El título del libro que nos acontece quizás sea engañoso: “EL Ojo de la mujer”. El ojo engaña. Este cuaderno de Gioconda Belli es un canto a la piel de la mujer, sus poros, sus estremecimientos. Un prólogo de Coronel Urtecho, anacrónico a la aparición de la publicación, muy anterior, nos induce a los inicios de sus páginas: el prologuista anacronista se remonta a Safo como esa “Eva” de la escritura y al parecer culminaría en Gioconda Belli. El libro unifica las ilíadas homéricas, las batallas del mundo conocido y la odisea de la intimidad erótica de la mujer y sus mundos desconocidos. Por eso es un libro de revelación frente al silencio de los explotados, los oprimidos y la sumisión de la mujer en el templo del patriarcado.

Tras la publicación anterior de “La costilla de Eva” Gioconda Belli construye literariamente el Génesis en el que la mujer no es un error de la fabricación bíblica. Recordemos la canción de Silvio Rodriguez que dice: <<Eva deja de ser costilla>>.Abrimos el libro y Comienza con un poema “Y dios me hizo mujer” y continuará con una concatenación de eslabones como “Menstruación”, “Maternidad”, “Parto” o la maravillosa metáfora “Como una tinaja”…

Cuando llegamos a “Reglas del juego para los hombres que quieran amar a mujeres mujeres”, hallamos palabras fundacionales: <<El hombre que me ame/deberá saber descorrer las cortinas de la piel,/…El hombre que me ame no querrá poseerme como una mercancía”>>. Nos viene a la cabeza aquella canción de Silvio que dice : <<Mi amor no es amor de mercado>>. La ternura en “El Ojo de la mujer” no significa sumisión sino rebelión al igual que la solidaridad es la ternura de los pueblos.

Gioconda Belli. “El Ojo de la Mujer”. Visor. Madrid. 2000

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