Que el cuidado y la atención a las personas dependientes es un trabajo eminentemente desarrollado por mujeres, tanto en el ámbito privado como en el público, sigue siendo una realidad que se reitera estudio tras estudio o encuesta. Desde el movimiento feminista se lleva tiempo incidiendo en la necesidad de que el cuidado sea eje central de la organización social y que tanto el trabajo de cuidados remunerado como el que no lo es, esté prestigiado y reconocido como imprescindible para el. desarrollo social y la creación de riqueza,  y en eso no hemos avanzado apenas. 

El sistema empeora cotidianamente las condiciones de vida de la clase trabajadora, las mujeres de esa clase ven como también exponencialmente empeora la carga de trabajo que soportan. La crisis económica, el desmantelamiento de los recursos públicos y la privatización sistemática de lo escasos que existen hacen que en la práctica la carga del trabajo de cuidados sea insostenible para las mujeres.

Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, las mujeres invierten 12,5 horas más a la semana que los hombres en trabajo no remunerado. Mientras que al trabajo remunerado le dedican 5,8 horas menos a la semana que los hombres. Según la EPA, el 76% de los contratos a tiempo parcial corresponden a mujeres, que incrementan el tiempo dedicado al trabajo no remunerado (30 horas a la semana), cuando tienen jornada a tiempo parcial.

Y qué se ha hecho en esta última legislatura por parte del gobierno socialdemócrata reeditado y "feminista" pues presentar el 'MeToca', una aplicación para repartir  las tareas domésticas y de cuidados, como parte del Plan Corresponsables con el objetivo de plantear una reflexión a la sociedad española sobre el reparto de tareas y, por tanto, la distribución y los usos del tiempo. Como si las mujeres no lleváramos años incidiendo en el problema del  "reparto", proponiendo modelos públicos de asunción de esos cuidados, y en vez de planificar y  presupuestar guarderías, comedores, centros de día, centros de mayores, de cultura o legislando para que las cuidadoras, trabajadoras SAD, limpieza y demás sectores de cuidados tengan condiciones de trabajo dignas, lo que sacan es una app para que cada quien apunte lo que realiza en su unidad familiar. En palabras de la ministra Montero, ahora "ex" a la que echaron sin ningún cuidado, "Ya toca que las tareas de siempre no recaigan sobre las mismas de siempre", pues siento comunicarle que con ese tipo de políticas de maquillaje, las tareas de cuidados visibles e invisibles recaerán siempre en las mismas, las mujeres de la clase trabajadora que hacen las de sus casas y familias y la de las casas y familia de la burguesía y los trabajos feminizados de cuidados los harán también  en condiciones precarias y mal pagadas.

Pueden escuchar lo dicho este 30 de noviembre en la huelga general feminista en Euskadi, en defensa del derecho colectivo a los cuidados "Es importante participar en las movilizaciones feministas para poner en la agenda política las reivindicaciones de los sectores más precarizados y que hablemos de la importancia de los cuidados y de los servicios públicos. Todas necesitamos ser cuidadas y todas debemos tener conciencia de la responsabilidad de cuidar". A diferencia de las huelgas feministas anteriores en el estado a este  proceso movilizador y la jornada de Huelga se han sumado más de 1.500 comités de empresa y la han refrendado todos los sindicatos, a excepción de CC OO y UGT, y el Movimiento Feminista decidió convocar una huelga general para defender el derecho al cuidado a la que estaban convocados mujeres y hombres.

El seguimiento ha sido declarado  "histórico" por parte de las organizaciones convocantes, tanto por la participación en los piquetes de primera hora de la mañana hasta los miles de manifestantes en las movilizaciones de todas las capitales vascas. Ha sido seguida en todos los sectores y  ámbitos incluida la industria y en diversas empresas hubieron detenciones, dos personas en el piquete de Mercedes en Vitoria por desórdenes públicos y cinco detenidos también en Donosti tras encadenarse. 

Cada uno de los colectivos ha exigido que se tengan en cuenta sus necesidades: se denunció la "gentrificación" y los precios de los alquileres de las viviendas, hasta la situación de emergencia social de la población migrante. Las trabajadoras de ayuda a domicilio han exigido que se tenga en cuenta su labor y se "dignifique". "En Bilbao somos alrededor de 150 trabajadoras del sector de ayuda a domicilio.  El servicio es municipal, pero nosotras pertenecemos a una empresa privada, el Ayuntamiento subcontrata un servicio tan esencial como este ofreciéndoselo al mejor postor". Tras el Ayuntamiento, las miles de personas se han trasladado hasta la Oficina de Extranjería, donde mujeres migradas y racializadas han denunciado que la "Ley de Extranjería es cómplice de la explotación de las trabajadoras del hogar". "No estamos todas, faltan las internas”.

"Nuestra propuesta ya está elaborada. Ahora la respuesta y el compromiso político de cara al futuro, a partir de mañana, es por parte de la Administración Pública, de los gobernantes y de quienes tienen mayor responsabilidad de hacer frente y parar ya el negocio de los cuidados en Euskal herria", han señalado, para demandar, por último, que "las vidas de todas y de todos estén en el centro, que los cuidados sean un derecho colectivo para todas las personas y que se deje de lucrar y mercadear con las vidas".

Tatiana Delgado

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