En los últimos meses la minería ha entrado en la peor situación de su historia hasta hoy, prácticamente toda la minería privada está en regulación temporal de empleo, sin ventas de carbón e incluso con las explotaciones con riesgo de inundación como es la mina situada en Cerredo, perteneciente a los grupos UNINSA y Astur leonesa.

Las empresas están iniciando trabajos de desmantelación y venta de materiales, esto es inasumible, las administraciones concursales y las direcciones empresariales están llenando sus bolsillos ante la desolación de las comarcas mineras y los centros de producción.

La empresa pública HUNOSA vive una engañosa calma, sigue manteniendo venta de carbón y es propietaria de una central térmica, pero eso solo forma parte de una táctica de los monopolios para llevar luchas escalonadas y aislarlas, debemos romper ya esa situación.

No han sido meses fríos desde el punto de vista de la lucha, las luchas mineras no han cesado desde principios del año 2013. Cortes de carretera, vuelcos de carbón de importación, paralización de ferrocarriles, piquetes a las entradas de las centrales termoeléctricas, concentraciones, manifestaciones y encierros. Y hoy la lucha se calienta aún mas, en Asturias, Aragón y León, en la empresa pública HUNOSA se están llevando a cabo asambleas, todo apunta a una gran movilización de todas las unidades de producción de carbón unidas bajo un solo interés, una lucha de todas las cuencas y comarcas mineras por el futuro del sector. Esto es primordial pues desde el 2012 hasta hoy las luchas han ido por separado restando capacidad de fuerza a los trabajadores mineros.

Hay que articular una gran lucha a la ofensiva, una lucha unida y de masas para evitar caer en el izquierdismo sindical, con actuaciones discutidas bajo asamblea y respaldadas por el conjunto de los trabajadores.

Las secciones sindicales de todos los sindicatos siguen apuntando hacia el cumplimiento del plan de minería 2013-2018 como solución a un cierre ordenado. Esta opción, ya no es que sea inviable desde el punto de vista sindical, sino que además es situarse tras los intereses de los monopolios eléctricos, por esa misma razón la propuesta de los y las comunistas en este sentido es superadora: la nacionalización del sector minero y del sector eléctrico en clave estratégica.

La unidad de todos los sectores en lucha hacia la ofensiva política, exigiendo la nacionalización, como táctica en la acumulación de fuerzas de la clase obrera, es la única alternativa para superar los problemas. La clase obrera ya nada tiene que sacar de este sistema capitalista que la condena a la más absoluta miseria. Sus victorias parciales no durarán en el tiempo bajo este sistema depredador, deben ser un paso más a la ofensiva. La clase obrera minera, en este caso y en su conjunto, debemos de romper las cadenas que nos condenan al hambre y a la guerra, para construir la sociedad del futuro, la sociedad socialista.

Saúl Carcarosa

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