“Pues Marx era, ante todo, un revolucionario” “…Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra”.

Son palabras de Engels ante la tumba de Marx, saludando al gran genio revolucionario. Palabras que envuelven a la perfección la personalidad del propio Engels.

Friedrich Engels (Barmen, Renania, 1820 - Londres, 1895), Procedía de una próspera familia industrial burguesa, lo que a él le permitió vivir con comodidad.

Entrañable amigo de C. Marx no se apalancó en esa situación y prodigó una infatigable actividad política y organizativa. Engels es, sigue siendo, el revolucionario incansable que hace entender la riqueza de la teoría marxista como herramienta indispensable para la práctica revolucionaria que transformará el mundo. Su obra es acción e ideas que constituyen bases revolucionarias indispensables en la dialéctica para la transformación socialista de la sociedad.

Desde posiciones en general negadoras de la lucha de clases, o tibias con respecto a ella, se pretende una oposición entre el gran genio de Marx y el determinismo mecanicista atribuido a Engels que, según esas “elucubraciones académicas”, permitirían dar paso a innumerables toscas interpretaciones del marxismo y a un reformismo más o menos larvado. Sin embargo, uno ve bien claro con Engels, cómo la clase obrera se liberará de toda humillación y explotación, cómo se hará dueña de sí, pero no por “cesión graciosa del sistema”, no por buena voluntad y “manitas al aire”, sino triunfando en la lucha de clases como proletariado organizado hacia el socialismo. Engels entendió la lucha de clases como la fuerza vital, en desarrollo dialéctico en la organización y en la conciencia de los trabajadores, capaz de impulsar un movimiento mundial hacia el socialismo.

Ese es su fundamental legado. A la vez, nos dejó obras fundamentales de y para la teoría marxista; obras que nos enseñan a conocer el desarrollo de la dialéctica histórica y su mejor comprensión. Obras que son para la clase obrera y para el partido comunista instrumentos de primera magnitud.

Recordamos algunas.

  • La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845)

  • Anti-Dühring (1878)

  • Del socialismo utópico al socialismo científico (1880)

  • El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884)

  • Dialéctica de la naturaleza (1925)

  • Ludwig Feuerbach y el fin de la Filosofía Clásica Alemana

(Resaltar tan solo El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado como una obra que  contiene una potente visión histórica sobre la familia en relación con el tema de clase, el género y la propiedad privada. Mantiene su vigencia explicativa incluso considerando los descubrimientos que desde su publicación en 1884 se han realizado en este campo).

Junto a Marx salieron a la luz obras como La Sagrada Familia (1844), La ideología alemana (1844-46) y El manifiesto comunista (1848).

La clase trabajadora mundial hemos de saber, a toda costa, con todos los medios disponibles, que nuestro único futuro digno es el socialismo; que no somos una clase condenada a sufrir eternamente, que nuestra situación puede ser transformada si nos impulsamos inconteniblemente hacia adelante y luchamos por nuestra emancipación definitiva, que para eso los trabajadores sólo podremos ayudarnos a nosotros mismos.

Estas son las ideas fundamentales de Federico Engels, ese es su regalo y nuestro tesoro de lucha.

Hay que insistir en la acción revolucionaria y teórica de Engels puesta a disposición de la clase obrera. Él era conocedor del papel que le había correspondido asumir al lado del genio MARX y así lo expresó: “Al lado de Marx me correspondió el papel de segundo violín.”

Pero también era consciente de su propia valía y de sus aportaciones. Así en el PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN DE 1884 de El origen de…, afirma que “Marx se disponía a exponer personalmente los resultados de las investigaciones de Morgan en relación con las conclusiones de su (hasta cierto punto, puedo decir nuestro) análisis materialista de la historia.”

Ese hasta cierto punto marca su aportación al desarrollo histórico, a la profunda revolución teórica operada por Marx y a las tareas y porvenir de la clase obrera.

Decididamente, Engels es un revolucionario esencial para la clase trabajadora, para su accionar hacia el socialismo y la sociedad comunista: la sociedad sin explotación, sin clases y sin valor de cambio. Sociedad del valor de uso.

Al igual que Engels nos dejó advertidos ante la tumba de Marx de su trascendencia ante todo como revolucionario, Lenin manifiesta:

“¡Memoria eterna a Federico Engels, gran luchador y maestro del proletariado!”

Julio Mínguez

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