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Editorial Abril 2024

Una vez establecidas las caracterizaciones que permiten al Partido situar con meridiana claridad la actualidad del momento histórico que vivimos, colocando la crisis general del Capitalismo como el epicentro que todo lo determina, es necesario acertar con las consignas que impulsen la lucha de masas, y situándola a la ofensiva, la coloquen en una dimensión diferente a la actual.

Orientaciones capaces de trascender los reducidos límites organizativos de las diversas estructuras militantes y que, por su capacidad de conexión con las aspiraciones de las masas, tengan la capacidad de convertirse progresivamente en su guía y referente.

Unas directrices imprescindibles que no obran milagros por su mero enunciado, pero que son insustituibles para hacer fecunda la intervención de masas de la militancia comunista.

Sin duda, el paradigma de su existencia y eficacia política son las Tesis de Abril con sus tres claras consignas:

  • Ningún apoyo al gobierno provisional
  • Paz, Pan y Tierra
  • Todo el Poder a los Soviets

Unas orientaciones claras que supieron situar el caudal de movilización y compromiso de las masas obreras y campesinas de Rusia, en un torrente imparable de fuerza revolucionaria que miraba como propias las consignas Bolcheviques.

Hoy, como Partido de Vanguardia, nos corresponde hacer lo mismo y trabajar incesantemente por transformar nuestras consignas en hechos relevantes para el desarrollo de la lucha de clases.

Una tarea que, como venimos diciendo insistentemente, requiere que se desarrolle en la base con la participación activa de las masas en sus estructuras naturales (sindicatos, sección sindical, asociación de vecinos, comité por la paz, asociación feministas, colectivo juvenil….), pero también de la decidida intervención de masas de la militancia comunista, generando una creciente capacidad de dirección política en los diferentes frentes en los que actúa, pero que también precisa de unas acertadas consignas que, conectando con el nivel actual de conciencia de las masas, eleven su capacidad de confrontación y conviertan su lucha en un conflicto político para el Estado.

En este sentido, sirva este editorial como base para analizar las consignas que situamos en el título.

PAZ. La guerra se abre camino de forma imparable en los planes estratégicos de la OTAN. Hay muchos escenarios bélicos abiertos,y aunque la más genocida es la que se desarrolla en Gaza contra el pueblo palestino, es la guerra en Europa la que más directamente amenaza la seguridad de nuestros pueblos. La UE, con absoluta subordinación a los EE.UU. y su mandato militar otanista, muestra su total disposición a extender la guerra de Ucrania a otras latitudes del continente, aun a costa de la economía y de la vida de sus habitantes.

Levantar un amplio frente por la PAZ que, enfrentando desde la base todas las guerras que desarrolla el Imperialismo, denuncie el belicismo de la OTAN y la UE es una urgencia que necesita enfrentar con fuerza la manipulación mediática y el discurso único del belicismo que impregna toda nuestra sociedad. Sin equidistancias absolutamente innecesarias, la consigna PAZ es sinónimo de salida de la OTAN, cierre de las bases y reducción del gasto militar.

Trabajar por un Frente por la PAZ de marcado carácter sociopolítico y de masas, es la gran tarea en la que debemos situar nuestras mejores capacidades.

PAN. La creciente desvalorización de la fuerza de trabajo y la carestía de la vida, no sólo sitúa a cerca de un cuarto de la población de España en riesgo de pobreza, sino que le hace liderar las estadísticas de pobreza infantil. Pan es sinónimo de TECHO, SANIDAD, CULTURA, EDUCACIÓN, DEPENDENCIA…, que en un acelerado proceso de especulación y privatización, ya son derechos fuera del alcance de amplios sectores de la clase trabajadora.

Frente a esta realidad, los descarnados datos de los beneficios récord de la banca, energéticas, constructoras y empresas de distribución, hacen imprescindible levantar la bandera de la exigencia de la nacionalización de todos estos sectores absolutamente monopolizados.

TRABAJO. Con derechos y suficiente para garantizar los mínimos vitales y sociales del pueblo trabajador. Un compromiso con la lucha de clases en su expresión más directa de la confrontación Capital-Trabajo y que, desde la denuncia del pacto social que protagonizan las organizaciones sindicales transformadas en agentes sociales, también reivindica el derecho a un Sistema Público de Pensiones que garantice la calidad de vida de la población pensionista actual y futura.

El trabajador y la trabajadora pobre a quien, pese a estar en activo, sus ingresos no le garantizan lo suficiente para vivir, hace ya tiempo que ha dejado de ser una pesadilla distópica de documental norteamericano y es la realidad en la que, fundamentalmente la juventud, la población migrante y las mujeres trabajadoras, viven millones de nuestros hermanos y hermanas de clase.

LIBERTAD. Ya es hora de enfrentar decididamente el mito liberal que presenta la dictadura del capital y el sistema parlamentario, no sólo como sinónimo de democracia, sino como único modelo posible de democracia.

Más allá del carácter absolutamente eurocéntrico de esta afirmación, frente al aluvión de represión con el que el Estado burgués azota a quienes luchan, es necesario ir levantando paradigmas de democracia fundamentados en la participación y alejados de los límites formales de la representación parlamentaria. Denunciar al Estado como un instrumento de dominación de clase es imprescindible para interpretar correctamente el papel de la represión y del chovinismo racista y reaccionario que caracteriza al españolismo.

Unidad frente a la represión del Estado, ¡arriba los y las que luchan!, son las consignas que desde la vocación más amplia posible, debe articular la defensa del derecho a la manifestación, huelga, expresión y combate contra el fascismo.

Avanzar en la estructuración de las instancias unitarias de base que permitan la progresiva permeabilización de estas cuatro consignas y, a la vez, las hagan desarrollarse, es la tarea central de la militancia comunista. Un ejercicio político que requiere de la capacidad de superar cualquier intento de manipulación, dirigido a instrumentalizar a favor de cualquier otro interés espurio este propósito estratégico.

Todo el camino está por andar, solo tenemos las múltiples enseñanzas que dos siglos de lucha obrera nos han legado… No es poco, aprovechemos la sangre vertida para, definitivamente, derrotar al Imperialismo y construir una sociedad de fraternidad humana capaz de convivir con la Naturaleza.

ATENTADO EN MOSCÚ

Al cierre de esta edición, recibimos la noticia del brutal atentado terrorista en Moscú con al menos 133 personas civiles asesinadas y más de 100 heridas. Acción que ha sido asumida por el Estado Islámico (ISIS), entrenado y financiado durante años por las agencias de inteligencia de las potencias capitalistas occidentales. Hecho nada casual, que intenta desetabilizar a Rusia, en el marco de la victoria electoral de Vladimir Putin hace unos días, con Rusia ganando la guerra que la OTAN le ha impuesto en Ucrania y con el ascenso de las soflamas militaristas contra Rusia y de la financiación de guerra por parte de la Unión Europea y la OTAN.

En política las casualidades no existen, el imperialismo en decadencia refleja de esta forma los métodos de barbarie más absoluta a los que es capaz de llegar con tal de mantener su dominación, ya sea con el genocidio al pueblo palestino, como con el uso de grupos terroristas para el asesinato de civiles en Rusia.

Frente a la Guerra y la barbarie capitalista, el Socialismo es la única alternativa posible.

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