En el estado español, echar a un trabajador o trabajadora cada vez cuesta menos dinero. En los últimos años, la indemnización por despido se ha desplomado -hasta un 64%, según algunos medios- por efecto de las reformas laborales del 2010, 2012 y la última del 2021, reformas aplicadas por los gobiernos de turno, dando igual que sean del PP, del PSOE o del batiburrillo más progresista de la historia, el del PSOE-UNIDASPODEMOS.

¿Cuál es la indemnización por despido actualmente en el estado español y cuál ha sido su evolución.

Actualmente, después de la reforma laboral del 2021, que dejó tal cual las cuantías que ya se recogían en la reforma del 2012  del PP, si un trabajador o trabajadora es despedido por causas objetivas, tendrá derecho a percibir una indemnización de 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades. Si el despido es improcedente, la indemnización será de 33 días por año trabajado con un tope de 24 mensualidades. También existe una indemnización por extinción de contratos temporales, que actualmente es de 12 días por año trabajado.

Si echamos la vista atrás comprobaremos que en 1977, la indemnización por despido improcedente era de 60 días por año trabajado con un tope de 60 mensualidades. En 1980, con la entrada en vigor del Estatuto de los Trabajadores, esa indemnización sufrió un recorte al situarse en 45 días por año trabajado con un tope máximo de 42 mensualidades. En el 2012, el despido se abarató de nuevo, situando la indemnización por despido improcedente en 33 días y un máximo de 24 mensualidades.

Como siempre, los gobiernos al servicio de la burguesía y sus necesarios aliados, juegan con las cartas marcadas, lo que les facilita el hacer multitud de trampas.

Hablemos de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) el cual se sitúa en 1134 € en catorce pagas anuales. Nos preguntamos, ¿este salario mínimo se cobra, por todas/os los trabajadores que tienen nóminas inferiores al salario medio?

Pero antes de responder, situemos una cruda realidad...1134 € son los que cobrarían, que no lo harán, más de 2,5 millones de trabajadoras/es, este salario no es neto, ya que se les aplica las retenciones, que sin ser exageradas si reducen la cuantía a percibir. Con este salario, estos millones de obreras y obreros, tendrán que vivir, si eres joven, abrirte camino en esta sociedad, si eres madre o padre mantener a tu o tus hijos. Este gobierno y sus mariachis sindicales han subido un 5 % el SMI, y quieren hacer creer que esta subida está muy por encima del IPC y demás leches calculadoras. Y pensamos, si el salario medio en el estado español está calculado en 25.000 € con los que miles de familias les es imposible llegar a fin de mes, cómo llegarán estos otros que no pasarán de los 15.876 € brutos. Estos 2.5 millones de personas pertenecen a ese 14 % de las personas que trabajan y están en exclusión social, esta información que nos facilita FOESSA en su VIII informe, y que es ampliada con datos que nos dan luz sobre la realidad, datos como que, las personas en exclusión social en el estado español son de 8,5 millones, el 18,4 % de la población, y que otros 4 millones están en el umbral.

Decíamos que se hacen trampas, y preguntábamos si en realidad todas y todos los trabajadores cobrarán este salario, podemos afirmar que no.

Viñeta de Chumy Chúmez

Una y otra vez afirmamos que las políticas implementadas por los gobiernos al servicio de la burguesía están diseñadas con el objetivo de mantener a millones de hombres y mujeres en la miseria (pobreza), estamos seguros de tener la razón cuando hacemos esta afirmación.

Sólo manteniendo la pobreza estructural le es posible al sistema capitalista poder existir. Hasta hoy el sistema de propiedad privada de los medios de producción, el capitalismo, ha sido capaz de mantener a millones de obreras y obreros laborando, pero siendo pobres o muy pobres. Los medios de propaganda y comunicación de la burguesía han diseñado una línea ideológica-cultural con la que pretenden (y quizás lo han conseguido) hacer creer que solo es pobre el mendigo expulsado del mundo laboral y obligado a vivir en la calle.

Hacer creer a obreras y obreros que no son pobres, que la vida de estos es justa (¿será porque son libres de ejercer su pobreza allá donde les plazca?, que por cierto también es mentira), y que existe la igualdad entre burgués y explotada/o. Esa es la labor por la que cobran la socialdemocracia y los gobiernos al servicio del burgués cobran; ellos también venden sus servicios al capital y no lo hacen por error (o como algunos afirman: "pobrecitas/os, no saben y/o están confundidos"), sus servicios mucho mejor remunerados que los de las obreras/os productores, han sido escrupulosamente seleccionados por el capitalista con la intención de no dejar nada al azar.

De estos esbirros, quienes por unas razones u otras no están a la altura de las exigencias impuestas por los capitalistas, son también despedidos (¡pobrecitos!), ya que cada ciclo necesita de unos gestores determinados: los capitalistas van contratando al mejor esbirro para esta labor.

El materialismo dialéctico es la ciencia que estudia las relaciones entre la conciencia y el mundo material objetivo, las leyes más generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento. Este concepto fue desarrollado inicialmente por Marx y Engels, constituyendo la base científica de la filosofía marxista, donde confluyen el materialismo y la dialéctica. Es materialista porque parte del reconocimiento de la materia como base única del mundo, considerando la conciencia como una propiedad  más de la materia altamente organizada, una función del cerebro humano que refleja el mundo objetivo; es dialéctico porque reconoce la concatenación universal de los objetos y fenómenos del mundo, el movimiento y desarrollo de éste como resultado de contradicciones internas que actúan dentro de él.

La interpretación dialéctica consecuente de la materialidad del mundo es incompatible, por ejemplo, con la afirmación idealista de que las fuerzas motrices de desarrollo del mundo se encuentran fuera de los límites de éste.

Iniciamos este artículo situando este elemento fundamental del pensamiento científico revolucionario debido a que hoy día no se deja de repetir el pensamiento revisionista que, pretendiendo  hacer creer que las fuerzas motrices de desarrollo del mundo se encuentran fuera de los límites de éste, y  por consiguiente, nada podremos hacer para variar el curso de la historia con nuestra militancia e intervención revolucionaria.

Mientras se publican una y otra estadística, fríos números, las condiciones en que viven y se desempeñan la mayoría de los trabajadores migrantes estacionales en España son lamentables y en más de una ocasión les conducen a la muerte. Población migrante que sobrevive en condiciones infrahumanas, habitando chabolas, pisos y casas pateras en barrios marginales, todos próximos a las explotaciones agrícolas, de una patronal sin escrúpulos que considera a estos jornaleros y jornaleras seres inferiores sin derechos sociales.

Una patronal que justifica el no regularizar la situación legal de estas y estos obreros del campo, bajo el argumento de que si lo hace estos se marchan a zonas o países en los que se les garantiza mejores condiciones laborales y sociales. Habrá que decir a estos explotadores que los trabajadores del campo no abandonarían las localidades en las que se asientan transitoriamente, si las condiciones laborales y sociales les garantizara una vida digna en la que desarrollar todas sus esperanzas.

Clase obrera migrante que sufre todo tipo de opresión laboral, en muchas ocasiones son raptados y tratados como esclavos, población que mal vive en guetos chabolistas sin agua, luz y rodeados de basura, guetos que en ocasiones sufren incendios, unos accidentales, otros provocados por gentes de ideología fascista ocasionando muertes, pérdidas de las pocas pertenencias entre ellas papeles personales y la total desprotección meteorológica, quedando aún más vulnerables, ante la agresión empresarial.  

En el año 2022 el sector agrícola género más de 1.2 millones de contratos y no podemos cuantificar con exactitud el número de jornales que se desempeñan sin contrato, por conocimiento práctico, sabemos que cientos de miles de jornadas se llevan a cabo sin ningún tipo de contrato. Otra cuestión a tener en cuenta es la brecha salarial que hay en el sector. Ejemplo. Bajo los plásticos de la agricultura intensiva de Almería, la contratación femenina es escasa y cuando esta se da, los salarios de hombres y mujeres se diferencia hasta en mas de 10€ al día.

 

Los días 17 y 18 de diciembre y 3, 4 y 5 de enero, la plantilla de Amazon en el centro logístico de Trapagarán, en Bizkaia, ha convocado Huelga. Los sindicatos LAB y ELA dicen que la plantilla “ya no puede más”. Exigen negociar un convenio de centro que ponga freno a la “precariedad laboral”1.

La cosa viene de largo. Las últimas movilizaciones de los 125 trabajadores de la plantilla fueron en noviembre de 2022, con una huelga coincidiendo con el Ciber Monday. Tras esa movilización la empresa pidió sentarse y negociar. Se detuvieron las protestas para hacerlo. Trece meses y más de 10 reuniones después no hay avances. Un clásico.

Según explican los sindicatos, Amazon sigue en la actualidad beneficiándose de la precariedad laboral: “largas jornadas de trabajo, uso excesivo de horas complementarias, altísimos ritmos de trabajo, un control constante por parte de las APP que afecta la salud física y/o psicológica de la plantilla, así como una gran inestabilidad por las contrataciones de ETT, falta del derecho a la subrogación de las y los repartidores, no aplicación del Convenio de Transporte al colectivo de repartidores y repartidoras...”

Y lo anterior se da, (o es a consecuencia de lo anterior), en un contexto de grandes beneficios para el gigante del comercio electrónico. “Para el cuarto trimestre de 2023, Amazon prevé ingresos entre 160.000 millones y 167.000 millones de dólares, con un beneficio antes de impuestos de entre 7.000 a 11.000 millones de dólares.”

¿Y que pasa con los centros de Amazon en el resto del Estado?

El 27 y 28 de noviembre, CCOO tenía convocada la primera huelga simultánea en todos los centros, unos 40, donde trabajan alrededor de 20.000 personas. Finalmente fue suspendida parcialmente por acuerdo entre las partes, pero solo en 14 centros, los grandes espacios logísticos, que pertenecen a Amazon Spain Fulfillment. Los “pequeños”, unos 25, se quedaron fuera y mantuvieron sus paros parciales.

Una vez más el gobierno socialdemócrata al servicio del capital hace un anuncio acompañado con orquesta y fanfarria. En esta ocasión el Gobierno aprueba simplificar y “mejorar” la protección del nivel asistencial del desempleo. Aquí los 8 puntos que ¨revolucionan¨ la ley, y vemos con qué poquito pretende seguir manteniendo sus farsas, las cuales posibilitan que se mantengan en el poder.

  • Los subsidios por desempleo serán más accesibles

  • Se permite el acceso a los menores de 45 años sin cargas familiares

  • Podrán acogerse al subsidio los trabajadores eventuales del sector agrario

  • Se suprime el mes de espera tras el agotamiento de la prestación por desempleo para solicitar el subsidio

  • El subsidio será compatible por un periodo de 180 días por cada nuevo empleo

  • La duración será de hasta 30 meses

  • La cuantía, vinculada al IPREM, será del 95% (570 € mensuales) los 6 primeros meses, 90% (540€) los seis meses siguientes y el 80% (480€ al mes) el resto del período y será aplicable a los nuevos reconocimientos de este subsidio

  • Se refuerzan las medidas que permitirán la reinserción laboral y mejorar la empleabilidad

Carlos Marx, fundador del socialismo científico y de la Primera Internacional, junto a F. Engels.

Situar correctamente las contradicciones principales que se expresan en el seno de la lucha de clases desde un análisis científico, marxista, es un deber de la militancia comunista, que, de otro modo, se perdería en un cenagal de palabrería hueca  y adjetivaciones sin sentido, que no llevan a ninguna parte y solo sirven para enmascarar una falta de comprensión correcta de la situación concreta.

Hablando de sindicalismo, es frecuente hacer un inapropiado uso de la dialéctica de los adjetivos, haciendo una falsa división política de las diferentes realidades que se dan dentro del movimiento sindical; situando, como elementos centrales o principales, adjetivos como “"mayoritario", "minoritario", "alternativo", "nacional", "amarillo", "revolucionario", etc. Y, sin querer, o quizás interesadamente, reducimos a formas simples nuestro análisis, nuestras conclusiones y, por ende, nuestras posiciones;, alejándonos de una realidad mucho más compleja y rica en matices.

La lucha de clases no es ajena a esta complejidad, como ya lo expuso Marx en su obra “Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850”, donde aplica por primera vez el método del materialismo dialéctico al estudio de una serie de acontecimientos contemporáneos a él.

Tres semanas después de la movilización del 28 de Octubre en Madrid, en defensa del Sistema Público de Pensiones (SPP), toca hacer algunas reflexiones sobre el desarrollo de la misma y el punto del camino en el que nos encontramos.

Aunque algunas voces afirman que la fuerza de esta jornada de protesta se debilita año tras año, más nos preocupa desde el PCPE el contenido de ésta. Entre otras, la ya manida reclamación de 1080€, una cifra muy por debajo de lo que necesitan y se merecen nuestros pensionistas. Además, en el caso de COESPE, uno de los colectivos convocantes, esta reivindicación económica contradice un acuerdo emanado de su V Asamblea Estatal, celebrada en 2022 en Valencia, en la que se incluía en su tabla reivindicativa la cantidad de 1200€. Y esto no es cosa menor, es un síntoma de algo más grave.

¿Cómo hemos llegado a este punto de deterioro del SPP?

Cada paso que se da en una sociedad capitalista va hacia la obtención de plusvalía. Cuando la tasa de ganancia disminuye, el capital “inventa” nuevas leyes: recortes, crisis, pactos sociales, supervivencia del sistema y otras patrañas cuyo único fin es cercenar los derechos de los y las trabajadoras.

Con la ley 26/1985 (con el sátrapa de Felipe González en el gobierno) se aumenta el período mínimo de cotización de 10 a 15 años para conseguir una pensión contributiva. También se aumentó el número de años para el cálculo de la misma, pasando de los 2 últimos a los 8 últimos. Así se dio un golpe importante a las pensiones. El primero en nuestra serie de recortes.

Con la ley 24/1997 que surge para legislar sobre lo propuesto en el Pacto de Toledo, se apostó por la jubilación anticipada para hacer frente a la crisis (crisis permanente del sistema capitalista), pero a cambio se aumentó de 8 a 15 años los años aplicados para el cálculo de la jubilación.

Pero no se enfade mi querida clase obrera, todo lo hacen por nuestro bien, para mantener la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones (sarcasmo incluido).

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