“Nosotros los marxistas nos diferenciamos de los pacifistas, así como de los anarquistas, en que nosotros reconocemos la necesidad de analizar históricamente (desde el punto de vista del materialismo dialéctico de Marx) cada guerra por separado.”

«Los de arriba dicen:
La paz y la guerra
son de diferente sustancia.
Pero su paz y su guerra
son como el viento y la tormenta.
La guerra crece de su paz
Como hijo de su madre.
Él lleva sus espantosos rasgos».
Bertolt Brecht

Socialdemocracia

La socialdemocracia nació como corriente dentro de la izquierda europea para promover una cierta redistribución de la riqueza, democratización del Poder y la participación social en los asuntos públicos. Se basó en la democracia representativa y en que la regulación de la economía en las disposiciones de interés general quedara siempre dentro del marco del orden capitalista.

Adjunto, por una vez y sin que sirva de precedente, esta larga cita de Wikipedia sobre esos orígenes, porque creo que sintetiza bien el contenido principal, decirlo con otras palabras:

 DECLARACIÓN DEL POLO DE RENACIMIENTO COMUNISTA EN FRANCIA (PRCF)

Tres meses después de que el Parlamento Europeo adoptara una resolución afirmando que el "exterminio por inanición [en Ucrania en 1932-1933] debe calificarse de genocidio" -es decir, utilizando el término "Holodomor" de forma oficial y acrítica-, la llamada "Asamblea Nacional" acaba de alinearse con su modelo bruselense (y alemán, pues el Bundestag ya ha adoptado una resolución similar) aprobando casi por unanimidad la propuesta de "resolución sobre el reconocimiento y la condena del gran Holodomor",) al aprobar casi por unanimidad la propuesta de "resolución sobre el reconocimiento y la condena de la gran hambruna de 1932-33, conocida como "Holodomor", como genocidio".

Esta "resolución" groseramente anticomunista y rusófoba fue apoyada por un arco político que va desde la fascista "Agrupación Nacional" hasta los llamados partidos de "izquierda" institucional PS y EELV, pasando, por supuesto, por toda la derecha reaccionaria y antipopular. Esta maniobra es tanto más grotesca cuanto que el proyecto de resolución fue presentado en la Asamblea Nacional y registrado por ésta el 27 de enero, día en que el centro de exterminio de Auschwitz fue liberado por... el Ejército Rojo.

 

Durante el trabajo de la Brigada que organizó el PCPE a Cuba en noviembre de 2022, hubo un encuentro entre la Jefa de Prensa del Sierra Maestra y el director de Unidad y Lucha en papel, con la intención de estrechar colaboraciones conjuntas y mantener el contacto.

Unidad y Lucha (UyL): ¿En primer lugar, para situarnos, qué significa Santiago para la historia de Cuba ? 

Y.M.: Santiago de Cuba es considerada la cuna de la Revolución cubana, empezando por la etapa de liberación nacional, de aquí fueron los principales jefes mambises de aquella gesta como Antonio Maceo, Quintín Banderas, Guillermón Moncada y muchos otros patriotas que forjaron una estirpe de lucha en el pueblo santiaguero que siempre se ha sentido heredero de esas tradiciones.

En Santiago, en la etapa de la dictadura de Fulgencio Batista, el clima era muy peligroso. Las acciones clandestinas contra el gobierno hacían de la ciudad una urbe peligrosa en la que la juventud era la protagonista. Recordemos que en esta ciudad se protagonizó el asalto al Cuartel Moncada un 26 de julio durante los carnavales santiagueros, en la que fueron torturados los jóvenes revolucionarios y otros como Fidel Castro pudieron huir hasta ser capturados y procesados.

Latinoamérica está pasando por un nuevo ciclo de gobiernos progresistas que, en mayor o menor medida, están dificultando la política de rapiña del imperialismo yanki y europeo. Se puede contabilizar hasta 13 gobiernos en esta tendencia. Entre ellos hay 5 que se podrían calificar de socioliberales (Argentina, Chile, Colombia, México y Panamá), debido a que buscan un crecimiento igualitario de las condiciones económicas y de bienestar, pero limitando la intervención estatal; 4 países socialdemócratas (Brasil, Dominica, Guyana y Honduras), que persiguen cierta igualdad y redistribución de la riqueza mediante la intervención estatal; 3 gobiernos adscritos al llamado socialismo del siglo XXI (Bolivia, Nicaragua y Venezuela), cuya táctica es la nacionalización de los sectores estratégicos; y un país que figura a la cabeza de todos ellos, como piedra angular del movimiento obrero y piedra en el zapato del imperialismo, que es Cuba socialista. Mención aparte requiere Barbados, que, si bien presenta ciertas ambigüedades, solo hace un año que dejó de estar sometido a la monarquía británica, por lo que sería prudente esperar y ver hasta qué punto un proceso soberanista en ese país puede abrir cauces de lucha obrera y popular.

Sin embargo, no es un secreto que Latinoamérica es una zona de especial inestabilidad política, debido fundamentalmente a la injerencia de EE. UU. con el objetivo de favorecer a las burguesías nacionales para que, a su vez, estas les malvendan recursos naturales y se arrodillen ante sus políticas belicistas. Hace solo unos días, la burguesía peruana dio muestra de esta inestabilidad con el golpe de Estado perpetrado contra Pedro Castillo.

La política burguesa y sus instituciones trabajan, de manera firme y en cualquier ocasión, al servicio de los intereses del imperialismo y en contra de todos los pueblos que le oponen resistencia. El último episodio de esto lo vemos en una proposición de ley sobre no financiar con dinero público a organizaciones que ellos etiqueten de "antisemitas". Así buscan dotarse de una herramienta más -si cabe- para perseguir, criminalizar y ahogar económicamente toda forma de solidaridad internacionalista con el pueblo palestino.

Es una propuesta de ley que viene del gobierno autonómico de Madrid (PP), que luego la Asamblea de Madrid aprobó llevar al Congreso, y que ahora (gracias al apoyo de las distintas vertientes de la ultraderecha, más el PSOE) está ya en trámites de debate en el parlamento. En su texto plantean "la eliminación de las subvenciones y ayudas públicas a entidades que fomentan el odio antisemita".

Usan un pretexto muy manido y muy manipulador: el del concepto del "odio antisemita", para confundir y estigmatizar, como si fuéramos racistas y reaccionarios/as (¡nada más lejos de la realidad!), a cualquiera que nos opongamos a esta nueva vuelta de tuerca contra la solidaridad entre pueblos.

Latinoamérica está pasando por un nuevo ciclo de gobiernos progresistas que, en mayor o menor medida, están dificultando la política de rapiña del imperialismo yanki y europeo. Se puede contabilizar hasta 13 gobiernos en esta tendencia. Entre ellos hay 5 que se podrían calificar de socioliberales (Argentina, Chile, Colombia, México y Panamá), debido a que buscan un crecimiento igualitario de las condiciones económicas y de bienestar, pero limitando la intervención estatal; 4 países socialdemócratas (Brasil, Dominica, Guyana y Honduras), que persiguen cierta igualdad y redistribución de la riqueza mediante la intervención estatal; 3 gobiernos adscritos al llamado socialismo del siglo XXI (Bolivia, Nicaragua y Venezuela), cuya táctica es la nacionalización de los sectores estratégicos; y un país que figura a la cabeza de todos ellos, como piedra angular del movimiento obrero y piedra en el zapato del imperialismo, que es Cuba socialista. Mención aparte requiere Barbados, que, si bien presenta ciertas ambigüedades, solo hace un año que dejó de estar sometido a la monarquía británica, por lo que sería prudente esperar y ver hasta qué punto un proceso soberanista en ese país puede abrir cauces de lucha obrera y popular.

Sin embargo, no es un secreto que Latinoamérica es una zona de especial inestabilidad política, debido fundamentalmente a la injerencia de EE. UU. con el objetivo de favorecer a las burguesías nacionales para que, a su vez, estas les malvendan recursos naturales y se arrodillen ante sus políticas belicistas. Hace solo unos días, la burguesía peruana dio muestra de esta inestabilidad con el golpe de Estado perpetrado contra Pedro Castillo. Esta clase de intromisiones, más suaves a ojos del espectador y basadas en la judicialización de la política (lawfare), es la nueva estrategia del imperialismo para dominar los pueblos de Latinoamérica. Es cierto que todavía pueden acudir a los golpes de Estado tradicionales (recuérdese el asesinato de Jovenel Moïse, hasta ese momento presidente de Haití), pero, al ser mucho más evidentes, podrían encadenar una respuesta popular imprevisible.

COMUNICADO PCB

En la tarde de ese domingo 8 de enero, simpatizantes de Jair Bolsonaro invadieron el Congreso Nacional e intentaron ocupar edificios de otros organismos públicos, con la intención de promover disturbios y dar lugar a un golpe de Estado.

Este movimiento es articulado desde hace meses por sectores de la ultraderecha brasileña, que cuenta con un fuerte apoyo financiero de empresarios y segmentos de la policía militar y de las Fuerzas Armadas.  En diferentes medios, grupos de extrema derecha han guiado abiertamente manifestaciones de no reconocimiento de resultados electorales y ataques a la democracia.

Las imágenes que circulan en las redes sociales y también en la prensa televisiva no dejan lugar a dudas sobre la prevaricación de parte de las fuerzas policiales de Brasilia, que además de contar con un personal muy por debajo del que debería haber disponible para contener este anunciado ataque, también facilitó en varias partes el paso de los golpistas.  Ya se sabía que a la Capital Federal habían llegado cerca de un centenar de micros con manifestantes golpistas.  Este hecho no es único: tras el anuncio de la victoria de Lula, se tramaron acciones golpistas a plena luz del día, como las ocurridas en Brasilia el 24 de diciembre o con el intento de voladura de un camión cisterna en el aeropuerto de Brasilia, en la víspera del fin del gobierno de Bolsonaro, para sembrar el caos, el odio, el enfrentamiento con las instituciones y preparar el terreno para una posible intervención militar.

El PCB entiende que se está produciendo un claro ataque a los órganos democráticos.  Exigimos una inmediata investigación y castigo a las autoridades que prevaricaron e hicieron posible este nefasto episodio.  Exigimos investigaciones para identificar a los líderes y financiadores de estas acciones y su detención.

El momento exige una respuesta eficaz y articulada de todos los movimientos populares y sociales, entidades democráticas y partidos de izquierda contra el neofascismo y sus grupos terroristas, con una fuerte unidad de acción.  Así, proponemos:

 DECLARACIÓN DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL PCPE

La etapa presidencial de Bolsonaro en Brasil se utilizó para sembrar la semilla de la violencia contra el pueblo trabajador poseedor de una mínima conciencia antifascista.

La victoria electoral de Lula en las presidenciales brasileñas “desordenó” el plan de dominación política que sectores oligárquicos tenían sujeto con Bolsonaro, que, a su vez, contaba con la complicidad o silencio del imperialismo norteamericano a sus ataques y persecución a la clase obrera o los pueblos originarios del Amazonas que se oponían a las atrocidades que se pretendían cometer contra este pulmón del planeta, o la falta de protección de la población contra la epidemia de la COVID-19 que generó una mortalidad inaudita.

Arde Latinoamérica con Brasil, Perú, Bolivia, como principales escenarios en este continente, pero también arden otros puntos en el planeta (Palestina, Sahara, Ucrania, Yemen, Mali, etc.), ¡arde el capitalismo!

Ni el edulcorado gobierno de Lula, con carteras relevantes entregadas a destacados miembros de la derecha brasileña, ha podido impedir la explosión del rebaño de brasileños, coléricos y espoleados por el lobby internacional de la ultraderecha, que han asaltado el edificio del Congreso nacional, el Planalto y el Tribunal Superior de Justicia.

Con la crisis general del capitalismo, la lucha de clases adquiere un nivel de aguda confrontación que a veces se manifiesta con estas escenas televisadas. La obligación de preparar a la clase obrera y sectores populares agredidos es la respuesta a “qué hacer” cuando se presentan estos episodios, ya repetidos a lo largo de la Historia de la Humanidad, que si en su día se dieron como tragedia hoy se repiten como farsa.

Todos los medios de difusión occidentales (prensa, radio y televisión) al unísono, obedeciendo la voz de su amo, el imperialismo norteamericano, nos están presentando una versión tergiversada y adulterada del desarrollo de los acontecimientos en Ucrania, tratando de condicionar la opinión pública de sus respectivos países y haciendo buena la frase del que fuera ministro de propaganda de la Alemania nazi Joseph Goebbels: una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.

Los países de la Unión Europea, entre los que se halla el Estado español, sometidos a los dictados de Estados Unidos y ejerciendo de sus colonias, en nombre de la libertad de expresión han llegado a límites tales como, por ejemplo, prohibir la emisión del canal de televisión Rusia Today con el fin de sustraer a dicha opinión pública de una información alternativa y diferente a la oficial que nos permita tener una visión contrastada y más objetiva de lo que está aconteciendo.

El actual gobierno de Ucrania encabezado por Zelenski es el heredero del golpe de Estado conocido como Euromaidán en 2014, que asesinó en el Dombás a más de 15 000 personas de la minoría de origen ruso en una política genocida de limpieza étnica y que se apoya en grupos de carácter nazi-fascistas. Esto también se oculta.

Este gobierno surgido del golpe de Estado empieza a prohibir el idioma ruso del que el ucraniano es un dialecto. Prohíbe el Partido Comunista y otras organizaciones de izquierda, en total once. Muchos de sus militantes fueron detenidos, torturados y asesinados.

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