"En HUNOSA,  empresa pública de la SEPI el proceso de privatización está muy adelantado, el plan de empresa anuncia cierres de explotaciones y regulaciones de plantilla, o sea despidos"

Los cañones de guerra suenan cada vez más cerca en los pozos mineros, va haber jaleo, se escucha decir otra vez a solo un año y cuatro meses del cierre en falso de la huelga del 2012. Los ataques contra la clase obrera minera se intensifican y como resultado se intensifica la lucha de clases de las regiones mineras del Estado español. En esta última fase del capitalismo monopolista e imperialista, los monopolios europeos se disputan los recursos energéticos de las regiones mineras españolas; en esta batalla inter-monopolista el capitalismo solo puede ofrecer a los mineros miseria y muerte. En UMINSA, las bajadas salariales sitúan salarios de 800 euros en categorías de ayudantes y 1000 euros en categorías principales, las jornadas son más largas, las medidas de seguridad más precarias. En la Hullera Vasco-Leonesa la empresa propone una reducción general del 37% del salario en todos los conceptos a cobrar. En esta misma empresa 6 mineros perdieron la vida hace dos meses. En HUNOSA, empresa pública de la SEPI, el proceso de privatización está muy adelantado, el plan de empresa anuncia cierres de explotaciones y regulaciones de plantilla, o sea despidos. En Carbonar, la patronal plantea bajadas salariales y aumento de jornada. En Coto Minero Cantábrico, la lucha de los compañeros mineros ha sido ejemplar, ante la amenaza de cierre de la mina por parte del monopolista Victorino Alonso si no se aceptaban reducciones salariales, los obreros mineros supieron estar a la altura y no ceder ni una décima de milímetro en la defensa de sus derechos, no aceptaron el aumento de jornada protegiendo así el estatuto del minero, que sudor y sangre le costó arrancar a la clase obrera. Y es que su lucha se torna gloriosa ya que la auténtica victoria de esta lucha no es haber expulsado a Victorino Alonso, no se queda en haber mantenido la dignidad en todo momento, la verdadera victoria es haber ganado a cualquier monopolio que se acerque manteniendo el convenio colectivo intacto durante los próximos tres años como reza el acuerdo alcanzado con los administradores concursales, que no son más que funcionarios del Estado para organizar la entrega de un medio de producción a un monopolio determinado. El ejemplo de Mequinenza en Aragón, donde Endesa, monopolio energético (eléctrico-minero), intenta asfixiar a una explotación pequeña de no más de 50 mineros nos enseña la necesaria ruptura y muerte del capitalismo. Endesa condena al paro y a la miseria a 46 familias por el simple hecho de que los recursos de esa mina y la mina en sí como medio de producción no son de su propiedad. Aquí queda patente la contradicción principal del carácter social de la producción y la apropiación privada de los medios. Y si eso es lo que el capitalismo hoy puede ofrecer a la clase obrera, ésta tiene la responsabilidad histórica de acabar con tal sistema de producción. Y los mineros de Coto Minero Cantábrico de la mina de Cerredo, principalmente, y de otras empresas comienzan a comprender estas cuestiones como fruto de la educación de la lucha; como bien expresó hace un año en Propuesta Comunista el camarada Tote: “ A pesar de que la huelga ha sido desconvocada sin alcanzar los objetivos propuestos……la clase obrera ha salido fortalecida de esta batalla, ha sido la estrategia del pacto social y la colaboración de clases lo que se ha desacreditado” ...y su consecuencia es la mayor victoria de todas, desenmascarar el papel del oportunismo y la acumulación de fuerzas, que llevará a los obreros-mineros y a la clase obrera en general a la salida del euro, la OTAN y la UE, a la revolución socialista y la toma del poder por parte de la clase obrera.

 

Carcarosa

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