La fragata Méndez Núñez dispone de misiles, torpedos y sistema de combate Aegis. Enviada por el gobierno de España para prestar apoyo a EEUU e Israel, genocidas del pueblo palestino.

José Martí dijo que la mejor forma de decir era hacer. Estas palabras dichas en el contexto de la heroica liberación nacional cubana, aplicadas a la vieja a la vieja y nueva socialdemocracia, cobran un significado lleno de miseria moral e hipocresía. Por que mientras el gobierno más progresista de la historia de España habla de derechos humanos en Palestina, de solución negociada y de dos estados (luego haré un comentario al respecto); envían dos buques de guerra frente a las costas palestinas para apoyar, si fuera necesario, a la entidad sionista en su guerra genocida contra el pueblo palestino.

No existe otra interpretación. El despliegue de la sexta flota estadounidense, y con ella, de la fragata Méndez Núñez y del barco de aprovisionamiento de combate Patiño, es un acto de apoyo al fascismo sionista. Su presencia tiene el único objetivo de intervenir en caso de que el frente norte sionista se vea desbordado por una ofensiva de la Resistencia Libanesa de Hizbullah.

La sumisión del PSOE y SUMAR al imperialismo yankee y al sionismo es absoluta. Y su desvergüenza infinita, mientras son capaces de hacer declaraciones y gesticulaciones preocupadas por el pueblo palestino, sus acciones apoyan abiertamente al régimen más brutal y sanguinario desde el nazismo.

Porque la cuestión Palestina, igual que lo fue la cuestión española del 1936 al 1939, es una cuestión de principios y es una cuestión que atañe al conjunto de la humanidad. Por lo tanto, o te sitúas al lado del pueblo Palestino o te sitúas del lado del fascismo. E igual que los imperialistas franceses, británicos y yankees, que en el 36 y desde una falsa neutralidad apoyaron al fascismo español; hoy, el Reino de España, su gobierno y los partidos que forman parte de él, desde su posición supuestamente conciliadora y sensible con el sufrimiento palestino, al mantener al fascismo sionista como socio preferente y enviar equipos de guerra en apoyo de este, son, simple y llanamente, cómplices del genocidio. Si en una mesa hay un nazi y diez personas que lo respetan, en esa mesa hay once nazis.

La “solución” mágica para la socialdemocracia, y algunos llamados comunistas, es la de los dos Estados. Para el PSOE es la creación de un Estado palestino partido en dos, un estado inviable que sería condenado a la mendicidad para su supervivencia. Para SUMAR y algunos comunistas, es un Estado Palestino dentro de las líneas de demarcación del 67, o lo que es lo mismo, los territorios que quedaron después de la Nakba Palestina de 1948, legitimando el asesinato y la expulsión de sus tierras de cientos de miles de palestinos y palestinas. Legitimando el derecho a existir de un estado genocida basado en derechos bíblicos como pueblo elegido por dios.

La entidad sionista existe por y para los intereses del imperialismo anglo-estadounidense. En 1917, en plena guerra mundial, Palestina era colonia otomana, y la corona inglesa en la Declaración de Balfour, prometió a la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda, que si vencían sería entregada como tierra para los judíos. 30 años después, finalizada la Segunda Guerra Mundial, cumplieron su compromiso.

Apoyar el derecho a existir de Israel es apoyar al sionismo. No se puede apoyar a Israel y apoyar el derecho de Palestina a ser una nación libre y soberana. Quien lo hace, como mínimo es un cínico, pero lo más seguro es que sea como los comensales que se sentaban en la mesa con el nazi.

Ferran N.

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