta no suele acudir a los genuinos actos de protesta contra las agresiones imperiales o contra lo mal hecho.

En los bordes de la concentración era posible el diálogo: se exponían necesidades o inconformidades. Pero otros se negaban y tiraban los tanques de basura a la calle. Las cámaras se enfocaban en ellos. Allí, sin dilaciones, apareció la verdadera motivación de ese grupo: estamos contra el sistema, contra el Gobierno.

A Comissão Política Nacional do Comitê Central do Partido Comunista Brasileiro (PCB) agradece os milhares de votos depositados em nossas candidaturas – a camarada Sofia Manzano e Antônio Alves, para presidenta e vice; em nossos candidatos e candidatas aos governos estaduais e também para nossas candidaturas ao Senado, à Câmara Federal e às Assembleias Legislativas estaduais. São votos que demonstram a disposição para as intensas lutas que a classe trabalhadora brasileira terá pela frente, na dura batalha pela construção do Poder Popular no rumo do socialismo!

A CPN saúda toda a militância do PCB e de seus Coletivos de todas as regiões do país por seu entusiasmo militante demonstrado ao longo desse processo eleitoral. Durante toda a campanha nossa militância esteve dialogando com os trabalhadores e trabalhadoras, a juventude e o povo pobre brasileiro e propagando o nosso programa anticapitalista e anti-imperialista, comprovando mais uma vez toda a organização, garra e combatividade próprias da militância comunista.

Unidad y Lucha (UyL) extracta una larga entrevista que ha tenido con Carolus Wimmer (C. W.), Secretario de Relaciones Internacionales del PCV, donde responde a la situación que se vive actualmente en la República Bolivariana de Venezuela.

C. W.- Antes de comenzar a dar respuesta a las preguntas de UyL, quisiera agradecer en nombre del PCV la solidaridad mostrada por el PCPE, después de la pandemia que nos ha impedido tener unas relaciones presenciales, pero no virtuales y telemáticas.

UyL.- ¿Cuáles son las relaciones actuales del gobierno con el PCV y el Polo Patriótico?

C. W.- Tengo que empezar diciendo que en esta primera respuesta soy muy tajante. En el período del presidente Chávez, eliminando los puntos idealistas que se expresaban, por ejemplo, en “socialismo ya”, saludamos el proceso de lucha por la liberación nacional, que no existe en Europa, pero sí en otros continentes como África y América Latina.

El imperialismo, especialmente el yanqui, continúa, dos siglos después, con su política de considerar al resto del continente como su patio trasero, reafirmándolo con la famosa Doctrina Monroe, enunciada en 1823. Pero, en Venezuela, con Chávez, se formó un amplio movimiento popular para reconquistar derechos de soberanía que se preveía que continuara con el proceso ya iniciado.

En la tarde del pasado miércoles 3 de agosto gran parte de los cubanos estaban sentados frente a sus televisores. Ese día se emitió una de las Mesas Redondas que más expectativas ha generado en el presente año.

En esa emisión se anunció la apertura de las operaciones de un mercado oficial de divisas que iniciaría solo con la compra de dólares y otras monedas. La tasa central de cambio sería algo mayor que la establecida en la calle: 120 pesos por un dólar.

El Estado, que hasta ese entonces mantenía la tasa de 24 x 1, de esta forma salía a competir con el mercado informal de divisas para intentar captar parte del flujo de dólares, euros y otras monedas que entran al país en manos del incipiente flujo de turistas, pero que son comprados y vendidos ¨al precio de la calle¨, fuera del sistema bancario.

Cuba debió paralizar durante unos dos años su industria turística debido a la pandemia de la Covid-19, perdiendo su principal entrada de divisas y sigue sometido a una guerra económica que muchas veces se pretende ignorar en los análisis.

A finales de junio pasado y al calor de las revueltas populares en Sri Lanka, varios medios de comunicación del mundo se hacían eco de un artículo de Radio Free Asia (RFA), en el que se sugería que la República Democrática y Popular de Laos “podría seguir los pasos de Sri Lanka”.

El articulo no ha tenido gran repercusión en la prensa internacional ni era algo que se pretendiera por parte de sus creadores, y es que el objetivo principal no era remover las “conciencias” de la opinión pública mundial, sino remover (sin éxito) las “conciencias” de la opinión pública interna laosiana. Aun así, algunos medios asiáticos y occidentales, utilizaron parte del contenido de dicho panfleto, para crear sus propios artículos de desinformación, con el objetivo de desacreditar al Gobierno comunista de Laos para justificar y alentar una contrarrevolución allí y de paso, negar los enormes progresos que la nación ha hecho en las últimas décadas de Revolución.

En su página de la red social estadounidense Facebook y en idioma laosiano, como excepción y por si quedan dudas de a quién iba dirigida la “información” de la “noticia”, Radio Free Asia (Radio Libre de Asia por su traducción al castellano) publicó un artículo en el que magnificaba la situación de dificultad económica que vive Laos, complicada como en el resto del planeta tras el recrudecimiento de la guerra de Ucrania y la comparaba de manera exagerada y fuera de contexto, con la situación que se vive en Sri Lanka desde el 15 de marzo de este año.

La tozudez (y estupidez) de las grandes instituciones económicas internacionales cuando se trata de aplicar, una y otra vez, las mismas e inservibles políticas económicas ortodoxas no debe ser subestimada. Veamos la última.

El conjunto de la clase trabajadora mundial (también la de los países centrales) sufre los efectos de una inflación galopante a resultas del desorbitado aumento de los precios de numerosas materias primas así como del encarecimiento de la energía. Y, por mucho que se empecinen Joe Biden y los medios de «información»/propaganda occidentales que descaradamente toman por imbéciles a las mayorías sociales, este escenario inflacionario no ha sido desatado por Vladímir Putin y «su» guerra. No, los trabajadores y trabajadoras tenemos memoria, e independientemente de que se haya alcanzado en julio de 2022 un nuevo récord en la eurozona al llegarse (según la Oficina de Estadística de la Unión Europea, Eurostat) al 8,9 % de inflación, sabemos perfectamente que la presente situación se remonta, por lo menos, a dos años atrás. Y ya no es que los trabajadores lo sepamos perfectamente, sino que lo padecemos perfectamente. 

¿Y qué están haciendo las grandes instituciones económicas internacionales para atajar este grave problema inflacionario? Pues bien, desde, cómo no, una óptica exclusivamente monetarista, la Reserva Federal de los Estados Unidos ha subido recientemente los tipos de interés. Paralelamente, el Banco Central Europeo, por vez primera en once años, también ha elevado los tipos de interés, pasando estos del 0 % (donde se han situado ininterrumpidamente desde marzo de 2016) al 0,5 %. Esta última subida de tipos se corresponde con la mayor de ellas en 22 años. Y, bueno, realmente no debe sorprender la aplicación de esta medida clásica de política monetaria, sobre todo teniendo en consideración que el único objetivo del Banco Central Europeo es el de mantener la inflación cercana al 2 %.

“A aquellos que creyeron un día que la sangre derramada era inútil, y que el Moncada condujo a la adversidad y no a la victoria, o que el «Granma» era inútil, o que la guerra en las montañas era inútil, hoy les decimos, quedó demostrado que nunca fue inútil el sacrificio. Y los que creían que un día todo ese esfuerzo, ese heroísmo y esa sangre serían inútiles, sepan que hoy más que nunca y con más seguridad que nunca podemos afirmar que el sacrificio ha sido absolutamente fecundo, absolutamente útil. ¡Se engañan los que crean, y se engañan el imperio, y se engañan sus serviles mercenarios si creen que algún día la sangre de los buenos fue derramada en vano! ¡A nuestra Revolución, a nuestro pueblo y a nuestro Partido no podrá subestimarse jamás!”

Palabras del Presidente Fidel Castro Ruz en el acto central por el XXXIV aniversario del asalto al cuartel Moncada, celebrado en la Plaza de Artemisa, el 26 de julio de 1987.

Los ataques del imperialismo siempre han chocado con la voluntad que da la conciencia y organización de quienes tienen como principio los derechos sociales. El imperialismo ha pasado por gran parte del mundo siempre aplastando los derechos de los pueblos, pero el pueblo cubano, como pueblo instruido, formado en los valores morales y éticos, que practica el humanismo para hacer su convivencia enteramente justa, responde a la agresión con más y más respeto a las causas comunes, sociales, revolucionarias, la sanidad, la enseñanza, el trabajo para conseguir alimentos, el transporte, la vivienda, la energía eléctrica, la solidaridad.

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