Resolución del Comité Ejecutivo del PCPE.
A la clase obrera minera y al conjunto de las comarcas y cuencas mineras de España.
Compañeros y compañeras:
La minería del carbón atraviesa una dura situación por todos y todas conocida. Día tras día se anuncian nuevos Expedientes de Regulación de Empleo en el sector que golpean a miles y miles de familias obreras y extienden la miseria y la desesperación por nuestras comarcas y cuencas mineras. El cierre de explotaciones, la liquidación de empresas y la pérdida de miles de puestos de trabajo será una realidad a corto plazo si no cambiamos el rumbo de las cosas.
La minería del carbón: sector estratégico.
España necesita un potente y moderno sector minero para garantizar su soberanía energética. Contamos con los recursos naturales, contamos con las explotaciones mineras y contamos con una cualificada clase obrera minera. Por tanto, si existe la necesidad y existen los medios de producción, no hay razón alguna para admitir el cierre de la minería del carbón.
No aceptamos ningún cierre.
Por tanto no admitimos ningún cierre, ni ahora ni en diciembre de 2018, como contempla el Marco de Actuación para la Minería del Carbón y las Comarcas Mineras en el periodo 2013 – 2018. Por el contrario, exigimos:
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El cese de la importación de carbón de países en los que se trabaja en condiciones de semiesclavitud, empleando trabajo infantil, violando los más esenciales derechos sindicales y recurriendo incluso al asesinato de decenas de sindicalistas, tal y como sucede, por ejemplo, en Colombia.
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La aprobación de un verdadero Plan del Carbón que garantice las inversiones necesarias para la modernización del sector y la aplicación de tecnologías que reduzcan el impacto medioambiental de las explotaciones y permitan trabajar a las plantillas mineras en condiciones de salubridad y seguridad laboral.
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El inmediato reinicio de la producción en las empresas en que se están aplicando Expedientes de Regulación de Empleo de suspensión de contratos y la readmisión o recolocación inmediata de los trabajadores despedidos desde 2013.
La disculpa de que es la Unión Europea quien impide que la minería tenga futuro en España no se sostiene. Esa Unión no es más que el pacto entre países capitalistas en contra de los trabajadores, en este caso mineros. En función de la fuerza de la oligarquía de cada país se condena a sectores enteros a la desaparición en beneficio de los monopolios mineros de otros países. Mientras en España se liquida el sector, las empresas mineras de Francia o Alemania gozan de muy buena salud. Por tanto, si son los acuerdos entre capital en el marco de la UE los que nos condenan, la propia Unión Europea se muestra como enemiga de los trabajadores mineros y de todas nuestras comarcas.
Nacionalización de la minería del carbón y de las empresas eléctricas.
La rentabilidad de las empresas eléctricas es el argumento preferido para tratar de justificar el cierre. Empresas que no hace tanto eran públicas, alegan ahora que el carbón nacional no es rentable, pues los beneficios de un puñado de oligarcas hacen que se priorice el carbón de importación producido en condiciones inhumanas. Al mismo tiempo, los empresarios mineros, que se han enriquecido durante siglos con el trabajo y la sangre del proletariado minero, alegan ahora que mantener la producción sin ayuda genera pérdidas o, al menos, no los beneficios deseados.
Esas contradicciones tienen solución. La completa nacionalización de la minería y también del sector eléctrico, solucionará de un plumazo las contradicciones en el sector energético y los problemas de los “sacrificados” empresarios mineros.
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Proponemos la completa nacionalización del carbón, expropiando sin indemnización las explotaciones mineras del conjunto del país que deberán ser integradas en HUNOSA.
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Proponemos igualmente la expropiación sin indemnización de las empresas eléctricas del país, y su unificación en una única empresa estatal que priorice el carbón nacional y garantice la soberanía energética del país.
Levantar la lucha obrera y popular en todas las empresas y comarcas mineras.
Los derechos de los trabajadores y trabajadoras nunca estuvieron garantizados sin la imprescindible lucha obrera. Cuando se lucha se resiste y se avanza, cuando no se lucha se retrocede. La clase obrera minera de nuestro país luchó heroicamente en la Revolución de Octubre del 34 en Asturias, el norte de León y Palencia. La clase obrera minera fue vanguardia en la lucha contra el fascismo durante la guerra, fue vanguardia en la lucha guerrillera y también en la Huelgona de 1962 que abrió las primeras brechas de la sanguinaria dictadura fascista. La lucha se prolongó durante la llamada reconversión, en las Marchas Negras y también en la huelga de 2012, que con independencia de sus resultados, fue una lucha heroica.
Nunca se le ha regalado nada a la clase obrera minera. De nuevo es necesario levantarse, de nuevo es necesario luchar, empresa a empresa y comarca a comarca.
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No aceptamos ningún ERE.
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No aceptamos ningún cierre.
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No aceptamos ninguna rebaja salarial.
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Exigimos medidas de seguridad en el trabajo y plantilla suficiente.
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Exigimos la inmediata recolocación de los trabajadores excedentes mineros.
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No admitimos la subcontratación.
Unidad de la clase obrera con independencia de la militancia sindical.
Las clases dominantes han desatado una enorme batalla contra el sindicalismo y los despropósitos cometidos por algunas estructuras y por algunos dirigentes sindicales les dan una buena coartada. Es necesario recuperar un sindicalismo basado en la democracia obrera, en la unidad de clase y en el espíritu de combate.
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Las asambleas de empresa deben reunirse y deben tener la última palabra.
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Los Comités de Empresa deben respetar los acuerdos de las asambleas.
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Las organizaciones sindicales deben dejar de lado todo sectarismo de sigla y demostrar su utilidad en cada lucha.
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Los trabajadores mineros deben afiliarse masivamente a los sindicatos y exigir que cumplan con su cometido, pero no deben confrontar entre ellos por su pertenencia a una u otra sigla sindical, sino construyendo estructuras superadoras del actual fraccionamiento sindical.
Iniciar de inmediato la movilización, convertir la campaña electoral en un infierno.
Los próximos meses son cruciales. Buena parte del futuro del sector se jugará a corto plazo. Hoy, como en otros momentos de nuestra historia, debemos levantarnos y levantar junto a nosotros a todos los sectores populares de las comarcas y cuencas mineras. La próxima campaña electoral es un momento propicio, la lucha obrera debe convertir la campaña en un verdadero infierno para quienes han jugado con el trabajo, la vida y el futuro de nuestra gente. Todos los partidos que apoyan el capitalismo y defienden la Unión Europea se colocan enfrente de la clase obrera minera y del conjunto de trabajadores y trabajadoras del país.
Hay que retomar la lucha.
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Proponemos que en cada empresa se organice un plan de movilizaciones, cada cual según sus condiciones, según las fuerzas existentes.
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Proponemos la coordinación de las luchas de todas las empresas mineras, confluyendo hacia una gran movilización en las comarcas mineras.
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Proponemos crear Comités Populares en las cuencas y comarcas mineras que organicen el apoyo social a la lucha.
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Proponemos organizar de inmediato cajas de resistencia para las plantillas en lucha y para afrontar los costes de la represión.
Sí hay futuro y se construye luchando por objetivos claros.
Cuando la clase obrera tiene objetivos concretos, claros y elaborados en función de sus propios intereses, avanza luchando. No hay futuro para la clase obrera en el marco del capitalismo imperialista, que incrementa la explotación, la miseria y amenaza constantemente con el infierno de la guerra imperialista en todo el mundo.
La clase obrera minera debe ser punta de lanza en la lucha por una sociedad protagonizada por las grandes mayorías trabajadoras. La lucha concreta de la minería está relacionada y es parte de la lucha general de todos los trabajadores por otro tipo de sociedad, una sociedad en la que quien todo lo produce, los obreros y obreras y el resto del pueblo trabajador, tenga el derecho de decidirlo todo.
Llamamos a los trabajadores mineros, a las organizaciones sindicales, a las organizaciones sociales y al conjunto del pueblo trabajador a retomar e impulsar la lucha en defensa del sector minero. En este momento en que la oligarquía lanza su última ofensiva para acabar con la minería tal y como la conocemos en nuestro país, no es tiempo de dudar, no es tiempo de artificiales divisiones sindicales, ni de creer que se puede resolver la situación en la mesas negociando con los representantes de los monopolios. Es tiempo de construir la unidad entre todos los trabajadores del sector, de la minería privada y la pública, de organizar la contraofensiva para hacer prevalecer nuestros intereses y necesidades de clase frente a las aspiraciones y planes de la oligarquía.
¡POR LA NACIONALIZACIÓN DE LA MINERÍA!
¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!