El 21 de febrero, la Corte Constitucional colombiana decide (5 votos a favor, 4 en contra) despenalizar el aborto hasta la semana 24 de embarazo. Causa Justa, donde se agrupa el movimiento feminista, pidió hace ya un año y medio la despenalización de la mujer por abortar (unas 400 cada año) con penas de cárcel de 16 a 54 meses. Este avance es histórico, y sitúa a Colombia al frente de los derechos reproductivos y sexuales en el continente, y marca la hoja de ruta para seguir por este derecho.

Mientras tanto, en Europa hace casi un mes, el pasado 25 de enero fallecía Agnieszka T. en Polonia, victima de su ley de aborto y la reforma que realizó, al declarar inconstitucional el supuesto por malformación grave e irreversible del feto. Es la segunda muerte conocida desde esta medida, y el gobierno polaco es directamente responsable de esta ley que acaba con nuestras vidas, a parte de recortar nuestros derechos.

Este es solo un ataque más que deja claro que el aborto vuelve a posicionarse dentro de nuestras luchas, ya que dista mucho de ser un derecho conseguido (los últimos ataques en nuestro estado y la gran dificultad de abortar en un hospital público, o incluso en nuestra propia comunidad autónoma lo demuestran)

¿Qué está pasando a nivel internacional?

En 2020 el aborto fue legalizado en Irlanda del Norte tras un referéndum que ganó por mayoría, a finales de año, la conquista del derecho en Argentina, que tanto hemos seguido y apoyado. Poco después se da el fallo del Tribunal Constitucional en Polonia y la pérdida de uno de los 3 supuestos que permitía acceder a un aborto.

Las compañeras polacas salieron a las calles para evitar esto, y el movimiento feminista internacional las respaldó, ya que al igual que acuerpamos en la conquista a las compañeras argentinas y la sentimos como nuestra, este ataque es a nuestro derecho también, y la lucha será de todas.

Durante 2021 Colombia intentó la primera despenalización del aborto, pero se mantuvo en la ley de los tres supuestos, y Ecuador consiguió la despenalización del aborto en caso de violación.

En septiembre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de México dictamina inconstitucional penalizar el aborto, y en Texas, EEUU, el aborto pasa a prohibirse a partir de las 6 semanas desde la última menstruación. Esta ley no contempla excepciones como en caso de incesto o de violación, pero sí en caso que un médico considere que existe urgencia médica. Esta modificación de la ley no pudo pararse ya que la Corte Suprema no se pronunció. El cumplimiento de esta ley, no recae en el gobierno de Texas, alientan a la ciudadanía a que velen por su cumplimiento y demanden a quienes provean de IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) después de una violación, y en caso de que la acusación prospere el demandante recibirá 10.000 dolares del acusado. Esto es básicamente crear una caza de brujas contra mujeres que después de vivir una violación, intentan retomar el derecho a decidir sobre sus cuerpos, que en esa agresión les ha sido negado. Esto convierte Texas en el estado con la ley más restrictiva, y una de las más restrictivas del mundo, pero esta medida de las 6 semanas se intentó llevar a cabo en al menos 12 estados más.

¿Cómo ha llegado EEUU a este punto?

Su ley del aborto tiene su origen en el caso Roe vs Wade en 1973, por el cual su constitución protege la libertad de una mujer embrazada de acceder a un IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo).

En el aniversario de esta sentencia, los antielección marchan pidiendo el fin de nuestro derecho a la elección, y son quienes han redactado en coordinación con legisladores conservadores las plantillas para presentar proyectos de ley antielección en numerosos estados, como el que ha triunfado en Texas. Esta, junto con la Enmienda Hyde de 1976, que con muy pocas excepciones impide la financiación de abortos a través del programa Medicaid.

La medida de Texas, junto con la Enmienda Hyde, a quien más afecta es a las mujeres con menos recursos, ya que el resto (como ha ocurrido siempre cuando este derecho no estaba regulado) podrán salir y pagarlo en una clínica fuera de su estado. Somos nosotras las mujeres precarias quienes más pagaremos las consecuencias, si tenemos que acceder a un aborto en una clínica clandestina por no poder acceder a una segura y el desplazamiento. La OMS ha advertido que el porcentaje de 13,2% de mujeres que fallecen por un aborto inseguro podría subir en Texas. Aquí volvemos al grito de las ricas se lo pagan, las pobres se desangran.

¿Y en Europa?

Polonia e Irlanda del Norte eran los países con las leyes más restrictivas, y desde el referéndum en Irlanda del Norte el aborto pasó a ser despenalizado e implementado como derecho en marzo de 2020, dejando a Polonia atrás. Lejos de seguir sus pasos y abrir su legislación ha pasado a prohibir el supuesto de malformación grave e inviabilidad del feto, por el cual se realizaban entre el 97-98% de los abortos en ese país. Como hemos comentado al inicio de este artículo, esta medida ya ha costado al menos dos vidas, pese a que el supuesto de peligro para la vida de la madre se mantiene claramente no se está cumpliendo.

A nivel internacional, el acceso al aborto podemos dividirlo en:

  • Permitido bajo petición.
  • Permitido por motivos socioeconómicos.
  • Permitido para preservar la salud.
  • Permitido para salvar la vida de la mujer.
  • Prohibido por completo.

Cada supuesto que ganamos y mantenemos frente a sus ataques es una victoria, y cada uno que perdemos solo nos tiene que hacer reforzarnos más en el acceso a nuestros derechos hasta conseguir que el aborto esté garantizado bajo petición, cubierto por la sanidad y sea seguro, nuestro derecho a elegir sobre nuestro cuerpo no cabe en sus supuestos.

Edurne Batanero

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