Según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, muestran que a 31 de diciembre del 2021, un 20,3% de los pacientes en espera de una intervención llevaban más de seis meses esperando; el tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica era de 123 días; un 52,2% de los pacientes tenían una fecha asignada para ver por primera vez al especialista superior a los 60 días, y la lista de espera para tener cita para el especialista era de 87 días.

Lo anterior unido a una desastrosa gestión para acudir a Atención Primaria, la implantación de unos sistemas digitales que se convierten en un obstáculo insalvable para una parte de la población de más edad o simplemente para quienes no tienen recursos para tener internet, la privatización encubierta que se lleva a cabo a través de hospitales y clínicas concertados y, así, un largo etc., nos hacen ver que el interés del estado no es precisamente mejorar las condiciones de acceso a la atención médica, tanto primaria como especializada y, en todo caso, centrando este interés en fomentar el paso del sistema público a manos privadas, con lo que ello conlleva, pues se pasa del interés general de la población a la obtención de beneficios, convirtiendo la salud en una mercancía más, cosa además acorde con la lógica capitalista.

Sólo unos datos para mostrar cuales son los objetivos e intereses que persiguen los distintos gobiernos de turno, ahora PSOE-UNIDAS PODEMOS. Este “progresista gobierno” dedica en este año de 2022 el 1,44% de su Presupuesto a Sanidad, lo que supone un gasto de 6.606 millones de euros, cantidad esta menor en un 9.88% respecto al 2021. Esto es, en un momento en que millones de trabajadores y trabajadoras en el estado español sufren y soportan un encarecimiento desbocado de todos los bienes básicos: Electricidad y gas, alimentación, vivienda y demás, con una inflación galopante que ya supera el 10% y cuyos salarios e ingresos, como las pensiones, no están siendo actualizados y equiparados a este encarecimiento, el gobierno decide gastar menos en algo tan esencial como lo es la Sanidad Pública. En otras partidas, como Educación, solo dedica el 1,09% de los Presupuestos Generales para 2022, sólo dos centésimas más que en el 2021.

Pero, ¿el gobierno del PSOE-UNIDAS PODEMOS ha rebajado el gasto en otras partidas de los presupuesto generales al igual que lo hace con Sanidad, o Educación, con la exigua subida del 0,02% sobre el 2021, por ejemplo? La respuesta es un rotundo NO.

En contrapartida a lo que se viene diciendo arriba, el gasto militar real de los Presupuestos Generales del Estado para 2022, aprobados por este gobierno “progresista” asciende a 22.796 millones de euros, un 124% más de lo que asigna el Ministerio de Defensa, unos 10.155 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 5,75%. Todo un récord histórico.

Otra cara del ataque que sufre la Sanidad Pública es la situación de su personal sanitario.  Una alta tasa de temporalidad en la contratación, escasez o ausencia de convocatorias para cubrir plazas, restricciones de contratación, etc., hace que el Sistema Nacional de Salud adolezca de graves problemas estructurales.

Solo la lucha organizada de la clase obrera y demás sectores populares en defensa del sistema público de salud puede garantizar la existencia de un Sistema Nacional de Salud universal, gratuito y de calidad que garantice una mejora en las condiciones de salud y vida de millones de trabajadoras y trabajadores.

F.J. Ferrer

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