El domingo 18 de octubre del presente año 2020 se celebran en Bolivia elecciones generales. Unas elecciones convocadas por el gobierno interino que se formo a raíz del golpe de Estado que derrocó el 12 de noviembre del pasado año al Presidente legítimo de este país, Evo Morales.

Las anteriores elecciones celebradas el 20 de octubre de 2019 fueron ganadas por el Movimiento Al Socialismo (MAS) con Evo Morales como candidato a la reelección y que venía ejerciendo la presidencia del país desde 2006. La victoria de Evo Morales en estas elecciones fue indiscutible pero una vez más el imperialismo norteamericano a través de la OEA (Organización de Estados Americanos), organismo títere plegado totalmente al servicio de los Estados Unidos, orquestó una campaña en connivencia con los sectores más reaccionarios de la sociedad boliviana, deslegitimando el resultado electoral con la falsa acusación de un fraude nunca demostrado. Esto sirvió de justificación para dar el golpe de Estado que puso fin al gobierno progresista y antiimperialista de Evo Morales. Esta misma OEA es la que este domingo va a supervisar las elecciones convocadas por los golpistas, lo que hace sospechar que el verdadero fraude se puede producir ahora.

Para poder entender la situación política de Bolivia en la actualidad, seria preciso hacer un breve análisis del proceso histórico seguido por este país hasta desembocar en la situación actual.

Desde su independencia del colonialismo español el 6 de agosto de 1825, Bolivia ha estado gobernada con una minoría oligárquica que formaba la clase dominante, buena parte de la misma integrada por descendientes de los antiguos colonizadores españoles. Junto a esta minoría privilegiada propietaria de las tierras y los recursos del país que nadaba en la abundancia coexistía una inmensa mayoría del pueblo boliviano de origen amerindio de las etnias Quechuas, Aymara, y otras, sometidas a una brutal explotación y unas condiciones de miseria insoportables.

De hecho, Bolivia hasta el acceso de Evo Morales al poder, era el país de América Latina con los más altos índices de pobreza y analfabetismo rondando el 75%, solo superado por Haití.

La historia de Bolivia se caracteriza por ser convulsa y plena de golpes de Estado militares, de hecho tiene el triste récord a nivel mundial del país que más golpes de Estado a sufrido en sus escasos dos siglos de existencia como nación independiente.

A lo largo de su historia, dos conflictos bélicos con países vecinos han marcado la existencia de Bolivia y dejado una profunda huella en la conciencia nacional de este pueblo.

El primero de ellos fue la conocida como guerra del Pacífico 1879 – 1884 con Chile. Por este conflicto Bolivia perdió todo el litoral de costa del Pacífico y la importante ciudad portuaria de Antofagasta, principal vía de exportación del país. Este hecho deja a Bolivia encerrada como un país interior sin salida al mar y rodeada por Argentina, Paraguay, Brasil, Perú y Chile que siempre tuvieron una actitud hostil hacía este país.

El otro acontecimiento en la historia boliviana que marco a su pueblo fue otro conflicto militar, este con Paraguay, la conocida como guerra del Chaco 1932-1935 , por el que Bolivia perdió una amplia extensión territorial. Tras este conflicto estaban los intereses de compañias petrolíferas Norteamericanas como la Standard Oil y otras.

También sufrió amputaciones territoriales por parte de sus vecinos Argentina, Perú y Brasil.

Todos estos conflictos redujeron la extensión territorial de Bolivia a la mitad en la actualidad que es de 1,099.000 Km2 .

En la década de los cuarenta del siglo pasado surge una importante clase obrera en torno a las minas de estaño situadas en Oruro, Potosí y alrededores de la Paz, siendo esta una de las principales riquezas del país de las que Bolivia es el tercer productor a nivel mundial.

Por esta misma época se funda el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) liderado por Victor Paz Estenssoro, organización representativa de la pequeña y media burguesía nacional cuyos intereses de clase habían entrado en colisión con los de la oligarquía gobernante. El MNR incluye en su programa medidas tales como la reforma agraria y la nacionalización de las minas de estaño que eran propiedad de los Rothschild y la familia Patiño, esta última en la época una de las mayores fortunas del mundo.

El 17 de enero de 1950 se funda el Partido Comunista de Bolivia cuyo primer secretario fue Simon Reyes.

Las insufribles condiciones de vida de la inmensa mayoría del pueblo boliviano y la brutal explotación a la que estaban sometidos los obreros de la minería, conduce a un levantamiento popular dirigido por el MNR y al que apoyó el recién nacido PCB (Partido Comunista de Bolivia). Este levantamiento triunfa el 9 de abril de 1952 y derroca a la vieja oligarquía. Días después del triunfo del levantamiento se produce otro hecho histórico, la fundación de la COB (Central Obrera Boliviana) dirigida por el lider indiscutido de los mineros Juan Lechín Oquendo.

El nuevo gobierno del MNR presidido por Victor Paz toma una serie de medidas progresistas que le granjean un amplio apoyo entre las clases populares : reforma agraria, nacionalización de las minas, sufragio universal que incorporaba el voto de los indígenas y mujeres hasta entonces excluidos del derecho a voto y otras series de medidas avanzadas. Esto permite al MNR revalidar sus victorias electorales en 1956, 1960 y 1964.

Con el paso de los años, la política inicialmente progresista del MNR se fue aminorando perdiendo progresivamente el apoyo de amplios sectores populares sobre todo el de la clase obrera. Las condiciones de existencia del pueblo boliviano fueron empeorando, creándose una situación de descontento generalizado que culmina el 1 de noviembre de 1964 en un golpe de Estado militar encabezado por el general René Barrientos Ortuño que derroca el gobierno del MNR y que en aquel momento de nuevo estaba encabezado por Victor Paz. El nuevo gobierno reprime con brutalidad la huelga de los mineros dirigida por la COB produciendo una gran masacre en la mina Siglo XX situada en El Alto en las afueras de la Paz. Esta masacre producirá una profunda conmoción en el pueblo boliviano.

Es en este contexto en el que el insigne revolucionario e internacionalista Ernesto Che Guevara renuncia a sus cargos en el gobierno revolucionario de Cuba. Su idea era extender la experiencia de la revolución cubana a otros países de América Latina y crear “uno, dos,tres, muchos Vietnams”.

Se traslada a Bolivia y funda la guerrilla del ELN (Ejercito de Liberación Nacional).

Mario Monje en aquel entonces Secretario General del PCB que en un primer momento se había comprometido a colaborar con la guerrilla del Che, deja a este abandonado a su suerte, traicionando sus promesas iniciales. Esto no impidió que muchos militantes del PCB como los hermanos Inti, Chato, y Coco Peredo se incorporasen a la guerrilla.

Aislada y falta de apoyos, el núcleo principal de la guerrilla del Che es cercada y emboscada a las orillas del rio Ñancauhazu muriendo en combate la mayoría de sus integrantes y siendo herido y apresado el Che. Al recibir la noticia el dictador Barrientos fiel servidor de su amo, comunica este hecho a Washington, la orden del imperio es tajante, “dar muerte al Che”. El 8 de octubre de 1967 en la escuela del poblado de la Higuera (Cochabamba), el Che Guevara es vilmente asesinado en presencia de varios agentes de la CIA. Desde entonces el nombre del Heroico Guerrillero estará íntimamente vinculado al pueblo de Bolivia.

El tirano Barrientos desprestigiado y odiado por su pueblo deja de ser útil al imperio y en abril de 1969 muere en un extraño accidente de helicóptero nunca aclarado pero que siempre quedó la sospecha de que detrás estaba la mano de la CIA.

En octubre de 1970 se produje un hecho insólito en la historia de Bolivia. Estalla un nuevo golpe de Estado militar esta vez encabezado por otro general Juan José Torres de signo totalmente opuesto a los golpes militares tradicionales. El general Torres al que marcó profundamente la muerte del Che, junto a otros militares nacionalistas da un golpe de Estado y establece un gobierno nacionalista de izquierdas inusual en el cono Sur Latinoamericano . El imperialismo Norteamericano no puede aceptar semejante osadía y una vez más conspira, esta vez contra el gobierno del General Torres. La CIA organiza un nuevo golpe de Estado encabezado por un general de corte fascista estrechamente vinculado a la CIA y al imperialismo: Hugo Banzer Suárez que en agosto de 1971 mediante el enésimo golpe de Estado pone fin al breve gobierno del General Torres que apenas duro diez meses.

El General Torres se exilia en Argentina donde en tiempos de la dictadura miliar de este país es secuestrado engrosando la lista de los miles de desaparecidos en Argentina.

La dictadura del General Banzer durará hasta 1982. Desde entonces en el país se han sucedido gobiernos basados en el parlamentarismo burgués con nuevos golpes miliares, cada cual más sangriento que el anterior, mientras las condiciones de vida de las masas obreras y campesinas bolivianas cada vez se hacían más insoportables. La corrupción galopante en la administración, el entreguismo de los sucesivos gobiernos al imperio y la puesta en manos de las riquezas del país al servicio de las multinacionales Norteamericanas van mermando la soberanía nacional. Todo ello unido a la miseria imperante va creando un clima de descontento generalizado, una de cuyas expresiones es la fundación del MAS encabezado por Evo Morales, líder indígena con gran prestigio y capacidad de movilización entre las más amplias masas populares bolivianas .

El MAS fue fundado el 23 de julio de 1987, y en el convergen distintos sectores y corrientes de carácter nacionalista de izquierda y antiimperialista.

En 2002 se celebra elecciones generales a las que el MAS presenta la candidatura a la presidencia del país de Evo Morales con el apoyo del PCB. Las elecciones fueron ganadas por un estrecho margen por el candidato de la oligarquía Gonzalo Sánchez de Losada del viejo MNR partido que con el paso del tiempo había abandonado su ideario fundacional y había degenerado en un partido de derechas abiertamente reaccionario.

El nuevo gobierno profundiza aún más la grave crisis que a todos los niveles asolaba la sociedad boliviana y en las siguientes elecciones presidenciales celebradas en diciembre del 2005, el MAS con Evo Morales al frente y una vez más con el apoyo del PCB arrasa con unos porcentajes que nunca se habían dado en este país.

El gobierno encabezado por Evo Morales comienza a tomar toda una series de medidas de profundo calado social. Se nacionalizan de nuevo las minas que habían sido privatizadas así como los hidrocarburos y las compañias de electricidad que se hallaban en manos del capital Norteamericano. Los recursos del país fueron puestos al servicio del pueblo boliviano mejorando las condiciones de vida de este.

En el terreno internacional estrecho vínculos con la Cuba socialista, Venezuela y Nicaragua y otros gobiernos progresistas del mundo. Esta política le enajenó la hostilidad del imperio del Norte que siempre había considerado América Latina como su patio trasero. El amplio apoyo popular que alcanzó el gobierno de Evo Morales, le permitió revalidar el triunfo en las sucesivas confrontaciones electorales del 2009, 2014 y finalmente las que se celebraron el 20 de octubre del 2019 y que fueron la causa del golpe de Estado que el 12 de noviembre del mismo año culminaron con el derrocamiento del legítimo presidente del país Evo Morales.

El gobierno golpista que se estableció desató una fuerte oleada represiva contra todo el movimiento popular de resistencia al golpe y que se saldó con un número incalculable de muertos.

Este mismo gobierno es el que ha convocado las elecciones que se celebraran el domingo 18 de octubre. Elecciones que no ofrecen ningún tipo de garantías. Son multitud las dificultades impuestas por la Junta Electoral a la hora de la inscripción de los candidatos del MAS entre ellas la prohibición de presentar su candidatura a Evo Morales, lo que ha obligado al MAS a presentar a Luis Arce como candidato alternativo y según todas las encuestas será el ganador con diferencia.

Mas allá de lo que acontezca este domingo hay una realidad insoslayable. Las masas populares bolivianas, la clase obrera, el campesinado y otros sectores de la sociedad, ya no son aquel pueblo sumiso y dócil, porque ese pueblo dijo ¡Basta!. Se puso en pie y empezó a andar y su marcha de gigante ya no podra ser detenida.

Juan Manuel Hernandez Legazcue

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