Entender lo que pagamos por la energía eléctrica no es cosa fácil, parece, sólo parece (ironía), que esté hecho para que nadie se entere por qué cada vez paga más si cada vez consume menos energía. Un auténtico juego de trileros.

Hay un aforismo jurídico que dice Cui bono (quién se beneficia) y que hace referencia a lo esclarecedor que puede resultar, a la hora de determinar la autoría de un acto, saber quién se beneficia con ese acto. Ante el cambio de la tarifa eléctrica nos surgen muchas preguntas:

  1. ¿A quién beneficia?

  2. Esta gente es gilipollas, ¿le están regalando votos a la extrema derecha?

  3. ¿Cuál es la solución?

Vamos a intentar darle respuesta:

  1. La tarifa eléctrica está compuesta por varios conceptos: la tarifa de acceso, el coste de producción, el margen de comercialización y los impuestos. Sólo el primer concepto es fijo y hasta ahora dependía en mucho de la potencia contratada.

Tener contratados hasta 5 kw era lo normal de una vivienda, más allá sólo lo contrataban los grandes burgueses cuyo consumo era desorbitado. Pues bien, la nueva regulación sólo deja dos tramos de contratación: hasta 15 kw y más de 15 kw.

¿Y esto para qué? Para favorecer la carga de los coches eléctricos, no hay otra explicación. Pero ni así favorece la carga de todos los coches eléctricos, dado que sólo favorecerá a quienes tienen garaje o chalet, vamos que sólo podrán hacerlo quienes tengan un enchufe de esos especiales para cargar el coche y esos no están en la calle. Los que hay en la calle, las electrolineras, te cobran lo que les da la gana y en mi barrio no hay ninguna.

Pareciera que la sombra de la Greta Thumberg es alargada, la campaña mediática en la que han usado a la niña del exorcista, les está dando resultados.

Obviamente hay más beneficiados, las eléctricas, que ante este despropósito se frotan las manos, más necesidad, más precio. Como el precio se hace en libre subasta (es para reírse) a mayor demanda, mayor precio.

A nadie se le ocurre poner una lavadora a las 12 de la noche, so pena que al día siguiente tus vecinos te pongan reggaetton a las 7 de la mañana, para compensar el ruido, no más. Y ahí empieza el dislate de la otra parte de la reforma de las tarifas eléctricas: los tramos horarios, algo que ofrecían ya las compañías para quienes se quisieran acoger a ellas, y cuyo objetivo era evitar las puntas de consumo. Pues el gobierno pijo progre, con su Felipe González de asesor, ha decidido seguir a las eléctricas.

Otra cosa va a ser en Sevilla o Córdoba, un 15 de agosto a las 3 de la tarde, decidiendo si pones el aire acondicionado o te vas a urgencias del hospital.

Pero lo que te venden es que los consumidores que gastan hasta 3.500 kw al año, van a ahorrar….en la parte fija, porque las eléctricas ya han subido el precio de la variable.

En resumen, ¿a quién beneficia?: a los grandes consumidores de electricidad, a los fabricantes de coches eléctricos y a las compañías eléctricas.

  1. Esta gente es gilipollas. No, no son gilipollas, son el consejo de administración del capital. Ahí tenemos al ministro de Consumo, calladito, que al fin y al cabo él no es comunista, porque no se puede ser keynesiano y comunista; pero están favoreciendo el miedo. La extrema derecha se frota las manos, ni siquiera van a necesitar mentir para ganar votos. Porque cuando una medida es difícil de explicar o imposible de explicar, las respuestas simples son las mejores: el gobierno socio comunista quiere acabar con nosotros (Carrascal dixit).

Bueno, un poco gilipollas sí que son. Cuando la Carmen Calvo dice que el temazo no es a qué hora se plancha, sino quién pone la lavadora y plancha, es que ya nos están meando encima. Ella que tiene sirvientas (o sirvientes o sirvientos) es la muestra más clara de la degradación del feminismo burgués, o cómo desviar la atención usando de forma torticera la lucha de millones de mujeres contra el machismo. Vamos que si la lavadora la pone el varón a partir de las 12 de la noche se acaba el problema. Como dijera nuestro desaparecido Fernando Fernán Gómez: “Váyase a la mierda, a la mierda”

  1. La solución es la nacionalización, pero de todos los sectores estratégicos como primer paso. Todo lo demás son cantos de sirenas. La burguesía clama por una bajada del IVA como única solución, sin embargo, el precio de la luz en España sin impuestos es el más caro de Europa, y con impuestos, incluidos los disfrazados en forma de peajes nos lleva al 5º puesto. No está mal en un país cuyo salario medio es la mitad del de Alemania, cuatro veces más bajo que el de Suiza, o tres veces más bajo que en Islandia, Dinamarca, Noruego o Luxemburgo.

 

Es que Europa no nos deja es la excusa de la izquierda pijo progre y la derecha. Pues habrá que aplicarle la máxima de Fernando Fernán Gómez también a Europa, puesto que si no somos europeos para los salarios tampoco lo vamos a ser para sufrir sus imposiciones.

Otro día hablaremos del precio del gas ciudad, cuya equivalencia se hace en kw para poder aplicar tarifas desorbitadas y desincentivar su consumo frente a la electricidad.

Me dice un pajarito que los coches eléctricos tienen los días contados, que Japón ha apostado fuerte por los coches de pila de hidrógeno. No sé ustedes pero la clase obrera no tiene 40 mil euros para comprarse un coche eléctrico que al final consume electricidad y que entre pitos y flautas no se ahorra nada.

Si no nos organizamos, si no desenmascaramos a esta social democracia burguesa, van a acabar con el pueblo. Y ya sabemos, sólo el pueblo organizado salva al pueblo.

Juan Luís Corbacho

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