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Hay “externalizaciones” que matan

A la Memoria de Belén, trabajadora de la limpieza sanitaria que murió, pocos años tras su jubilación, probablemente víctima de una infección hospitalaria.

Se trata de un sector laboral fuertemente feminizado y, justamente, en el género femenino nos referiremos a las/os trabajadoras/es que lo componen. No son consideradas personal sanitario y, sin embargo, la relevancia de su trabajo para los resultados de salud de nuestros hospitales es mucho más significativa de lo que, probablemente, ellas mismas se reconocen. Las vemos trabajando con uniformes de colores y con logotipos muy diversos que, además, suelen cambiar periódicamente dependiendo de la empresa concesionaria de turno. Y es que la limpieza sanitaria fue una de las primeras víctimas de la privatización (o, eufemísticamente, “externalización”) comenzando allá por los años 70 e intensificándose en las dos siguientes décadas. No hubo grandes movilizaciones ni “mareas blancas” contra la privatización de los servicios “no sanitarios” y, progresivamente, fueron cayendo cocina, mantenimiento, lavandería… Aparentemente, ni el personal sanitario ni los pacientes/usuarios se sintieron afectados por estas “externalizaciones”. ¡Y deberíamos!, por muchas y vitales razones.

En el último año sendas huelgas indefinidas, mantenidas por las trabajadoras de la limpieza del Hospital General de Alacant y del Hospital Virgen de la Arrixaca (Murcia), han permitido visibilizar a este colectivo. Aunque las causas inmediatas fueran diferentes, ambos conflictos compartían un mismo origen: la adjudicación temeraria del servicio de limpieza por un valor muy inferior al precio real de la contrata y los subsiguientes intentos de reducción de un 10-15% de las plantillas así como de sus condiciones sociolaborales. En el transcurso de ambas huelgas diversos medios de manipulación burgueses reflejaron la preocupación de que las mismas derivaran en la insalubridad del medio hospitalario, culpabilizando a las trabajadoras. Sin embargo, a pesar de la espectacularidad de las imágenes de basura acumulada en un hospital como consecuencia de una huelga, la evidencia científica internacional demuestra que los efectos tanto de la privatización de la limpieza hospitalaria como, vinculados a ésta, los del recorte en el presupuesto de limpieza resultan mucho más perniciosos.

Los recortes presupuestarios y la contratación con empresas externas de los servicios de limpieza contribuyen al deterioro del sistema y al aumento de infecciones adquiridas en el hospital: la tasa de graves infecciones hospitalarias en Gran Bretaña llegó a ser la más elevada de la UE coincidiendo con una reducción de 67.000 a 36.000 limpiadoras/es en el NHS (Servicio Nacional de Salud británico) durante los años 80 y 90. Una auditoría de los servicios de limpieza del NHS en 2002 confirmó que, mientras los hospitales con limpieza privatizada suponían un 50% del total, sin embargo representaban el 87% (20 de 23) entre los que no superaron la auditoría. Estamos hablando de 5.000 a 10.000 muertes al año en países como Gran Bretaña o Canadá, de las cuales 30-50% serían evitables mediante rigurosos programas de control de las infecciones, mucho más eficaces cuando el servicio de limpieza es público y sus trabajadoras se encuentran integradas en el equipo sanitario (ver Murphy, Janice. “Literature review on relationship between cleaning and hospital acquired infections”. Vancouver: HEU, 2002).

No existen, pues, muchas dudas al respecto del carácter criminal de las políticas que se están aplicando en el ámbito de la limpieza sanitaria. La basura y la insalubridad se generan mucho antes de que se hagan visibles a las cámaras de los reporteros gráficos. Como titulaba un artículo del último UyL, el pueblo trabajador ya está pagando un duro tributo para la acumulación capitalista en forma de malnutrición infantil. Sólo la unidad sin fisuras evitará que añadamos el incremento de la mortalidad hospitalaria. Unidad reflejada en el lema que se hizo célebre durante la última huelga de las trabajadoras del Hospital General de Alacant: “SIN LIMPIEZA NO HAY SANIDAD”. Múltiples estudios científicos avalan esta consigna.

“Los recortes presupuestarios y la contratación con empresas externas de los servicios de limpieza contribuyen al deterioro del sistema y al aumento de infecciones adquiridas en el hospital”

José Barril

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