(EN SEGUNDAS O TERCERAS ELECCIONES, PUES A ESTAS ALTURAS LA CRISIS AUN LES IMPIDE ACORDAR SU FORMACIÓN)
Sea la que sea, la aritmética parlamentaria que saque adelante el nuevo gobierno de España tendrá una lógica al servicio de los intereses de clase del gran capital, expresada en las imposiciones económicas y sociales de la UE.
Con unos u otros gestores-como ya venimos diciendo desde tiempo atrás en las páginas de UyL- el guion de la nueva oleada de recortes sociales e inversiones públicas para cumplir los 30.000 millones de recorte presupuestario impuestos por la Comisión Europea para cumplir el objetivo de déficit público, se tornará en una nueva ofensiva del Capital contra el Trabajo que, no solo supondrá los recortes anunciados, sino que conllevará nuevos cambios legislativos destinados a reducir los derechos laborales, a endurecer y reducir la prestación pública de pensiones y a darle una vuelta de tuerca más la leyes contra la libertad de expresión, manifestación y huelga.
Una ofensiva en toda regla que, afectando a todos y cada uno de los niveles de gestión del nuevo gobierno -conservador o socialdemócrata-, golpeará a un pueblo que, como consecuencia de las anteriores medidas adoptadas por los gobiernos de turno del PSOE y del PP, se encuentra muy empobrecido y debilitado en sus derechos.
¿Y frente a esta apisonadora? ¡Es hora de luchar!
Es urgente y necesario armar una contraofensiva que, anteponiendo exclusivamente nuestros intereses a cualesquiera otros, ponga coto a las agresiones del Capital poniendo en marcha un frente de lucha obrera y popular capaz de dinamizar el mayor número de luchas y unirlas en un torrente de acción política contra la patronal, el gobierno y la UE.
Enfrentado también las políticas de pacto y claudicación asumidas por las direcciones de CC.OO. y UGT, le corresponde a la clase obrera ocupar el centro y ser el motor de este proceso de acumulación de experiencias de lucha que nos haga recobrar la confianza en nuestras fuerzas y la conciencia del irreemplazable papel que, como clase, tenemos en la sociedad.
La articulación de este proceso, que en el PCPE definimos como frente obrero y popular por el Socialismo porque necesariamente lo dirigimos hacia la toma del poder por la clase obrera y en el que tendrán un papel central los Comités para la Unidad Obrera (CUO) y los Comités Populares (CP), ha de venir forzosamente de una decidida implicación del trabajo militante comunista en la línea de recuperar nuestro papel de vanguardia como consecuencia del reconocimiento de nuestras propuestas y consignas.
Pero para ello y al objeto de hacer avanzar con hechos concretos la estrategia revolucionaria entre el pueblo, es imprescindible que nuestro CC acierte con una propuesta táctica a desarrollar por los diversos comités intermedios y células que, sin dejar de empujar en el sentido estratégico, nos permita convertir cada una de las contradicciones de esta sociedad de permanente explotación y opresión, en conflictos políticos que minen la hegemonía social que, aun hoy y contra todas las evidencias objetivas en contra de ella, mantiene la burguesía e impide florecer como posible en el ideario de nuestro pueblo, el paradigma de la nueva sociedad sin explotados, ni explotadores que le propone su Partido Comunista.
Julio Díaz