Y todo lo perderemos, incluso retrocedemos, si no luchamos. De esta crisis sanitaria, convertida ya en un nuevo y gravísimo episodio de la crisis general del sistema capitalista, solo una posición de ofensiva podrá frenar el envite que la patronal, con la gestión de sus respectivos gobiernos de turno, está gestando contra todos nuestros derechos colectivos, individuales, laborales… El capitalismo nunca tuvo rostro humano, hoy lo vemos con claridad. La norma es sacrificio y muerte para el pueblo trabajador, abandono de las personas vulnerables, descarte humano de quienes ya no se les puede extraer plusvalías; todos los medios y medidas para salvar la cuenta de resultados de los patronos, abandono y miseria para quienes todo lo producimos. Este no es un fenómeno aislado, tampoco las respuestas.

CENTRAL SINDICAL RECHAZA LEYES DEL GOBIERNO

Protesta contra la LUC

En Uruguay la Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), la principal central sindical, ha respondido al proyecto gubernamental de la Ley de Urgente Consideración (LUC), por tratarse de un ataque a trabajadores y trabajadoras.

En ese país cerca de 400.000 hogares tienen menos de 20.000 pesos líquidos (unos 454 dólares) de ingresos, más de 100.000 nuevas personas han caído en la pobreza desde el inicio de la crisis sanitaria y 150.000 se acogieron al seguro de paro al perder sus empleos. Esa es la urgencia salvar personas según detalla la organización sindical, al igual que la urgencia es que haya trabajo.

Sin embargo, lo que el paquete de medidas urgentes propone en la LUC es modificar aspectos de la economía, la educación, las empresas públicas y las relaciones laborales. Nada que ver con salvar al pueblo trabajador. Incluso limita el derecho de huelga, la negociación colectiva, y criminaliza la protesta social… En una demostración evidente de que las medidas se encaminan a permitir mayores tasas de explotación, la eliminación de derechos y a cargar sobre las espaldas de la clase obrera la crisis económica.

El PIT-CNT considera que el debate en estos momentos debería girar en torno a las mejores políticas para salvaguardar el aparato productivo, los puestos de trabajo y a la población más vulnerable frente a la crisis generada por la Covid-19. Están debatiendo las distintas alternativas de movilización que pueden ir desde paros parciales a un paro general. Anuncian que cualquiera que sea la medida que adopten tiene un claro objetivo, será “contra la LUC y contra el Gobierno”.

23 DE MAYO: POR EL TRABAJO, POR NUESTROS DERECHOS, POR UN PLAN URGENTE DE EMERGENCIA SOCIAL.

ALMERIA, El Palmeral del Zapillo (Paseo marítimo) 20:00h

CADIZ, Plaza San Juan De Dios (frente al Ayuntamiento) 20:00h

MÁLAGA, Plaza de la Constitución 20:00h

SEVILLA, Plaza nueva 20:00h

GRANADA, Plaza del Carmen 20:00h  

AGUILAR DE LA FRONTERA, Plaza de San José 20:00h

LAS PALMAS, Parque San Telmo 12:00h

TENERIFE, Parque Weyler 12:00h

MADRID, Puerta del Sol 12:00h

MURCIA, Avda. tte. Flomesta (Delegación del Gobierno)12:00h

ALICANTE, Av. Bulevar Teulada esq. Dr. Jiménez Diaz12:00h

Junto con compañeros y compañeras de otras organizaciones o en solitario. La fase actual del estado de alarma permite ejercer derechos fundamentales y no vamos a renunciar a ello.

Hemos llegado a una cifra record de paro, con una subida alarmante de la pobreza, con 1,1 millones de familias que tienen a todos sus miembros en paro y más de 600.000 hogares sin ningún ingreso, crecen cada día las colas del hambre, aumenta la escalada represiva y de sanciones a la población (mientras el fascismo pasea las calles con total impunidad) y con un déficit de servicios públicos fruto de años de privatizaciones que han diezmado a la población más vulnerable y ante la ya anunciada recesión de la economía y contracción del PIB, el gobierno socialdemócrata ofrece medidas cosméticas.

Es hora de luchar y exigir trabajo digno, derechos, servicios públicos y un plan urgente de emergencia social. Es hoy, no mañana ni pasado o cuando estemos mucho más golpeados. Estamos viendo como las medidas gubernamentales son insuficientes y no abordan la situación estructural de la pobreza y precariedad de las capas populares. Mientras se salva a las grandes fortunas y a la patronal, no hay escudo social, la mayoría del dinero aprobado ha ido a manos de la banca.

Nos sobran los motivos y es momento de lanzar a la ofensiva al pueblo organizado para responder y evitar que la crisis capitalista la pague el pueblo trabajador.

Fuente: Redacción UyL

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