Si alguien intenta informarse sobre la lucha por el soterramiento en Murcia a través de la prensa burguesa, la imagen que probablemente se hará de dicho conflicto es, más o menos, la siguiente: un puñado de vecinos se manifiestan pidiendo el soterramiento de las vías que dividen la ciudad desde hace más de 150 años. En un momento determinado y como por arte de magia, las concentraciones se convierten en una manifestación con más de 50.000 asistentes, unas noches después se producen altercados en la zona de las obras y, finalmente, ADIF cede a las reclamaciones de los vecinos. Por supuesto, todo parecido con la realidad es pura coincidencia.

El caso es que en Murcia nos van a colocar un muro. Sí, un muro de 5 metros de alto que dividirá los barrios, obreros, claro, del sur de la ciudad. Será transparente, podrán llamarlo pantalla acústica o ponerle wifi si quieren, pero es un muro que sólo podrá ser franqueado con pasos peatonales elevados que discurrirán junto a una catenaria de 25.000 voltios. Además, es importante especificar que ese muro cortará al tráfico rodado la más importante de las tres únicas vías de comunicación entre la ciudad y los barrios y pedanías del sur. Esta situación no es sino el colofón a 30 años de engaños reiterados sobre el “soterramiento inminente” y la “próxima construcción de múltiples infraestructuras en la zona que quede liberada tras retirar las vías en superficie” 

Después de tres semanas de movilización continuada, incluyendo la manifestación más multitudinaria que se recuerda en Murcia, el gobierno lanza una provocación, iniciando la instalación del muro. Y los barrios responden defendiéndose. Ante toda la represión, el estado policial en el que han convertido nuestros barrios, las cargas, las detenciones y las manipulaciones por parte de la prensa burguesa, los barrios responden tirando abajo el muro. Ciñéndose a la lógica burguesa más elemental, la prensa acusó al día siguiente a los radicales infiltrados de ser responsables de los actos, vandálicos según ellos, que deslegitimaban la lucha. No se dejen engañar, esa noche todos los vecinos apoyaron y aplaudieron el derribo del muro.

Tras estos acontecimientos, y ante la posición cambiante de la Plataforma Pro-Soterramiento con respecto tanto al proyecto del ayuntamiento como a las distintas formas de lucha, se crea la Asamblea Murcia sin Muros, que pretende convertir la unión que tumbó el muro en organización que impida que se vuelva a levantar.

Hablamos con uno de sus promotores:

¿En qué se diferencia la Asamblea Murcia sin Muros de la Plataforma Pro-Soterramiento?

La Plataforma, desde hace 30 años, lleva una línea de negociación con el gobierno del PP al respecto del soterramiento. Ha centrado su lucha más en un plano de negociación institucional que en un plano de activismo social. La nueva asamblea viene a complementar esta lucha y a elevar su nivel, sin esas ataduras y limitaciones que la plataforma tiene a consecuencia de tantos años de negociación.

Quizá el error de la Plataforma pro-soterramiento haya sido obviar desde el principio que este conflicto tiene un claro carácter de clase, ya que afecta a varios barrios de clase trabajadora y el AVE es un proyecto que sólo va a beneficiar a la burguesía. Por esa razón se han centrado más en la negociación que en las exigencias de los barrios obreros ante esta situación injusta. Como asamblea consideramos que somos nosotros, vecinos y vecinas de los barrios afectados, los que hemos de poner condiciones, y no aceptar las que nos impone la oligarquía con su represión, sus amenazas y su manipulación mediática. La Asamblea Murcia sin Muros exige el soterramiento y se opone frontalmente al muro sin ningún matiz ni concesión.

¿Intentásteis los integrantes de la Asamblea participar en la Plataforma Pro-Soterramiento antes de crear otra estructura?

Sí, en varias ocasiones hemos intentado participar, pero no ha sido posible.

La mayoría de integrantes de la Plataforma Pro-Soterramiento llevan mucho tiempo en esta lucha, siempre desde una perspectiva muy moderada. Cuando la gente más joven del barrio ha intentado ayudar hemos sentido que no se nos tomaba en cuenta y que la Plataforma estaba siendo engañada, incluso llegaron a poner al alcalde Miguel Ángel Cámara, imputado en el caso Umbra, en primera línea de una manifestación por el soterramiento, en una clara maniobra electoralista por parte del gobierno municipal. Esto apartó a mucha gente que pretendía participar en esta lucha, ya que no sentían apoyo por parte de la plataforma, lo que creaba una situación de inseguridad ante la posible represión.

Tras los hechos del 3 de octubre, cuando cae el muro, el barrio despierta y se crea una nueva situación. La juventud percibe que puede plantar cara a la represión institucional y a la autorrepresión que imponen los sectores más moderados de la Plataforma Pro-Soterramiento.

Los barrios se han cansado, el gobierno no tiene ya ninguna credibilidad y ya no hay marcha atrás.

No obstante, el trabajo de esta Asamblea es apoyar a la Plataforma en sus reivindicaciones, pero desde una perspectiva de clase y combativa.

¿Es el conflicto más amplio de lo que hacen ver los medios?

Claro, es mucho más amplio. Ya no es sólo si AVE en superficie o soterrado, entra en juego el corredor del mediterráneo, que está camuflado tras toda esta cortina de humo.

Aunque de momento se está limitando la protesta al paso a nivel de Santiago El Mayor, el paso del tren en superficie y dentro del casco urbano afecta a más poblaciones como Beniaján, Nonduermas, Alcantarilla, Javalí Nuevo, etc. También está la cuestión de si el el AVE es necesario o no, con la gran inversión que supone a pesar de los poco usuarios con los que cuenta. Por último nos encontramos con el paso diario de mercancías peligrosas por zonas de viviendas, colegios y guarderías. 

¿Qué actividades habéis desarrollado hasta ahora? 

Esta asamblea decidió que la mejor manera de luchar contra el muro era acampar frente a las ruinas del muro. Igual que el gobierno defiende las obras con sus fuerzas de seguridad, nosotros como pueblo defendemos las ruinas para que no reanuden la instalación. También realizamos actividades para recaudar fondos para la caja de resistencia: se han hecho talleres, cuentacuentos, actividades infantiles, un mercadillo solidario, jornadas de convivencia entre vecinos y vecinas con comida y bebida a precios populares. Los vecinos y vecinas nos ofrecen agua y comida. La solidaridad vecinal generada por las mentiras del gobierno permite que todo el dinero que recogemos vaya destinado a la caja de resistencia para las multas que estamos sufriendo.

Próximamente realizaremos un concierto en una sala de la ciudad con el que pretendemos recaudar más fondos.

La asamblea, con la colaboración de la Plataforma, ofrece también asesoramiento legal y jurídico a todas las personas que se hayan visto afectadas por las medidas represivas impuestas contra esta lucha 

¿Cuáles son vuestras expectativas?

A corto plazo queremos conseguir el soterramiento de las vías, sin AVE, ni soterrado ni en superficie y el desvío del corredor mediterráneo. En un plazo más largo pretendemos crear unión y organización entre los barrios del sur, de carácter popular y obrero, para poder hacer frente a cualquier otro ataque que suframos por parte de la burguesía.

J. Aedo /  A.Andreu

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