La decadencia militar del imperialismo estadounidense frente a la unidad de la Resistencia Palestina.

La crisis estructural capitalista también afecta a las fuerzas armadas imperialistas. Desde comienzos del pasado año, se han venido dando noticias sobre las graves dificultades de la industria militar estadounidense para suplir las necesidades de su aparato bélico, considerado hasta hace poco como el más poderoso del planeta.

En estos momentos se están dando dos hechos significativos dentro del escenario de escalada bélica que el imperialismo impone a nivel planetario . Uno es el derrumbamiento del mito de invencibilidad del armamento occidental -entiéndase el estadounidense y sus satélites de la OTAN- y la supuesta superioridad de su doctrina militar. El otro consiste en que los pueblos atacados por el imperialismo han perdido el miedo y han tomado conciencia de que pueden vencer al agresor.

Vamos por partes. El conflicto de Ucrania, que en realidad es la guerra de la OTAN contra la Federación Rusa en territorio de Ucrania ha dejado claro que tanto la doctrina militar de la OTAN como el armamento occidental se han quedado muy atrás respecto a la doctrina militar rusa y al despliegue de nuevas tecnologías en el campo de batalla. Lejos quedan los tiempos en que la OTAN bombardeaba impunemente a países como Yugoslavia, Afganistán, Libia o Irak, en los que los riesgos de una respuesta eficaz por parte de los agredidos pusiese en serio peligro a las potencias agresoras y donde la mera presencia de los portaaviones norteamericanos causaba terror en las zonas donde se desplegaban.

En Siria la cosa comienza a cambiar. Cuando el ejército sirio derrota a los mercenarios interpuestos del Isis, los EEUU y sus satélites se ven obligados a intervenir con tropas propias sobre el terreno, con igual resultado negativo para sus intereses. En la guerra que la OTAN está llevando a cabo contra la Federación Rusa en suelo ucraniano, se ha demostrado que los costosísimos sistemas de defensa aérea estadounidense, los sistemas Patriot, no pueden hacer frente a los nuevos misiles rusos ni a los drones de última generación iraníes . De igual forma, el arsenal otanista no puede hacer frente a las nuevas tecnologías que han aparecido en el campo de batalla y los costosos tanques Leopard, los vehículos Bradley o los vehículos suecos … , que cuestan millones de dólares o euros, son puestos fuera de combate por drones o misiles que resultan cien veces más baratos y eficaces. La realidad de la guerra moderna es que las naciones pequeñas como Yemén y los actores no estatales pueden armarse con armamento moderno que anula el impacto militar de inversiones multimillonarias, como un grupo de ataque de portaaviones . A Yemén le cuesta decenas de miles de dólares lanzar sus drones y misiles contra Israel y la navegación marítima. A la Armada de EE.UU. EEUU le cuesta millones de dólares derribarlos. Asimismo, a la Marina estadounidense le cuesta cientos de millones de dólares mantener desplegado y operativo un grupo de ataque de portaaviones , mientras que Yemén puede amenazar de forma creíble con hundir un portaviones utilizando armas que cuestan cientos de miles de dólares.

A lo dicho antes, se están exponiendo graves dificultades de la industria militar, tanto de los EE. UU. como de los países de la OTAN, fundamentalmente, para suplir las necesidades del aparato bélico imperialista, que da a conocer un escenario, en términos estratégicos, sumamente complejo para Washington y sus satélites.

En otro ámbito del mismo problema, en noviembre pasado, el periódico neoyorquino The Wall Street Journal informaba que el ejército de Estados Unidos se enfrenta a la escasez de sistemas de defensa aérea y antimisiles Patriot. Las necesidades de Ucrania, de Israel y del propio Estados Unidos que está siendo atacado en sus bases en Asia Occidental han generado l un inconveniente sin solución a corto plazo, ya que su industria militar es incapaz de abastecer con la celeridad necesaria a todos los frentes que tiene abierto, además de lo exorbitado de su coste, amén de que dichos sistemas de defensa aérea están siendo muy cuestionados dada su ineficacia frente a los misiles hipersónicos o, como se ha demostrado en la operación “Inundación de Al-Aqsa” llevada a cabo por la Resistencia Palestina en octubre del pasado año, al quedar totalmente colapsados ante la enorme cantidad de misiles y drones empleados en un corto margen de tiempo.

Si, por un lado, la máquina militar imperialista comienza a dar señales de obsolescencia e ineficacia; por otro, impresiona la resuelta lucha que están desarrollando pueblos como el palestino, al que el ente sionista condenó a vivir encerrado sin derechos civiles en condiciones, ahora mismo, inhabitables, en el mayor campo de concentración del mundo y al que intentan hacer desaparecer de la faz de la tierra en su campaña de genocidio. El heroico pueblo palestino, sin aviación, tanques o artillería pesada, ha sabido dotarse de los medios con los que combatir y derrotar el, hasta ahora, invencible ejército sionista. A pesar del salvaje ataque llevado a cabo por las fuerzas ocupantes, la Resistencia Palestina, compuesta por diferentes organizaciones armadas que operan bajo nuevos nombres como las Brigadas Abu Ah i Mustafa (Kata'ib Abu 'Ah i Mustafa), la Brigada de los Mártires de al-Aqsa (Kata'ib Shuhada' al-Aqsa), las Fuerzas de Badr (Quwwat Badr), entre otros, están logrando la necesaria unidad de acción para hacer frente a los agresores y trasladar a toda la población palestina y al resto del mundo el profundo convencimiento de que van a vencer. Además, en esta empresa, el Pueblo Palestino no está solo. El ejemplo de internacionalismo y solidaridad que están dando los hutíes de Yemen al acudir en apoyo del Pueblo Palestino no hay palabras con que expresarlo y al mismo tiempo, a lo largo y ancho de todo el planeta millones de personas no han dejado de mostrar su apoyo a la lucha de la Resistencia Palestina y países como Sudáfrica que ha sentado un precedente al demandar ante la Corte Internacional de Justicia al ente sionista por crímenes contra la Humanidad.

Ante la barbarie imperialista, el ejemplo del Pueblo Palestino y su Resistencia se constituyen en un ejemplo para todos los pueblos del mundo, pues Palestina lucha por su independencia, su integridad territorial y su derecho a vivir en paz en su país y, además, lucha por toda la Humanidad.

¡VIVA LA RESISTENCIA PALESTINA!

F.J. Ferrer

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