Pandora es un nombre elegido por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que reúne en su definición además de finura y originalidad, la ratería, el latrocinio y la corrupción inherentes al capitalismo.
Siempre hemos oído el nombre de Pandora precedido de una cajita que al abrirla nos depararía infaustas y terribles sorpresas. La caja de Pandora se ha abierto y ha destapado el peor mal que acecha a la humanidad; un sistema insaciable, mafioso y cruel. Pandora ha destripado las entrañas del sistema capitalista.
Los papeles de Pandora aparecen, tras casi dos años de trabajo, gracias a la mayor coordinación entre periodistas de investigación de la historia, que han sacado a la luz una filtración de documentos que salen de 14 despachos de abogados especializados en crear sociedades en países como Bahamas, Islas Vírgenes, Panamá. Andorra y otros… Más de 660 periodistas de 117 países han puesto en evidencia los secretos más oscuros de las finanzas internacionales, los paraísos fiscales y los personajes que actúan como intermediarios de estas operaciones.
La filtración deja al descubierto a más de 27.000 compañías y a cerca de 30.000 beneficiarios. De todas estas sociedades 751 están vinculadas a España.
Hace años saltaron a la palestra los papeles de Panamá que tienen gran parecido a los de Pandora, serían casi idénticos, salvo por un detalle cuantitativo, los de Panamá salieron a la luz por la filtración de un despacho, mientras que los de Pandora proceden de 14 despachos.
Bandadas de ricos y poderosos; jefes de estado, reyes, multimillonarios, estrellas del espectáculo y del deporte, oligarcas, capos, cargos públicos ocultan sus fortunas en paraísos fiscales, sorteando la legislación de sus países, y buscan destinos que les ofrecen gigantescos beneficios fiscales, ocultan la procedencia de sus dineros, y además protegen su anonimato.
Los papeles de Pandora hablan de los negocios de las sociedades offshore, que son aquellas que se crean fuera del propio territorio de los accionistas con la finalidad de que los propietarios de los activos escapen de las obligaciones fiscales en sus respectivos países. Tienen un peso muy importante en la economía mundial, de hecho un 10% del producto interior bruto mundial está en sociedades offshore, es decir, son legales siempre que los beneficios derivados de las actividades se declaren al país del beneficiario pero éste no suele ser el caso ya que la mayor parte de las sociedades se crean en jurisdicciones opacas, con poquísimos impuestos y con un férreo compromiso de confidencialidad. Se trata de que los propietarios de los activos esquiven sus obligaciones fiscales. Para entendernos, son sociedades creadas para saciar la voracidad capitalista y esconder su podredumbre.
Eminentes despachos de abogados en el mundo se especializan en gestionar los trámites y se enriquecen con estas prácticas a sabiendas que son lesivas para el común de los mortales, garantizando a sus corruptos clientes que sus dólares estarán a buen recaudo, de forma secreta y sin que en ningún documento aparezca su identidad.
Los Papeles de Pandora muestran una industria hecha a medida de los más ricos, de los más corruptos, de los más avarientos para que, amparados en el anonimato, camuflen parte de su riqueza y el origen de la misma.
Toda esta turbiedad arrastra riadas de dinero ilícito y abre puertas al blanqueo, la prevaricación, el cohecho, la evasión fiscal, y la financiación del terrorismo.
El capitalismo inmundo no conoce límites en su sórdida acumulación y esconde sus dineros en paraísos fiscales, mientras que en las casas de millones de trabajadores y trabajadoras ya es imposible disimular la pobreza.
Telva Mieres