Todo el pueblo trabajador de Ferrol y comarca (Ferrol, Eume y Ortegal) salió a la calle el pasado 12 de junio atendiendo a la llamada de unidad de las centrales sindicales frente a la desertización industrial de la comarca en que viven y trabajan miles de familias obreras. Un clamor de más de 100.000 asistentes protagonizó la mayor movilización que se recuerda en la ciudad que hoy registra una de las mayores tasas de paro (36%) de todo el estado mientras  salarios y pensiones están por debajo de la media estatal. En la jornada, precedida de una intensa campaña de agitación propagandística, Comunistas da Galiza tuvo una importante participación reclamando la extensión de la Huelga General al conjunto del estado y reivindicando la promesa de lucha que en 1972 la clase obrera ferrolana fue capaz de protagonizar desafiando a la dictadura. Quienes prometen soluciones que nunca llegan, son los mismos que luego ratifican en Bruselas las medidas que adopta la UE y que tratan de hacer pagar a la clase obrera las consecuencias de una crisis que no ocasionó.

Si algo queda claro después de esta y otras movilizaciones y huelgas generales, es la inutilidad de los planteamientos reformistas frente a la lógica invariable del capitalismo, que hará cuanto sea necesario para mantenerse en el poder sin importar el sufrimiento y la miseria de la inmensa mayoría del pueblo trabajador. En la medida en que las fuerzas revolucionarias y el Partido Comunista seamos capaces de generalizar y politizar la lucha, la posibilidad de mantenerla dentro de los límites compatibles con la colaboración de clases, será cada vez menor.

Lo  ocurrido a los/as trabajadores/as de Isofotón, 354 despedid@s, impago de salario e indemnización, concurso de acreedores, es lo que reserva el capitalismo a quienes producen todas las riquezas con su  trabajo  bajo el atropello  patronal. La crisis capitalista  arrasa los derechos sociolaborales conquistados en décadas de lucha.

Los partidos burgueses  no están tomando medidas equivocadas, sino las correctas para  aumentar los beneficios de sus amos. Las reformas laborales PSOE-PP han minado los derechos fundamentales de la clase obrera y facilitado  la impunidad de los ERE’s empresariales.

La Junta de Andalucía, responsable de la llegada de los actuales propietarios de la empresa, tras entregar millones de dinero público en ayudas para "mantener el empleo", ignora a los trabajadores/as  desde la presentación del ERE, y ambos (PSOE-IU)  votaron en el Parlamento andaluz contra  la propuesta de investigar el destino de esos fondos. Todo ello en una empresa productiva industrial  (tan escasas en Málaga), en beneficio de especuladores que destruyen empleo y derechos.

La clase obrera debe unirse y organizarse desde la base contra estos ataques. Los/as trabajadores/as de Isofotón tienen la solidaridad del PCPA-PCPE y los CJC de Málaga en su  lucha contra el ERE y por  sus puestos de trabajo.

 

 

 

Expedientes extintivos suceden a los EREs temporales que la multinacional energética  planteó como  coyunturales. Cientos de trabajadores/as serán despedidos en el Estado español por Alstom Power con las excusas de "adaptarse a la nueva realidad del mercado y garantizar sostenibilidad operativa" y de "la situación económica y la paralización del plan de energías renovables por el  gobierno". En sus plantas y oficinas de Buñuel (Navarra), Zamora, Las Palmas, A Coruña, Toledo, San Fernando, Bilbao, Cornellà, Madrid y Barcelona, despiden para deslocalizar su producción a países en los que poder sobreexplotar más aún  a la clase obrera.

Solidaridad con l@s trabajador@s de Alstom: ¡Ni un despido, ni un  cierre sin lucha!

 

Cuando el hastío, la desesperación y la propaganda de los aparatos burgueses de comunicación hacen creer, a un amplio porcentaje de trabajadores y trabajadoras, en la posibilidad de una pronta corrección o giro inminente en las políticas que generan la situación de miseria y precariedad en la que viven aterradas millones de personas sin presente ni futuro en esta sociedad capitalista,

Los mineros de Coto Minero Cantábrico que llevan más de tres meses de huelga han decidido en asamblea continuar la misma hasta conseguir la totalidad de sus demandas. Los mineros exigen la readmisión de 169 trabajadores despedidos de Cerredo (Asturies) con las mismas condiciones en las que dejaron el pozo. Tampoco aceptan ningún tipo de rebaja salarial ante el intento de la patronal de recortarles sus salarios un 35%. Además piden al grupo Alonso que presente de forma inmediata un calendario de pagos de las cantidades que se les adeudan, y que a día de hoy son las nóminas de diciembre, enero y febrero, además de una paga extraordinaria.

Según nos informan los camaradas de la célula del PCPE en la empresa el conjunto de los mineros hacen turnos de guardia de 8 horas durante día y noche manteniendo el control de las instalaciones de la empresa desde el inicio de la huelga que secunda el 100% de la plantilla. Según las última noticias el empresario habría empezado a ceder en sus pretensiones de mantener los despidos y estaría empezando a negociar un recorte salarial inferior al inicialmente propuesto. En todo caso, los mineros siguen firmes en no ceder ante los despidos y en mantener sus condiciones laborales.

El jueves 16 de mayo los ex trabajadores de Nueva Papelera del Besaya-NPB convocaron una asamblea obrera en la que participaron más de doscientas personas y presentaron un vídeo “Papelera: Historia de un engaño” denunciando las falsas promesas de recolocación en trabajos dignos por los sucesivos Gobiernos de Cantabria, antes del PSOE-PRC y ahora del PP. Desde la caída del techo de la fábrica en febrero de 2011, que provocó el cierre de la empresa, este colectivo obrero de NPB ha recorrido numerosos despachos de representantes políticos sin ningún resultado y han estado presentes en las movilizaciones contra el paro, los EREs y los despidos en la Comarca.

Papelera fue de las primeras empresas en la Comarca en despedir a sus trabajadores, a las que se sumaron Haulotte, SNIACE, Bridgestone e Insago. Este largo tiempo de espera y de desempleo, agotando prestaciones y ayudas, provoca que los trabajadores de NPB comiencen a organizar actividades de mayor profundidad para luchar por su futuro, contando con el apoyo de los Comités para la Unidad Obrera.

La Asamblea obrera estuvo precedida por la denuncia de las falsas promesas y explicación del caso de NPB, dando paso a la participación de números trabajadores quienes denunciaron la grave situación por la que atraviesa la clase obrera en la comarca del Besaya y reclamando la convocatoria de Huelga General para intensificar las luchas obreras. Las intervenciones del Partido señalaron el carácter estructural de la crisis y la necesidad de organización del poder obrero para acabar con el capitalismo.

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