ANDRÉS PIQUERAS 

Profesor titular de Sociología y Antropología Social en la Universidad Jaume I de Castellón.

Quiero agradecer mucho la invitación del PCPE para estar aquí. Un Partido con el que me identifico, y un Partido con el que llevo muchos años trabajando. A muchos de vosotros ya os puedo llamar amigos y amigas desde hace bastante tiempo, y eso creo que es un motivo muy importante para compartir con vosotros aquí, más allá de lo que yo pueda aportar en lo concreto.

Mi modesta aportación viene del trabajo de ya casi veinte años estudiando la crisis del capital. En el trabajo colectivo en el Observatorio Internacional de la Crisis, en el que he tenido la suerte de participar, llegamos a la conclusión de que el sistema está en su fase degenerativa profunda, en una crisis que cada vez más difícilmente puede ser revertida. Y esta crisis degenerativa le lleva, le está llevando ya, a su fase bélica total. 

Como se ha dicho estamos en una guerra total, una guerra total que está planificada para varias décadas, y que es una guerra total contra el mundo emergente, en la que se recurre a batallas diferentes. Unas batallas son en el plano del estallido militar directo, pero otras son de asedio, de acoso económico, de destrucción social, etc. Porque esta guerra no solamente tiene una vertiente militar, tiene también una vertiente social, una guerra social contra los pueblos, una guerra social contra las sociedades, en la que la destrucción de las condiciones laborales y sociales es cada vez más evidente y cada vez más agresiva.

Y, entonces, frente a todo ello, tenemos cada vez más la obligación de denunciar las claves las que atraviesan todo esto, desde el mundo de la academia, desde el mundo que se centra más en el estudio y análisis de estos acontecimientos. Tenemos la obligación de ilustrar, de enunciar, cuales son las claves por las que está avanzando esta guerra social y esta guerra militar. Y cómo unas y otras batallas son parte de esa guerra total diseñada. Que ahora mismo puede ser Palestina y Yemen. Puede ser inmediatamente el Sahel, puede ser Trasnistria, puede ser el Esequibo venezolano, puede ser Azerbaiyán, puede ser por supuesto Taiwán. En cualquier momento puede saltar en un sitio o en otro de estos,

De ahí la importancia, de orientar frente a un capital que ya no puede ofrecer prácticamente nada a las poblaciones del mundo, solo destrucción y barbarie.

La guerra total tiene su principal clave geoestratégica en el caos, en la destrucción, en la barbarie. Fijaos que donde intervienen ya no les interesa dominar territorios, países, e imponer sus normas en esos lugares. Les interesa fundamentalmente destruir, barbarizar, generar el caos, agujeros negros de barbarie, donde el mundo emergente no pueda construir. Ese mundo emergente no pueda construir sus rutas, no pueda construir sus vínculos comerciales, económicos, infraestructurales, de mutuo beneficio. 

Entonces el movimiento comunista de la Humanidad, si alguna vez ha sido decisivo, es en esta fase, en esta coyuntura histórica, en donde la Humanidad se está jugando su propia supervivencia. 

Porque mucho me temo, mucho nos tememos, que el sistema está dispuesto a la destrucción total, si llega el caso en su desesperación, antes que ser relevado por un mundo emergente. Un mundo emergente con muchas contradicciones, con muchas posibilidades varias, pero entre otras cosas también con los primeros pasos hacia el socialismo. Antes de ser relevado por eso puede estar dispuesto a destruirlo todo. Y eso lo tenemos que tener en cuenta y denunciarlo. Nuestros ministros de la guerra en Europa están llamando a la militarización, están llamando a las poblaciones diciendo directamente que podemos entrar en guerra en cualquier momento, y aquí veo que en nuestras sociedades la gente sigue paseando por las calles como si todo esto fuese ajeno a ellos, como si no fueran más que noticias del telediario.

El deber de los comunistas, y del movimiento comunista en general, es denunciar esto cada vez más y decir cada vez más claro: el capitalismo es barbarie. Cada vez más claro. Así que solamente esto, la frase histórica de “socialismo o barbarie”. La barbarie ya está aquí. Cada vez está más claro que a la Humanidad lo que le queda es el camino del socialismo.

Gracias por ser la vanguardia, gracias por ser la vanguardia en este sentido.

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