Sí, una forma distinta de organizarnos es posible y vale la pena intentarlo. La hegemonía ideológica de la burguesía afirma que vivimos en el mejor de los mundos posibles, pero los y las comunistas sabemos que eso es falso. Si la única certeza que hoy tiene la clase trabajadora, es que el futuro de sus hijos/as será peor que el suyo, no podemos permanecer sin hacer nada.

La concentración del poder en la reducida minoría que ostenta la propiedad de los medios de producción, choca frontalmente con el, cada vez más extendido e imprescindible, carácter social de la misma. Solo en el Socialismo otro mundo es posible

¡Fuera los Borbones parásitos! Con lo amasado por el padre ya pueden vivir sin seguir haciéndolo a nuestra costa.

¡Poder obrero y popular, si todo lo producimos, todo lo decidimos!

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